El ISIS reivindicó ayer en una grabación de audio el ataque contra el
Museo del Bardo
que se cobró las vidas de 23 personas, entre ellas 18
turistas extranjeros
Todo apuntaba al terrorismo yihadista, que ha vuelto a demostrar su capacidad de expandirse por el Norte de África. El Estado Islámico reivindicó ayer en una grabación de audio el ataque contra el Museo del Bardo que se cobró las vidas de 23 personas, entre ellas 18 turistas extranjeros. En una grabación de audio difundida en internet y cuya autenticidad no pudo ser verificada, el ISIS asegura que dos de sus combatientes, a los que identificó como Abu Zakaría al Tunisi y Abu Anás al Tunisi, llevaron a cabo el atentado.
Ambos habían recibido entrenamiento en Libia, según el ministro del Interior tunecino, Rafik Chelli, quien aseguró ayer que fueron “captados” en una mezquita de Túnez y viajaron el pasado septiembre a territorio libio, donde el avance de los yihadistas sobre Sirte (a 460 kilómetros al este de Trípoli) ha forzado incluso la evacuación de los trabajadores cristianos en la ciudad tras meses de radicalización progresiva. El caos que reina en el país ha permitido a los acólitos del 'Califato' expandirse desde su feudo oriental, "capital" de la “Wilayat Barqa” o Provincia de Cirenaica. El Estado Islámico ha optado por la creación de bases extraterritoriales. Es innegable su penetración en Libia, Egipto, Yemen, Argelia e incluso Afganistán.
La organización explicó que los dos terroristas, a los que describió como "caballeros del Estado Islámico", perpetraron el ataque con armas automáticas y granadas de mano en el museo, ubicado en el complejo de Seguridad del Parlamento tunecino. Allí, los yihadistas "cercaron a un grupo malicioso de ciudadanos de países cruzados", quienes fueron "seducidos por los apóstatas (el Gobierno tunecino), que les adornó la tierra de Túnez para convertirla en un foco de su infidelidad y libertinaje". El ISIS concluyó su mensaje de audio con la amenaza de más ataques en la “tierra musulmana de Túnez”, y que esto no ha sido más que “la primera gota de lluvia”: “No disfrutaréis ni de paz ni de seguridad”.
Ante el temor de que el ISIS se expandiera por su territorio, las fuerzas de seguridad tunecinas han detenido en los últimos meses a centenares de presuntos yihadistas, algunos acusados de pertenecer al grupo "Katibat de Okba Ibn Nafáa", aliado de Ansar Al Sharía (Los Partidarios de la Ley Divina), filial de Al Qaeda en el pequeño estado turístico del norte de África, que comparte frontera con Argelia y Libia, donde operan filiales del autodenominado Estado Islámico. Desde la proclamación del Califato en parte de Irak y Siria a finales de junio de 2014, la organización extremista no solo se ha extendido por estos dos países, sino que grupos o individuos que le han jurado lealtad han perpetrado ataques en otros lugares de África y Europa Occidente.
Ambos habían recibido entrenamiento en Libia, según el ministro del Interior tunecino, Rafik Chelli, quien aseguró ayer que fueron “captados” en una mezquita de Túnez y viajaron el pasado septiembre a territorio libio, donde el avance de los yihadistas sobre Sirte (a 460 kilómetros al este de Trípoli) ha forzado incluso la evacuación de los trabajadores cristianos en la ciudad tras meses de radicalización progresiva. El caos que reina en el país ha permitido a los acólitos del 'Califato' expandirse desde su feudo oriental, "capital" de la “Wilayat Barqa” o Provincia de Cirenaica. El Estado Islámico ha optado por la creación de bases extraterritoriales. Es innegable su penetración en Libia, Egipto, Yemen, Argelia e incluso Afganistán.
La organización explicó que los dos terroristas, a los que describió como "caballeros del Estado Islámico", perpetraron el ataque con armas automáticas y granadas de mano en el museo, ubicado en el complejo de Seguridad del Parlamento tunecino. Allí, los yihadistas "cercaron a un grupo malicioso de ciudadanos de países cruzados", quienes fueron "seducidos por los apóstatas (el Gobierno tunecino), que les adornó la tierra de Túnez para convertirla en un foco de su infidelidad y libertinaje". El ISIS concluyó su mensaje de audio con la amenaza de más ataques en la “tierra musulmana de Túnez”, y que esto no ha sido más que “la primera gota de lluvia”: “No disfrutaréis ni de paz ni de seguridad”.
Ante el temor de que el ISIS se expandiera por su territorio, las fuerzas de seguridad tunecinas han detenido en los últimos meses a centenares de presuntos yihadistas, algunos acusados de pertenecer al grupo "Katibat de Okba Ibn Nafáa", aliado de Ansar Al Sharía (Los Partidarios de la Ley Divina), filial de Al Qaeda en el pequeño estado turístico del norte de África, que comparte frontera con Argelia y Libia, donde operan filiales del autodenominado Estado Islámico. Desde la proclamación del Califato en parte de Irak y Siria a finales de junio de 2014, la organización extremista no solo se ha extendido por estos dos países, sino que grupos o individuos que le han jurado lealtad han perpetrado ataques en otros lugares de África y Europa Occidente.
Las fuerzas de seguridad de Túnez detuvieron ayer a nueve personas por su presunta vinculación con el ataque. El primer ministro, Habib Essid, aseguró el miércoles en un discurso televisado que las autoridades trataban de localizar a varias personas que habrían ayudado a los dos autores materiales del atentado, a quienes identificó como Yasine Labidi y Saber Jachnaui. De los nueve detenidos, cuatro tendrían "relación directa" con el ataque, según la emisora Mosaique FM.
La cuestión es, ¿podrá Túnez recuperarse del golpe? El atentado contra el Museo Bardo ha agitado a la sociedad de una forma desconocida desde la revolución. Probablemente se reforzará la seguridad en hoteles y enclaves turísticos, se detendrá e interrogará a más ciudadanos y las fuerzas de seguridad obtendrán más poder. Los terroristas buscaban polarizar a la sociedad de Túnez, destruir el esfuerzo de consenso entre islamistas moderados y laicos. Que lo logren o no depende de los tunecinos.
Escondidos en el museo
Se escondieron en un "cuarto de los trastos" del Museo del Bardo, al escuchar los disparos y permanecieron allí casi un día entero. Los dos turistas españoles desaparecidos tras el atentado de Túnez, aparecieron ayer “vivos y sanos”. La búsqueda de Juan Carlos Sánchez y Cristina Rubio, embarazada de cuatro meses, llevó a funcionarios españoles en Túnez a realizar “a lo largo de la noche dos visitas de inspección a la morgue, (y) aunque no estaban los cadáveres no podíamos estar seguros de que no habían fallecido”, según declaró el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Fue el embajador de España en Túnez quien transmitió la buena noticia, cuando informó de que la pareja, un matrimonio de Sueca (Valencia), “podía estar oculta en el museo”. García-Margallo también informó de que un avión repatriaría los cadáveres de los dos españoles asesinados en el atentado y que los otros dos “podrán, si quieren, utilizarlo para volver a su casa”.
20/03/2015 en EL CONFIDENCIAL.
http://www.elconfidencial.com/mundo/2015-03-20/el-estado-islamico-continua-su-expansion-por-el-norte-de-africa_731465/
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