MITO.-
«Las escuelas musulmanas en Estados Unidos enseñan tolerancia del judaísmo y otras fes, y promueven la coexistencia con Israel».
«Las escuelas musulmanas en Estados Unidos enseñan tolerancia del judaísmo y otras fes, y promueven la coexistencia con Israel».
REALIDAD.-
Aunque es bien sabido que muchas escuelas musulmanas en países árabes e islámicos adoctrinan a los estudiantes con odio hacia los judíos e Israel, fue sólo recientemente que se reveló que semejantes enseñanzas prevalecen en los Estados Unidos. Algunas escuelas islámicas de Virginia, por ejemplo, tienen mapas del Oriente Medio en sus aulas en las que no aparece Israel. En un mapa, Israel había sido borrado y reemplazado con la palabra «Palestina». Un libro de texto de onceno grado enseña que una señal del Día del Juicio será que los musulmanes combatirán y matarán a los judíos, quienes se esconderán detrás de árboles que dirán: «‘¡Oh!, musulmán, siervo de Dios, he aquí un judío escondido detrás de mí. Ven y mátalo».
Los ataques no son sólo contra los judíos, sino también contra los cristianos. A los estudiantes se les enseña por ejemplo que el Día del Juicio no vendrá hasta que Jesucristo regrese a la Tierra, rompa la cruz y convierta a todos al Islam.
A las escuelas privadas se les permite legalmente que enseñen lo que quieran en tanto cumplan los requisitos del Estado.
LA SITUACIÓN ACTUALLos judíos en Argelia
Población judía en 1948: 140.000
En 2001: menos de 100
El asentamiento judío en lo que actualmente es Argelia puede remontarse a los primeros siglos de la Era Actual. En el siglo XIV, con el deterioro de las condiciones en España, muchos judíos españoles se mudaron a Argelia.
Entre ellos había un número de eruditos notables, tales como Rav Yitzchak ben Sheshet Perfet (el Ribash) y Rav Simón ben Zemah Duran (el Rasbatz).
Luego de la ocupación francesa del país en 1830, los judíos adoptaron gradualmente la cultura francesa y les concedieron la ciudadanía francesa.
En 1934, un pogromo incitado por nazis en Constantina, dejó 25 judíos muertos y veintenas de heridos. Luego de que obtuvieran la independencia en 1962, el gobierno argelino acosó a la comunidad judía y privó a los judíos de sus derechos económicos. Como resultado, casi 130.000 judíos argelinos emigraron a Francia. Desde 1948, 26.681 judíos argelinos han emigrado a Israel.
La mayoría de los restantes judíos viven en Argel, pero hay algunos judíos individuales en Orán y en Blida. Los judíos practican su religión libremente, y los líderes de la comunidad judía son incluidos en funciones estatales ceremoniales. No hay ningún rabino residente.
En 1994, la organización terrorista Agrupación Islámica Armada (AIA) declaró su intención de eliminar a los judíos de Argelia, pero, hasta ahora, no se ha reportado ningún ataque. Tras ese anuncio, muchos judíos se fueron de Argelia y la única sinagoga que quedaba fue abandonada.
Todas las otras sinagogas habían sido previamente tomadas para usarlas como mezquitas.
Los judíos de Egipto
Población judía de 1948: 75.000
En 2001: 100
Entre junio y noviembre de 1948, explotaron bombas en el barrio judío de El Cairo que mataron a más de 70 judíos e hirieron alrededor de 200. En 1956, el gobierno egipcio utilizó la campaña del Sinaí como un pretexto para expulsar casi a 25.000 judíos egipcios y confiscarles sus propiedades.
Aproximadamente 1.000 judíos más fueron enviados a prisión y a campos de detención. El 23 de noviembre de 1956, una proclama firmada por el ministro de asuntos religiosos, y leída en alta voz en las mezquitas a través de Egipto, declaraba que «todos los judíos eran sionistas y enemigos del Estado» y prometían que pronto serían expulsados. A millares de judíos se les ordenó salir del país y se les permitió tomar solamente una maleta y una pequeña suma de dinero en efectivo, y los obligaron a firmar declaraciones «donando» su propiedad al gobierno egipcio. Los observadores extranjeros reportaron que miembros de familias judías fueron tomadas como rehenes, aparentemente para asegurar que los que obligaban a salir no hablarían contra el gobierno egipcio.
Cuando estalló la guerra en 1967, casas y propiedades judías fueron confiscadas.
La actitud de Egipto hacia los judíos en ese tiempo se reflejaba en el trato que les daban a los ex nazis. A cientos de ellos les permitieron que se establecieran en Egipto y les dieron puestos en el gobierno. El jefe de la Gestapo polaca, Leopold Gleim (que había sido sentenciado a muerte en ausencia), controlaba la policía secreta egipcia.
En 1979, la comunidad judía egipcia fue la primera del mundo árabe en establecer contacto oficial con Israel. Israel ahora tiene una embajada en el Cairo y un consulado general en Alejandría. En la actualidad, los pocos judíos que quedan son libres de practicar el judaísmo sin restricciones ni acoso. Saar Hashamayim es la única sinagoga que funciona en Cairo. De las muchas sinagogas de Alejandría sólo la Eliahu Hanabi está abierta al culto.
El antisemitismo de la prensa egipcia se encuentra fundamentalmente, pero no exclusivamente, en la prensa no oficial de los partidos de oposición. El gobierno ha condenado el antisemitismo y ha instruido a periodistas y caricaturistas que eviten el antisemitismo. No ha habido incidentes antisemitas en los últimos años dirigidos a la minúscula comunidad judía.
En septiembre del 2000 comenzó la construcción de un puente-autopista a través del antiguo cementerio judío Basatin en el Cairo. El Ministerio de Viviendas egipcio y Athra Kadisha, una agrupación de judíos norteamericanos ultraortodoxos proporcionaron cooperación y fondos. Los planos no afectarán ninguna tumba y honrarán la ley judía respecto a los cementerios.
El antisemitismo es rampante en la prensa controlada por el gobierno, y aumentó a fines del 2000 y en el 2001 luego del estallido de violencia en Israel y los territorios. En abril del 2001, el columnista Ahmed Ragheb lamentaba el fracaso de Hitler de terminar el trabajo de aniquilar a los judíos. En mayo del 2001, un artículo en Al-Ajbar atacaba a los europeos y norteamericanos por creer en el falso Holocausto.
Los judíos en Irán
Población judía en 1948: 100.000
En 2001: 11.500
La comunidad judía de Persia, el moderno Irán, es una de las más antiguas de la Diáspora, y sus raíces históricas se remontan al siglo VI a. de N.E., a la época del Primer Templo. Su historia en el período preislámico se entrelaza con la de los judíos en la vecina Babilonia. Ciro, el primero de la dinastía aqueménidas, conquistó Babilonia en el 539 a. N.E. y permitió que los exiliados judíos regresaran a la tierra de Israel, poniéndole fin así al primer exilio.
Las colonias judías se habían dispersado desde los centros de Babilonia a las provincias persas y a ciudades tales como Hamadán y Susa. Los libros de Ester, Esdras, Nehemías y Daniel dan una descripción favorable de la relación de los judíos en la corte de los Aqueménidas en Susa.
Bajo la dinastía sasánida (226-643 de N.E.), la población judía en Persia creció considerablemente y se extendió por la región; sin embargo, los judíos sufrieron opresión y persecución intermitentes. La invasión de los árabes en el año 642 terminó la independencia de Persia, instaló el Islam como religión del Estado, e hizo un profundo impacto en los judíos al cambiarles su situación sociopolítica.
A través del siglo XIX, los judíos fueron perseguidos y discriminados. A veces comunidades completas eran obligadas a convertirse. Durante el siglo XIX, hubo considerable emigración a la tierra de Israel, y el movimiento sionista se propagó a través de la comunidad.
Bajo la dinastía Pahlevi, establecida en 1925, el país se secularizó y se orientó hacia Occidente. Esto benefició grandemente a los judíos, que fueron emancipados y desempeñaron un papel importante en la economía y en la vida cultural. En vísperas de la revolución islámica de 1979, 80.000 judíos vivían en Irán. A raíz de la subversión, decenas de miles de judíos, especialmente los ricos, se fueron del país, dejando tras sí vastas propiedades.
El Consejo de la Comunidad Judía, que se estableció después de la segunda guerra mundial, es el organismo representante de la comunidad. Los judíos tienen también un representante en el parlamento que es obligado por ley a apoyar la política exterior iraní y su posición antisionista. Otros judíos fueron excluidos de puestos del gobierno después de la revolución.
Pese a la distinción oficial entre «judíos», «sionistas» e «Israel», la acusación más común que enfrentan los judíos es la de mantener contactos con sionistas. La comunidad judía sí disfruta de una cierta libertad religiosa, pero enfrenta la constante sospecha de cooperar con el estado sionista y con la «América imperialista» —actividades ambas punibles con la muerte.
Los judíos que solicitan un pasaporte para viajar al extranjero deben hacerlo en una oficina especial y son puestos inmediatamente bajo vigilancia. El gobierno por lo general no les permite a todos los miembros de una familia viajar al extranjero al mismo tiempo para prevenir la emigración judía.
Una vez más, los judíos viven bajo la condición de dhimmi, con las restricciones impuestas a las minorías religiosas. Los líderes judíos temen represalias del gobierno si llaman la atención al maltrato que sufre su comunidad de parte de las autoridades.
Los medios de prensa iraníes controlados por el gobierno con frecuencia divulgan propaganda antisemita. Un ejemplo notable es las ediciones que hizo el gobierno de Los protocolos de los sabios de Sión, un notorio fraude zarista, en 1994 y 1999. Los judíos sufren también de varios grados de discriminación aprobada oficialmente, en particular en las áreas de empleo, educación y alojamiento público.
La islamización del país ha impuesto estricto control sobre las instituciones educativas judías. Antes de la revolución, había unas 20 escuelas judías que funcionaban a través del país. En los últimos años, la mayoría de estas escuelas han sido cerradas. En las escuelas que quedan, los directores judíos han sido reemplazados por musulmanes. En Teherán hay aún tres escuelas en las cuales los alumnos judíos constituyen una mayoría. El currículo es islámico, y se prohíbe el persa como idioma de instrucción para los estudios judíos. Las lecciones especiales en hebreo las imparten los viernes la organización ortodoxa Otzar ha-Torah, que es responsable de la educación religiosa judía. El sábado ya no es oficialmente reconocido como el sabbat judío, y los alumnos judíos son obligados a asistir a la escuela ese día. Hay tres sinagogas en Teherán, pero desde 1994, no ha habido ningún rabino en Irán, y el bet din no funciona.
Tras el derrocamiento del Shah y la declaración de un estado islámico en 1979, Irán rompió relaciones con Israel. El país subsecuentemente ha apoyado a muchas de las organizaciones terroristas islámicas que atacan a judíos e israelíes, particularmente Jesbalá, con sede en Líbano. No obstante, la comunidad judía de Irán es la mayor del Oriente Medio fuera de Israel.
La víspera de la Pascua de 1999, 13 judíos de Sirán e Ispahán, en el sureste de Irán, fueron arrestados y acusados de espiar para Israel y los Estados Unidos. Entre los arrestados había un rabino, un carnicero ritual y un maestro.
En septiembre del 2000, un tribunal de apelaciones iraní ratificó el veredicto de encarcelamiento de los trece judíos acusados de espiar para Israel.
En el tribunal de apelaciones, diez de los acusados fueron hallados culpables de cooperar con Israel y les impusieron condenas de entre dos y nueve años de prisión. Tres de los acusados fueron hallados inocentes en el primer juicio. En marzo del 2001, uno de los presos judíos fue puesto en libertad, y otro fue liberado en enero del 2002.
Al menos 13 judíos han sido ejecutados en Irán desde [el triunfo] de la revolución islámica hace 23 años. Por ejemplo, en mayo de 1998, el empresario judío Ruhollah Kakhodah-Zadeh fue ahorcado en prisión sin ningún cargo público ni procedimiento legal, al parecer por ayudar a judíos a emigrar.
Los judíos en Irak
Población judía en 1948: 150.000
En 2001: aproximadamente 100
La comunidad judía iraquí de 2.700 años de antigüedad ha sufrido horrible persecución en el Irak actual. En junio de 1941, el golpe pro nazi, inspirado por el Muftí, de Raschid Alí, provocó motines y un pogromo en Bagdad.
Turbas armadas iraquíes con la complicidad de la policía y el ejército, asesinaron a 180 judíos e hirieron a casi 1.000. Brotes adicionales de motines antijudíos ocurrieron entre 1946 y 1949. Después del establecimiento del Estado de Israel, el sionismo se convirtió en un delito capital.
En 1950, a los judíos iraquíes les permitieron abandonar el país en el plazo de un año siempre que falsificaran su ciudadanía. Un año después, sin embargo, las propiedades de los judíos que emigraban fueron congeladas y se les impusieron restricciones económicas a los que escogieron permanecer en el país.
De 1949 a 1951, 104.000 judíos fueron evacuados de Irak en las operaciones Esdras y Nehemías; otros 20.000 salieron clandestinamente a través de Irán.
En 1952, el gobierno de Irak les prohibió a los judíos emigrar y ahorcó públicamente a dos judíos después de acusarlos falsamente de plantar una bomba en la oficina de la Agencia de Información de Estados Unidos en Bagdad.
Con el auge de las rivales facciones baathistas en 1963, se les impusieron restricciones adicionales al resto de los judíos iraquíes. La venta de propiedades quedó prohibida y todos los judíos fueron obligados a llevar tarjetas de identidad amarillas. Tras la guerra de los Seis Días, se impusieron nuevas medidas represivas: las propiedades judías fueron confiscadas; las cuentas bancarias judías congeladas; despidieron a [muchos] judíos de cargos públicos; les cerraron negocios; les cancelaron permisos comerciales, les desconectaron los teléfonos. A muchos judíos los pusieron bajo arresto domiciliario por largos períodos de tiempo o los restringieron a permanecer en las ciudades.
La persecución alcanzó su peor momento a fines de 1968. Veintenas de personas fueron encarceladas luego del descubrimiento de una «red de espionaje » local compuesta de empresarios judíos. Catorce hombres —once de ellos judíos— fueron sentenciados a muerte en procesos teatrales y ahorcados en las plazas públicas de Bagdad; otros murieron de torturas. El 27 de enero de 1969, Radio Bagdad llamó a los iraquíes a «venir a disfrutar la fiesta». Unos 500.000 hombres, mujeres y niños desfilaron y bailaron junto a los patíbulos donde pendían los cuerpos de los judíos ahorcados; la turba coreaba rítmicamente «muerte a Israel» y «muerte a todos los traidores». Este despliegue provocó una repulsa mundial que Radio Bagdad descartó diciendo: «nosotros ahorcamos espías, pero los judíos crucificaron a Cristo». Los judíos siguieron estando bajo constante vigilancia del gobierno iraquí. Un judío iraquí (que más tarde escapó) escribió en su diario en febrero de 1970:
Úlceras, ataques cardíacos y postraciones nerviosas son cada vez más frecuentes entre los judíos… La deshumanización de la personalidad judía, resultante de continuas humillaciones y tormentos… nos ha degradado hasta los niveles más bajos de nuestras facultades físicas y mentales, y nos ha privado de la fuerza para recuperarnos.
En respuesta a la presión internacional, el gobierno de Bagdad permitió discretamente que la mayoría de los restantes judíos emigraran a principios de los años 70, mientras dejaba otras restricciones en vigor. La mayoría de los judíos que quedan en Irak son demasiado viejos para irse. Han sido presionados por el gobierno a entregar los títulos, sin compensación, de propiedades de la comunidad judía valuadas en más de $200 millones. El gobierno también participa de la retórica antisemita. Una declaración emitida por el gobierno en el 2000 se refiere a los judíos como «descendientes de monos y cerdos, y adoradores del tirano infiel».
En 1991, antes de la guerra del Golfo, el Departamento de Estado dijo «no hay ninguna evidencia reciente de persecución abierta de judíos, pero el régimen restringe los viajes (particularmente a Israel) y los contactos con agrupaciones judías en el exterior».
Más recientemente, un informe del Jerusalén Post señalaba que 75 judíos han huído de Irak en los últimos cinco años, la mayoría de los cuales se reasentaron en Holanda o Inglaterra. Alrededor de 20 emigraron a Israel. En una época, una quinta parte de la población de Bagdad era judía, y otras comunidades se establecieron [en el país] hace 2.500 años. En la actualidad, quedan aproximadamente 100 judíos en todo Irak.
Sólo una sinagoga sigue funcionando en Irak, «un edificio ruinoso y desportillado metido en un callejón» en Batawan, una vez el principal barrio judío de Bagdad.
Según el administrador de la sinagoga, «hay pocos niños para el bar-mitzvahed, ni parejas para casarse. Los judíos pueden practicar su religión, pero no se les permite tener empleos en las empresas del Estado ni entrar en el ejército. El rabino murió en 1996 y ninguno de los judíos restantes puede celebrar la liturgia y sólo un par de ellos sabe hebreo. La última boda se celebró en 1980.
Los judíos de Líbano
Población judía de 1948: 20.000
En 2001: Menos de 100
Cuando los cristianos árabes gobernaban Líbano, los judíos disfrutaban de relativa tolerancia. A mediados de los años 50, aproximadamente 7.000 judíos vivían en Beirut. Sin embargo, como judíos en un país árabe, su posición nunca era segura, y la mayoría se fue en 1967.
La guerra civil musulmano-cristiana de 1975-76 se libró en torno al barrio Judío de Beirut, afectando muchas casas, negocios y sinagogas judías. La mayoría de los 1.800 judíos libaneses que quedaban emigraron en 1976, temiendo que la creciente presencia siria en Líbano restringiría su libertad de emigración.
A mediados de los años 80, Jezbalá secuestró a varios prominentes judíos de Beirut —la mayoría eran líderes de la pequeñísima comunidad judía que quedaba en el país. A cuatro de los judíos los encontraron más tarde asesinados. Casi todos los judíos que quedan están en Beirut, donde hay un comité que representa la comunidad. Debido a la actual situación política, los judíos no pueden practicar abiertamente el judaísmo.
Los judíos de Libia
Población judía en 1948: 38.000
En 2001: Probablemente 0
Un salvaje pogromo en Trípoli, el 5 de noviembre de 1945, mató a más de 140 judíos y dejó a centenares más heridos. Casi todas las sinagogas fueron saqueadas. En junio de 1948, unas turbas mataron a otros 12 judíos y destruyeron 280 casas de judíos.
Miles de judíos huyeron del país después que a Libia le concedieron la independencia y entró a formar parte de la Liga Árabe en 1951. Tras la guerra de los Seis Días, la población judía de 7.000 personas fue sujeta de nuevo a pogromos, en los cuales 18 individuos resultaron muertos y muchos más lesionados, dando lugar a un éxodo casi total que dejó menos de 100 judíos en Libia.
Cuando el coronel Qaddafi tomó el poder en 1969, todas las propiedades judías fueron confiscadas y todas las deudas a los judíos fueron canceladas.
En 1999, la sinagoga de Trípoli fue renovada; sin embargo, no la reabrieron.
El último judío que vivió en Libia, Esmeralda Meghnagi, murió en febrero del 2002. Esto marcó el fin de una de las más antiguas comunidades judías del mundo, que remontaba sus orígenes al tercer siglo a. de N.E.
Los judíos de Marruecos
Población judía en 1948: 265.000
En 2001: 5.700
En junio de 1948, unos motines sangrientos en Oujda y Djerada dejaron un saldo de 44 judíos muertos y veintenas más de heridos. Ese mismo año, se produjo un boicot extraoficial instigado contra los judíos marroquíes.
En 1956, Marruecos declaró su independencia y la inmigración judía a Israel se suspendió. En 1963, la emigración se reanudó, permitiendo que más de 100.000 judíos marroquíes llegaran a Israel.
En 1965, el escritor marroquí Said Ghallab describió la actitud de sus correligionarios musulmanes hacia sus vecinos judíos:
El peor insulto que un marroquí podría posiblemente proferir es el de tratar a alguien como judío…Mis amigos de la infancia han seguido siendo antijudíos. Ellos ocultaban su virulento antisemitismo arguyendo que el estado de Israel era la criatura del imperialismo occidental… Todo un mito hitlerista está siendo cultivado entre el populacho. Las masacres de judíos por Hitler son exaltadas con delectación. Incluso se dice que Hitler no está muerto, sino vivito y coleando, y se espera su llegada para librar a los árabes de Israel.
Sin embargo, antes de su muerte en 1999, el rey Hassán intentó proteger a la población judía, y actualmente, Marruecos tiene uno de los ambientes más tolerantes para los judíos en el mundo árabe. Los emigrados judíos marroquíes, incluso los que tienen ciudadanía iraquí, visitan libremente a amigos y parientes en Marruecos. Los judíos de Marruecos tienen posiciones importantes en la comunidad empresarial y en el gobierno. La más importante organización judía que representa a la comunidad es el Consejo de Comunidades Israelíes en Casablanca. Sus funciones incluyen relaciones externas, asuntos comunales en general, herencia comunitaria, finanzas, mantenimiento de los santos lugares, actividades de los jóvenes y vida cultural y religiosa.
«Los judíos ya no residen en las mellahs tradicionales judías, pero el matrimonio interconfesional es casi desconocido. La comunidad siempre ha sido religiosa y tolerante… La generación más joven prefiere seguir su educación superior en el extranjero y tiende a no regresar a Marruecos. En consecuencia, la comunidad está en un proceso de envejecimiento.
Hay sinagogas, mikvaot, hogares de ancianos, y restaurantes kosher en Casablanca, Fez, Marrakesh, Mogador, Rabat, Tetuán y Tánger. En 1992, sin embargo, la mayoría de las escuelas judías estaban cerradas. Sólo las de Casablanca -el Chabad, ORT, la Alianza y las escuelas de Otzar Ha-Torah- han permanecido activas. Las cuatro reciben fondos del gobierno.
«La comunidad judía desarrolló una fascinante tradición de rituales y peregrinaciones a las tumbas de los sabios santos. Hay 13 de tales sitios famosos, con siglos de antigüedad, bien conservados por los musulmanes. Cada año en fechas especiales, multitudes de judíos marroquíes de todo el mundo, incluso de Israel, se congregan en esas tumbas. Un festival exclusivamente marroquí, el Mimunah, se celebra en Marruecos y en Israel.
Marruecos es quizás el mejor amigo de Israel en el mundo árabe. El rey Hassán con frecuencia intentó ser una especie de catalizador del proceso de paz árabeisraelí tras bambalinas. En julio de 1986, recibió al primer ministro Shimón Peres en un esfuerzo por estimular el acercamiento. Dos meses después, Hassán se reunió con una delegación de judíos de origen marroquí, que incluía un miembro del Knesset israelí. En 1993, luego de firmar el acuerdo con la OLP, el primer ministro Yitzhak Rabín hizo una visita formal a Marruecos.
En mayo de 1999, el rey Hassán organizó la primera reunión de la Unión Mundial de Judíos Marroquíes, en Marrakesh.
En abril y mayo del 2000, el gobierno marroquí auspició una serie de eventos y conferencias promoviendo el respeto entre las religiones. Andre Azoulay, consejero real y un importante ciudadano judío, habló de la necesidad del respeto y el diálogo interreligioso. En octubre del 2000, dos jóvenes marroquíes intentaron asaltar una sinagoga en Tánger. El rey Mohamed VI declaró públicamente en un discurso televisado el 6 de noviembre del 2000, que el gobierno no toleraría el maltrato de los judíos de Marruecos. Los jóvenes fueron luego sentenciados a un año de prisión.
Los judíos de Siria
Población judía en 1948: 30.000
En 2001: menos de 100
En 1944, después de que Siria se independizó de Francia, el nuevo gobierno prohibió la inmigración judía a Palestina, y restringió severamente la enseñanza del hebreo en las escuelas judías. Los ataques contra los judíos aumentaron, y se pidió que boicotearan sus negocios.
Cuando se proclamó la partición en 1947, turbas árabes en Alepo devastaron la comunidad judía que tenía 2.500 años de antigüedad. Veintenas de judíos fueron muertos y más de 200 casas, tiendas y sinagogas fueron destruidas.
Miles de judíos huyeron ilegalmente de Siria para irse a Israel.
Poco después, el gobierno sirio intensificó su persecución de la población judía, y su libertad de movimiento quedó severamente restringida. Los judíos que intentaban salir podían enfrentar la pena de muerte o el encarcelamiento con trabajos forzados. A los judíos no se les permitía trabajar para el gobierno o en los bancos, no podían adquirir teléfonos o licencias de conducción, y no tenían derecho a comprar propiedades. Las cuentas de banco judías fueron congeladas. Una carretera al aeropuerto se pavimentó por encima del cementerio judío de Damasco; las escuelas judías se cerraron y se las entregaron a musulmanes.
La actitud de Siria hacia los judíos se reflejó en el refugio que le dieron a Alois Brunner, uno de los más notorios criminales de guerra nazis. Brunner, ayudante general de Adolf Eichmann, sirvió de asesor al régimen de Assad.
Entre 1987-88, la policía secreta siria detuvo a 10 judíos —que planeaban escaparse o que habían hecho viajes no autorizados al extranjero— por sospechas de violar las leyes de viajes e inmigración. Varios que fueron liberados dijeron que los habían torturado mientras estaban presos.
En noviembre de 1989, el gobierno sirio prometió facilitar la emigración de más de 500 mujeres judías solteras, que sobrepasaban notablemente en número a los hombres disponibles de la comunidad judía y no podían encontrar maridos aceptables. A veinticuatro se les permitió emigrar en el otoño de 1989 y a otras 20 en 1991.
Durante años, los judíos de Siria vivieron con mucho miedo. El Barrio Judío en Damasco estaba bajo constante vigilancia de la policía secreta, que también estaba presente en los cultos de las sinagogas, en bodas, bar-mitzvahs y otras reuniones judías. El contacto con extranjeros estaba estrechamente supervisado. Viajar al extranjero se permitía en casos especiales, pero sólo si uno dejaba en garantía un bono de $300 a $1.000, junto con miembros de la familia que sirvieran de rehenes. La presión de EE.UU. aplicada durante las negociaciones de paz ayudó a convencer al presidente Hafiz Assad a levantar estas restricciones, y las que les prohibían a los judíos comprar y vender propiedades, a principios de la década del 90.
En una operación encubierta a fines de 1994, 1.262 judíos sirios fueron traídos a Israel. El líder espiritual de la comunidad judía siria durante 25 años, el rabino Abraham Hamra, se encontraba entre los que salieron de Siria y fueron a Nueva York (él ahora vive en Israel). Siria había concedido visados de salida con la condición de que los judíos no fueran a Israel. La decisión de liberar finalmente a los judíos se produjo en gran medida como resultado de la presión de Estados Unidos tras la conferencia de paz de Madrid de 1991.
Para fines de 1994, la sinagoga Joab Ben Zwruiah de Alepo, en uso continuo durante más de 1.600 años, se había quedado desierta. Un año después, aproximadamente 250 judíos quedaban en Damasco, todos aparentemente por decisión propia. A mediados del 2001, el rabino Hudder Shahada Kabariti calculó que había 150 judíos viviendo en Damasco, 30 en Haleb y 20 en Kamashili. Cada dos o tres meses, un rabino procedente de Estambul, Turquía, venía de visita para supervisar las preparación de carne kosher, que los residentes congelaban y usaban hasta la próxima visita. Dos sinagogas siguen abiertas en Damasco.
Aunque los judíos son ocasionalmente sujetos a violencia por manifestantes palestinos en Siria, el gobierno ha tomado estrictas medidas de protección, incluidas el arresto de los asaltantes y el proteger las sinagogas que subsisten.
Según el Departamento de Estado, los judíos tienen aún una escuela primaria separada para instrucción religiosa del judaísmo y se les permite enseñar hebreo en algunas escuelas. Alrededor de una docena de alumnos asisten aún a la escuela judía, que tenía 500 estudiantes en tiempos tan recientes como en 1992. Los judíos y los kurdos son las únicas minorías a las que no se les permite participar en el sistema político. Además, «a los pocos judíos que quedan se les niega por lo general empleo en el gobierno y están exentos del servicio militar obligatorio. Son la única minoría cuyos pasaportes y tarjetas de identidad consignan su religión».
Los judíos de Tunez.
Población judía en 1948: 105.000
En 2001: 1.500
Luego de que Tunicia se independizara en 1956, se promulgó una serie de decretos gubernamentales antijudíos. En 1958, el Consejo de la Comunidad Judía de Tunicia fue abolido por el gobierno y antiguas sinagogas, cementerios y barrios judíos fueron destruidos para darle paso a la «renovación urbana».
La situación cada vez más inestable hizo que más de 40.000 judíos tunecinos inmigraran a Israel. En 1967, la población judía del país se había reducido a 20,000.
Durante la guerra de los Seis Días, los judíos fueron atacados por turbas de árabes amotinados, quienes además quemaron sinagogas y tiendas. El gobierno denunció la violencia, y el presidente Habib Bourguiba pidió disculpas al rabino principal. El gobierno le pidió a la comunidad judía que se quedara, pero no les impidió irse. Subsecuentemente, 7.000 judíos emigraron a Francia.
En 1982, hubo ataques contra judíos en los pueblos de Zarsis y Ben Guardane.
Según el Departamento de Estado, el gobierno tunecino «actuó decisivamente para ofrecer protección a la comunidad judía».
En 1985, un guardia tunecino abrió fuego contra los que participaban en el culto en una sinagoga en Gerba, y mató a cinco personas, cuatro de ellos judíos. Desde entonces, el gobierno ha tratado de prevenir otras tragedias brindándoles a los judíos tunecinos especial protección cuando ha sido necesario.
Luego de que Israel bombardeara el cuartel general de la OLP en las cercanías de la ciudad de Túnez, el 1 de octubre de 1985, «el gobierno tomó medidas extraordinarias para proteger a la comunidad judía». Después de la tragedia en el Monte del Templo en octubre de 1990, «el gobierno tomó serias medidas de seguridad alrededor de la sinagoga principal de Túnez».
Gerba tiene una guardería infantil judía. Hay también seis escuelas primarias judías (tres localizadas en Túnez, dos en Gerba y una en la ciudad costera de Zarzis) y cuatro escuelas secundarias (dos en Túnez y dos en Gerba). Hay también yeshivot en Túnez y en Gerba. La comunidad tiene dos asilos de ancianos. El país tiene varios restaurantes kosher y cinco rabinos oficiantes: el rabino principal de Túnez, un rabino en Gerba y otros cuatro en Túnez. La mayoría de la comunidad judía observa las leyes de kashrut.
«Muchos turistas venían a visitar la sinagoga El Ghirba de Gerba en la aldea de Jara Sghira. Aunque la presente estructura del edificio fue construida en 1929, se cree que siempre ha habido una sinagoga en ese lugar por los últimos 1.900 años. Los judíos tunecinos tienen muchos rituales y celebraciones singulares y coloridas, incluida la peregrinación anual a Gerba que tiene lugar durante Lag BaOmer. El Museo Bardo en Túnez contiene una exposición que muestra exclusivamente objetos rituales judíos.
En la actualidad, los 1.300 judíos constituyen la minoría religiosa indígena más grande del país. «El gobierno garantiza la libertad de cultos para la comunidad judía y paga el salario del Gran Rabino» de la comunidad.
En octubre de 1999, la comunidad judía eligió una nueva Junta Directiva por primera vez desde la independencia de Tunicia en 1956. También le dieron a la Junta un nuevo nombre: El Comité Judío de Tunicia».
El 11 de abril de 2002, un camión de gas natural explotó en la parte exterior de la sinagoga de Griba en la isla balneario de Gerba. Funcionarios tunecinos dijeron al principio que el camión había chocado accidentalmente con la pared de la sinagoga, pero un grupo vinculado a la red al-Qaeda de Osama bin Laden reclamó responsabilidad por llevar a cabo lo que realmente fue un ataque terrorista contra la más antigua sinagoga de África. La explosión mató a 17 personas, entre ellos 11 turistas alemanes.
Los judíos de Yemen
Población judía en 1948: 55.000 (en Adén: otros 8.000)
En 2001: menos de 200
En 1922, el gobierno de Yemen reintrodujo una antigua ley islámica que exigía que los huérfanos judíos menores de 12 años fueran convertidos obligatoriamente al Islam.
En 1947, luego de que se aprobara la partición, turbas musulmanas, ayudadas por la fuerza policial local, emprendieron un sangriento pogromo en Adén que ocasionó la muerte a 82 judíos y destruyó cientos de hogares judíos. La comunidad judía de Adén quedó paralizada económicamente, la mayoría de las tiendas y empresas judías fueron destruidas. A principios de 1948, la falsa acusación del asesinato ritual de dos niñas condujo a un saqueo.
Esta situación cada vez más peligrosa dio lugar a la emigración de virtualmente toda la comunidad judía yemenita —casi 50.000— entre junio de 1949 y septiembre de 1950 en la operación «Alfombra Mágica». Una migración continua, más pequeña, se autorizó hasta 1962, cuando una guerra civil puso un abrupto fin a cualquier otro éxodo judío.
Hasta 1976, cuando un diplomático norteamericano se encontró con una pequeña comunidad judía en una remota región del norte de Yemen, se creía que la comunidad judía yemenita estaba extinta. Como resultado, la situación de los judíos yemenitas pasaba inadvertida para el mundo exterior.
Resultó ser que algunas personas se quedaron detrás durante la operación «Alfombra Mágica» porque miembros de la familia no quisieron dejar a parientes enfermos o ancianos. A estos judíos se les prohibió emigrar y no les permitían que tuvieran contacto con sus parientes en el extranjero. Estaban aislados y atrapados, dispersos a través de las regiones montañosas del norte de Yemen y carentes de alimento, ropa, atención médica y artículos religiosos. Como resultado, algunos judíos yemenitas abandonaron su fe y se convirtieron al Islam.
Por un breve tiempo, se les permitió a algunas organizaciones judías que viajaran abiertamente dentro de Yemen, distribuyendo libros y materiales en hebreo a la comunidad judía.
En la actualidad, los judíos son la única minoría religiosa indígena, además de un pequeño número de cristianos, hindúes y bahaístas. La pequeña comunidad que permanece en la región norte de Yemen es tolerada y se le permite que practique el judaísmo. Sin embargo, sus miembros son aún tratados como ciudadanos de segunda clase y no pueden servir en el ejército o ser electos a posiciones políticas. Los judíos son tradicionalmente restringidos a vivir en una sección de una ciudad o una aldea y con frecuencia se les confina a una opción limitada de empleos, usualmente agrícolas y artesanales. Los judíos pueden y suelen tener propiedades.
Los judíos se encuentran dispersos y ya no cuentan con ninguna estructura comunitaria. Los judíos yemenitas tienen poco intercambio social con sus vecinos musulmanes y en gran medida se les impide la comunicación con el judaísmo mundial. Se cree que hay dos sinagogas que aún funcionan en Saiqaya y en Amlah.
La vida religiosa no ha cambiado mucho en Yemen. A los judíos no se les permite comer con los musulmanes. El matrimonio está absolutamente prohibido fuera de la religión.
Durante los últimos años, alrededor de 400 judíos han inmigrado a Israel, pese a la prohibición especial sobre la emigración.
El Departamento de Estado reportó que a mediados del 2000, «el gobierno suspendió su práctica de permitir que titulares de pasaportes israelíes de origen yemení viajaran a Yemen con salvoconductos. Sin embargo, yemeníes, israelíes y otros judíos pueden viajar libremente a Yemen, y dentro de su territorio, con pasaportes que no sean israelíes».
En enero del 2001, el gobernante «Partido Popular General» puso, por primera vez, a un judío yemení en la boleta de las elecciones parlamentarias.
El candidato, Ibrahim Ezer, se dijo que había sido recomendado por el presidente Alí Abdallah Salah como un gesto al entrante gobierno de Bush para recibir ayuda económica para Yemen. El Comité General Electoral, rechazó luego la solicitud de Ezer en base a que el candidato debe ser el hijo de padre y madre musulmanes. Los analistas políticos especularon que la verdadera razón era un deseo de no establecer un precedente de dejar que un judío se postulara para un cargo.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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