miércoles, 26 de marzo de 2025

Turquía da otro paso hacia un gobierno autocrático

Recep Tayyip Erdogan Foto: Orhan Erkılıç - https://www.voaturkce.com/a/kahramanmaraslilar-reisi-desteklemek-icin-geldik/7102087.html vía Wikimedia Commons Dominio Público

La decisión de arrestar al alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, y revocar su título académico, impidiéndole efectivamente presentarse a las futuras elecciones presidenciales en Turquía, constituye un abuso de poder gubernamental.

Despojar al alcalde de Estambul de la posibilidad de continuar en su cargo y de presentarse a las elecciones nacionales –mientras es el candidato principal en las encuestas para la presidencia– marca otro punto bajo en la caída de Turquía hacia un régimen autocrático.

İmamoğlu, que fue elegido para su primer mandato como alcalde de Estambul en 2019 tras una campaña positiva bajo el lema “Todo estará bien”, ha sido ahora mancillado por acusaciones de corrupción y colaboración con la clandestinidad kurda.

El momento de esta decisión se puede explicar por el hecho de que se esperaba que pronto fuera nominado como candidato presidencial del principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), y por el deseo del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, de eliminar la amenaza que representa en una etapa temprana de su carrera política nacional.

El arresto de İmamoğlu desató una ola de protestas en toda Turquía y provocó una fuerte caída del valor de la lira turca, lo que indica que no fue una medida sencilla para el Gobierno.

Por lo tanto, se requiere una explicación más profunda, más allá de la simple cuestión del tiempo.

Una explicación sugiere que Erdoğan no cree que el costo a largo plazo de esta acción sea alto.

Supone que puede reprimir las protestas declarando toques de queda e interrumpiendo las redes sociales.

Además, se basa en el supuesto de que, en el escenario internacional, más allá de las condenas simbólicas, Turquía seguirá siendo un socio codiciado por Occidente, independientemente del nivel de represión interna.

Esta perspectiva se basa en parte en el “efecto Trump” y en la conmoción que ha experimentado Europa.

Otra explicación se centra en la inseguridad de Erdoğan a la luz de las encuestas poco halagüeñas para él y su partido.

En teoría, tras los logros de Turquía en Siria, su éxito en la lucha contra la clandestinidad kurda y el llamado del líder kurdo a deponer las armas, la posición de Erdoğan debería haberse fortalecido.

Sin embargo, el hecho de que no esté contento con estos logros y en cambio esté tomando medidas extremas para debilitar a la oposición, refleja un mal criterio, que podría tener consecuencias peligrosas, incluso en las relaciones exteriores de Turquía.

Por Gallia Lindenstrauss


21/03/2025 en AURORA





No hay comentarios:

Publicar un comentario