A pesar de la Shoá, y de las guerras ganadas de Israel y a pesar de todo lo que se ha colonizado y lo que resta de la Tierra por colonizar, el derecho a la existencia del Estado de Israel es puesto en tela de juicio en forma constante y diaria.
Y aún los lazos históricos imposibles de negar que atan al pueblo hebreo desde siempre con la Tierra Santa, no resultan suficientes para que disminuya la crítica de aquellos que bajo el paraguas del antisionismo, del propalestinismo y del bando de los árabes e islamitas y de sus acólitos y socios de ocasión que son los famosos negacionistas (o niega-sionistas) argumenten que todo es un complot judío para quedarse con la tierra ajena, con la tierra árabe-palestina.
El problema talla profundo, pues a esas voces eternamente odiosas se suman, lamentablemente, muchos judíos de madre y otros solo de apellido que adhieren a ese aterrorizador y eterno objetivo de los enemigos de nuestro pueblo de destruir al Estado de Israel mediante una pinza de presión que incluye terrorismo todo-terreno, un tsunami anti-israelí y una vómica de odio antijudío reciclado bajo el ropaje de un embate político sin precedentes, tendiente a aislar a la pequeña patria judía haciendo honor a esa vieja idea de el pueblo de Israel como una ovejita rodeada de setenta lobos.
Sionismo político moderno
Si bien el sionismo tiene orígenes más remotos, se podría decir que el movimiento sionista político moderno y laico, nace a fines del siglo XIX con los sueños del periodista austro-húngaro Theodore Herzl. Y si bien Wikipedia define sionismo como un movimiento político internacional tendiente a conseguir una patria en "eretz Israel" para el pueblo judío, nosotros preferimos llamarlo movimiento de liberación nacional judío.
El sionismo moderno tuvo éxito si pensamos en la fundación del Estado de Israel en 1948, pero el problema para los judíos de la diáspora y aún para los propios judíos israelíes que viven en el único Estado Judío muy lejos estarían de terminarse.
Si bien muchos definen la política como el arte de lo posible, para cualquiera que siga el tópico, tranquilamente puede ver como sigue la película en el plano de lo terrenal. Y es que la máxima es (valga la redundancia): "los amigos de hoy pueden convertirse en los enemigos del mañana y viceversa". El punto es justamente que en el plano humano todo se mueve por conveniencia y necesidad y muy poco por convicción.
Navegando nuestra larga historia podemos ver muchas traiciones y complicidades, que devinieron o posibilitaron persecuciones, destrucción y matanzas.
Y con solo pensar que los campos de concentración y los crematorios existieron en pleno siglo XX y no en la edad media, y que el holocausto fue llevado a cabo por gente que salió del considerado el pueblo mas culto de Europa y puede que del mundo, entonces aquí yace para nosotros los judíos un mensaje encriptado que tenemosla necesidad de descifrar y comprender.
¿En quién confiar? ¿En qué personas o pueblos o gobiernos apoyarnos para conseguir aceptación y seguridad? Y yo entiendo que la respuesta se encuentra al principio del final.
"En el principio Dios creó los cielos y la tierra". Así comienza la Torá, con este versículo y no con otro, y esto lo explica el famoso comentarista bíblico Rashi(1040-1105) y es que Rashi es el acrónimo hebreo de Rabi Shlomo Itzjaki. El sabio explica y cita otro versículo que dice: "la fuerza de sus acciones, las relata a su pueblo para darles heredad nacional". (Salmo 111, versículo 6). El exégeta continúa:"Luego si los pueblos del mundo vienen y dicen a Israel: Sois ladrones, porque os apropiasteis de tierras de los siete pueblos (que moraban en Canaán), ellos el pueblo de Israel podrán responder: Toda la tierra pertenece a Dios. El la creó y la entrego a quien halló gracias a sus ojos; con su voluntad la dio, y con su voluntad la quitó de ellos y nos la dio".
Nuestro documento y título de propiedad.
Recuerdo haber leído, que cuando Menachem Begin (primer ministro de Israel 1977) fue a firmar los acuerdos de Paz con Egipto (1978) llevó el Tanaj bajo el brazo. El era un estudioso de las Sagradas Escrituras, y se dio cuenta que solo este libro es nuestro fundamento para reclamar ante las Naciones o a pesar de las Naciones la posesión o el derecho a la Tierra de Israel.
Es llamativo lo que uno escucha en estos días, cuando Israel es duramente criticado y tildado de "ocupante" de la tierra árabe-palestina. Proviene de aquellos que exponen omiten deliberadamente citar las Sagradas Escrituras (la Torá), aunque todos sabemos que tanto los cristianos como los musulmanes aceptan el Pentateuco(los cinco primeros libros), o lo que muchos (ellos) denominan "el Viejo Testamento".
Siempre me he preguntado por qué tal omisión? Yo entiendo que ellos perciben o saben o entienden o intuyen que deben omitir la fuente, o que la intención es algo así como querer amputar la historia, o intentar escribir una nueva historia tal como lo dice hoy el presidente Abbas de la Autoridad Terrorista Palestina (¿el socio de Israel para la paz?), que Jesús era palestino y no judío.
Es que los enemigos de Israel no son tontos, ellos quieren minar el fundamento histórico inapelable del derecho judío a reclamar vivir y habitar en la Tierra de Israel (Eretz Israel).
Si bien sabemos que al final de los tiempos lo que sucederá solo depende de la voluntad de Dios, nosotros los judíos deberíamos apoyarnos en nuestro único documento o título de propiedad que nos fue otorgado por nuestro padre que nos ama con amor profundo desde el principio de los tiempos.
Cierro esta presentación con lo escrito en los Salmos de David: "Allí (en Tzion) haré brotar el dominio de David, (allí) preparé una luz para mi ungido (la luz del éxito de su reino). A sus enemigos vestiré de humillación, pero sobre él resplandecerá su corona". Salmo 132, versículos 17 y 18.Amén.
23/01/2014 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/56093/?utm_source=Noticias+diarias+Jueves-TEA&utm_medium=23-01-2014%202da%20edic
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