El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) alista todos los años a medio centenar de jóvenes de origen iraní, parte de los cuales destina a las unidades de Inteligencia con el fin de interpretar al régimen de los ayatollahs y mantener su programa nuclear bajo una estricta vigilancia.
Ese grupo de jóvenes nacidos en Irán y emigrados a Israel en distintas etapas de sus vidas representa una de las puntas de lanza del espionaje israelí, volcado esta última década en descubrir el verdadero alcance del esfuerzo atómico de Teherán.
Los datos sobre el alistamiento de emigrantes iraníes los dio a conocer el Ejército de Defensa de Israel, por primera vez, en su revista "Bamahané", en el que revela que uno de cada cinco de estos reclutas acaba en la Inteligencia Militar.
"No se trata únicamente de que pudean hablar farsi, que es una lengua muy rica, sino también de conocer la cultura iraní, su historia, su mentalidad", declaró un oficial de este origen con rango de mayor y al que, por razones de seguridad, sólo se puede identificar por la inicial de su nombre: "D".
"Conocer al enemigo" es la clave de la prestigiosa unidad 8200, la más grande del Ejército de Defensa de Israel y a cargo de interceptar las comunicaciones de los países de la región y descifrar sus mensajes codificados.
Equivalente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU, la unidad es el nudo de una buena parte de la información de inteligencia que, después de ser analizada, fluye hacia otras agencias gubernamentales, organismos de seguridad y ministerios.
En las últimas dos décadas, y en particular desde que comenzó su programa nuclear, Irán es uno de los países más seguidos por la Inteligencia Militar, lo que concede una especial importancia a estos emigrantes, todos ellos de ascendencia judía.
"Vinimos a Israel porque queríamos mantener nuestra identidad judía y lo hicimos poco antes de que yo entrara en el Ejército iraní", explicó "D", que llegó a través de un tercer país y por supuesto sin revelar a las autoridades a dónde se dirigía.
Licenciado en Ingeniería Electrónica por el Instituto Technión de Haifa y con un cociente intelectual muy por encima del promedio, ahora elabora complejos algoritmos y dispositivos electrónicos que apoyen las funciones de los organismos de inteligencia.
"Están los 'James Bond', y está 'Q'. Nosotros somos Q", describe en una entrevista su función en el Directorio de Telecomunicaciones (C4I) del Ejército de Defensa de Israel, donde trabajan estrechamente con la Inteligencia.
Debido a sus particulares conocimientos, el Ejército trata de convencer a estos soldados de que permanezcan en sus filas como personal profesional al concluir el servicio obligatorio, lo que muchos acaban haciendo.
"En Inteligencia no hay muchas personas que controlen el farsi perfectamente como estos nativos iraníes, por ello a los que alistamos les pedimos que se queden y la mayoría sirven en las mismas unidades en la que lo hicieron durante su servicio militar", señaló una fuente involucrada.
"D", oficial de carrera, llegó a Israel hace más de un década procedente de una de comunidad que data de hace más 2.500 años, una de las más antiguas en la diáspora judía.
Hasta mitad del siglo XX contaba más de 100 mil miembros, una cifra que se ha reducido a poco menos de 10 mil desde la revolución islámica de 1979.
Desde entonces, las fructíferas relaciones que tenía Israel con el régimen del sha Mohamed Reza Pahleví se han transformado en una acérrima enemistad en la que prima el lenguaje de las amenazas.
"Es un régimen sin piedad, pero astuto e inteligente", destaca "D" sobre los ayatollahs, a la vez que separa de su valoración al pueblo iraní, con el que nunca tuvo problemas por ser judío, una apreciación en la que coincide con otros soldados de su mismo origen.
Sin entrar en cuestiones políticas, exigencia del uniforme, explica que "no cree demasiado" en las reformas del nuevo presidente Hassán Rohaní, porque dice que no es quien realmente tiene el poder, sino que esté esta concentrado en las manos el líder supremo de la revolución, Alí Khameneí.
Un soldado del mismo origen declaró a "Bamahné" que "siente irritación cuando ve lo que Rohani dice de Israel".
"Pero, por otro lado, en Israel leo tonterías sobre Irán. A veces siento que los iraníes no saben nada sobre Israel, y que en Israel no saben nada de Irán. Quizás haya allí un régimen malo, pero la gente iraní es buena", aseguró. EFE
30/01/2014 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/56245/?utm_source=Noticias+diarias+Jueves-TEA&utm_medium=30-01-2014%202da%20edic
Ese grupo de jóvenes nacidos en Irán y emigrados a Israel en distintas etapas de sus vidas representa una de las puntas de lanza del espionaje israelí, volcado esta última década en descubrir el verdadero alcance del esfuerzo atómico de Teherán.
Los datos sobre el alistamiento de emigrantes iraníes los dio a conocer el Ejército de Defensa de Israel, por primera vez, en su revista "Bamahané", en el que revela que uno de cada cinco de estos reclutas acaba en la Inteligencia Militar.
"No se trata únicamente de que pudean hablar farsi, que es una lengua muy rica, sino también de conocer la cultura iraní, su historia, su mentalidad", declaró un oficial de este origen con rango de mayor y al que, por razones de seguridad, sólo se puede identificar por la inicial de su nombre: "D".
"Conocer al enemigo" es la clave de la prestigiosa unidad 8200, la más grande del Ejército de Defensa de Israel y a cargo de interceptar las comunicaciones de los países de la región y descifrar sus mensajes codificados.
Equivalente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU, la unidad es el nudo de una buena parte de la información de inteligencia que, después de ser analizada, fluye hacia otras agencias gubernamentales, organismos de seguridad y ministerios.
En las últimas dos décadas, y en particular desde que comenzó su programa nuclear, Irán es uno de los países más seguidos por la Inteligencia Militar, lo que concede una especial importancia a estos emigrantes, todos ellos de ascendencia judía.
"Vinimos a Israel porque queríamos mantener nuestra identidad judía y lo hicimos poco antes de que yo entrara en el Ejército iraní", explicó "D", que llegó a través de un tercer país y por supuesto sin revelar a las autoridades a dónde se dirigía.
Licenciado en Ingeniería Electrónica por el Instituto Technión de Haifa y con un cociente intelectual muy por encima del promedio, ahora elabora complejos algoritmos y dispositivos electrónicos que apoyen las funciones de los organismos de inteligencia.
"Están los 'James Bond', y está 'Q'. Nosotros somos Q", describe en una entrevista su función en el Directorio de Telecomunicaciones (C4I) del Ejército de Defensa de Israel, donde trabajan estrechamente con la Inteligencia.
Debido a sus particulares conocimientos, el Ejército trata de convencer a estos soldados de que permanezcan en sus filas como personal profesional al concluir el servicio obligatorio, lo que muchos acaban haciendo.
"En Inteligencia no hay muchas personas que controlen el farsi perfectamente como estos nativos iraníes, por ello a los que alistamos les pedimos que se queden y la mayoría sirven en las mismas unidades en la que lo hicieron durante su servicio militar", señaló una fuente involucrada.
"D", oficial de carrera, llegó a Israel hace más de un década procedente de una de comunidad que data de hace más 2.500 años, una de las más antiguas en la diáspora judía.
Hasta mitad del siglo XX contaba más de 100 mil miembros, una cifra que se ha reducido a poco menos de 10 mil desde la revolución islámica de 1979.
Desde entonces, las fructíferas relaciones que tenía Israel con el régimen del sha Mohamed Reza Pahleví se han transformado en una acérrima enemistad en la que prima el lenguaje de las amenazas.
"Es un régimen sin piedad, pero astuto e inteligente", destaca "D" sobre los ayatollahs, a la vez que separa de su valoración al pueblo iraní, con el que nunca tuvo problemas por ser judío, una apreciación en la que coincide con otros soldados de su mismo origen.
Sin entrar en cuestiones políticas, exigencia del uniforme, explica que "no cree demasiado" en las reformas del nuevo presidente Hassán Rohaní, porque dice que no es quien realmente tiene el poder, sino que esté esta concentrado en las manos el líder supremo de la revolución, Alí Khameneí.
Un soldado del mismo origen declaró a "Bamahné" que "siente irritación cuando ve lo que Rohani dice de Israel".
"Pero, por otro lado, en Israel leo tonterías sobre Irán. A veces siento que los iraníes no saben nada sobre Israel, y que en Israel no saben nada de Irán. Quizás haya allí un régimen malo, pero la gente iraní es buena", aseguró. EFE
30/01/2014 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/56245/?utm_source=Noticias+diarias+Jueves-TEA&utm_medium=30-01-2014%202da%20edic
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