En los próximos meses la nación de Israel cumplirá 70 años. Tras casi 2000 años, el pueblo judío vuelve a tomar posesión de su tierra. Un pueblo que ha perdurado en el tiempo gracias a que ha sabido conservar su cultura y su religión.
Hoy en día Israel ocupa un lugar preminente y sería impensable nuestro mundo sin Israel, pero no debemos olvidar cuanta sangre ha supuesto volver de nuevo a su tierra.
Este pueblo maltratado por siglos por todo el mundo, no ha descansado hasta volver a tener su hogar nacional en Palestina. En España también hemos sido crueles e injustos con ellos, pero esa es otra historia sobre la que podremos ver en otro momento.
Sigo muy de cerca los acontecimientos en Israel y en todo Oriente Medio. He de confesar que el conflicto entre Israel y los árabes palestinos es el más complejo de todos. Me asombra que no se encuentre la forma de zanjar dicho conflicto que ya parece eterno.
Y en ese conflicto la prensa y los medios de comunicación en general no ayudan mucho que digamos, porque ya sea intencionadamente o por ignorancia, suelen mostrar una realidad muy sesgada.
Israel no fue fruto de una casualidad. Israel es el resultado de la acción de todo un pueblo para ser reconocido por el mundo y volver de forma definitiva al lugar de sus ancestros.
Para entender la realidad de Israel no nos tenemos que centrar en lo que vemos a diario en los medios de comunicación (lanzamiento de misiles desde Gaza, conflictos en el Monte del Templo, conflictos en los asentamientos de colonos en las tierras en disputa, el previsible traslado de la Embajada de los Estados Unidos a Jerusalén, la futura guerra de Hezbollah contra Israel, etc.).
Para entender la realidad de esta nueva Israel nos tenemos que centrar en el inicio de todo. No me refiero al año 70 después de Cristo (o de la era común ), sino retroceder por lo menos hasta 1882 porque fue cuando comenzó la inmigración sionista a Palestina.
Desde ese momento se produjeron multitud de acontecimientos que propiciaron recuperar el sentimiento común de nación para vivir en Palestina. No solo fue una necesidad propia de ellos, porque también empezaba a ser reconocida por las demás naciones.
Un ejemplo lo tenemos en LA DECLARACIÓN DE BALFOUR. En noviembre de 1917, el gobierno de Gran Bretaña emitió un importante comunicado que seguro dejó a muchos con el paso cambiado. Una carta del Ministerio de Asuntos Exteriores Británico para el Presidente de la Comunidad Judía en B Gran Bretaña y que merece recordar:
Querido Lord Rothschild:Tengo la satisfacción en nombre del gobierno de S. M. la siguiente declaración de simpatía hacia las aspiraciones judías sionistas, examinada y aprobada por el gabinete:El gobierno de Su Majestad ve con agrado la creación de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina y realizará los mayores esfuerzos para facilitar el logro de ese objetivo, entendiendo claramente que no se deberá hacer nada que pueda perjudicar a los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina o a los derechos y condición política de que disfrutan los judíos en cualquier otro país.Le ruego que ponga esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista (de Gran Bretaña e Irlanda )...
Un texto muy escueto y contundente. No deja dudas que Gran Bretaña estaría en adelante con el sionismo. Se sabe que su redacción fue consensuada también con el Presidente de los Estados Unidos y desde entonces ambas naciones han sido determinantes para Israel.
Como era de esperar, esta declaración no gustó a los árabes. Los árabes ayudaron a Gran Bretaña a derribar al Imperio Otomano y a cambio les prometió ayudarles a conseguir su independencia. Existe una correspondencia muy extensa entre Hussein y McMahon al respecto, pero en ningún caso la independencia incluía a Palestina.
Las conversaciones entre Hussein y McMahon fueron largas y complejas. Me recuerdan mucho a las actuales conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina: muchas reuniones para negociar, pero siempre que en la negociación se termine aceptando todo lo que quiera la parte árabe sin atender en nada las demandas de la otra parte. ¡Un absoluto despropósito!
Dentro de esos acuerdos solo estaban incluidas aquellas zonas que ya estaban organizadas para lograr su independencia a corto plazo. Era el caso de Arabia, Irak, Siria y Líbano, pero en ningún caso para Palestina.
¿Pero qué era Palestina? Pues hasta que formó parte del Imperio Otomano, Palestina no era más que parte de la Gran Siria. La Gran Siria era una de las provincias de ese Imperio, con capital en Damasco.
La Gran Siria era la suma de lo que actualmente es Siria, Líbano, Jordania e Israel. Todo ello era una unidad y al Imperio Otomano no le importaba mucho porque les reportaba muy pocos ingresos. Palestina era una zona desértica y despoblada. A finales del siglo XIX no vivían más de 300.000 habitantes. Sencillamente era una zona de paso entre Siria y Egipto.
Entre 1917-1918 los británicos conquistan Palestina y establecen una administración militar aliada. La potencia colonial británica necesitaba controlar toda Palestina para asegurar una salida directa al Mediterráneo y tener acceso a sus recursos en India y a los pozos en Irak.
Al terminar la Primera Guerra Mundial se funda LA LIGA DE LAS NACIONES y ella le da el mandato a Gran Bretaña para que administre Palestina hasta llevarla a la independencia.
En 1922 LA LIGA DE LAS NACIONES aprueba el MANDATO PARA PALESTINA. Un documento fundamentado en la Declaración de Balfour, dando inicio de forma oficial al establecimiento del hogar nacional judío en Palestina.
A los pocos meses Gran Bretaña decide dejar fuera del Mandato todo el territorio al este del Jordán, entregando ya el 80% de toda Palestina a los árabes. A los pocos años ese territorio logró la independencia y nació Transjordania (la actual Jordania ).
Los árabes nunca han desistido tener toda Palestina y nunca han aceptado ningún tipo de acuerdo a favor del establecimiento de Israel, aún estando avalado por LA LIGA DE LAS NACIONES y después por la ONU.
El periodo desde 1922 hasta 1948 fue muy intenso y peligroso para todos (judíos, árabes y británicos ). Los judíos tuvieron que comprar su tierra palmo a palmo a árabes terratenientes que mayoritariamente vivían fuera de Palestina a precio de oro, para luego transformar esas tierras desérticas en tierras cultivables. La codicia de esos terratenientes permitió que perdieran la tierra y su control, porque nunca creyeron que esa tierra pudiera llegar a ser una nación judía.
Esos años fueron años de mucho esfuerzo y trabajo, logrando organizar una comunidad judía autónoma y autosuficiente dentro de Palestina y al margen de los árabes. Al amparo del MANDATO PARA PALESTINA se constituye la Jewish Agency, la Universidad Hebrea de Tel Avi y de Jerusalén, la Orquesta Nacional, Teatros y diversos periódicos de ámbito nacional. Todo lo necesario para ser ya una nación independiente.
En 1936 comienza la insurrección árabe. Un año después, buscando algún tipo de solución al conflicto armado se presenta el plan de partición de la COMISIÓN PEEL. Cuando los políticos no son capaces de aceptar sus errores, crean comisiones para entorpecer aún más las cosas. La tierra que tenía que ser para Israel, se pretendía partir en tres partes: Estado judío, Estado árabe y Zona de Mandato. ¿Cómo es posible llegar a esto? ¿Cómo se puede pretender dar a los judíos menos del 10% de Palestina? ¿Por qué no se siguió llevando a cabo el MANDATO DE PALESTINA aprobado por LA LIGA DE LAS NACIONES y después por la ONU?
En noviembre de 1947 se aprueba en la ONU la partición de Palestina en dos (resolución 181). Resolución festejada por todo el pueblo judío y llorado por el mundo árabe.
El 15 de mayo de 1948 Israel declara su independencia. Un día después de la retirada británica. Con la independencia empieza la primera guerra árabe-israelí, porque no aceptaban la nación israelí, con el único objetivo de echarlos al mar. Ese lema aún persiste hoy en día dentro del mundo árabe y en particular en los árabes palestinos.
¡Por favor, si Abraham levantara la cabeza!
Creo que es hora de hacer justicia. Creo que es hora de buscar la verdad en la historia y no dejarnos llevar por opiniones interesadas de un lado y del otro. Mi interés por Israel es porque en mis raíces cristianas están en Abraham, Isaac, Jacob/Israel, José, Moisés, Samuel, David, Isaías, Jesús mi Salvador, Juan, Pedro y Pablo entre otros. Todos ellos forman parte de ese pueblo que por casi 4000 años han estado de forma casi ininterrumpidamente en lo que es la actual Israel y sus alrededores.
Si se hubiera llevado a cabo el MANDATO PARA PALESTINA, seguramente tendríamos paz en Palestina hace 70 años.
Como se decía en la Declaración de Balfour, veo con agrado la creación de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina y espero que el pueblo árabe acepte algún día que esa tierra no es de su propiedad, como así reconoce el propio Corán.
¡Shalom amigos!
09/09/2017 Comentarios personales
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