Clinton y Trump ofrecen diversos escenarios para Oriente Medio e Israel
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Cualquiera sea el elegido Presidente de los Estados Unidos el 8 de noviembre, él o ella aterrizarán en medio de un gran desorden en política exterior y se enfrentarán a la urgente necesidad de reconstruir los límites y las líneas rojas de Estados Unidos en la mayor parte del mundo, incluso y sobre todo en Oriente Medio abrumado por la guerra y el desorden. La candidata demócrata y su rival republicano Donald Trump, cuyos planteamientos son tan diferentes desde todos los ángulos, descubrirán tanto uno como otro que es imposible aislar a Estados Unidos de todos los acontecimientos en Oriente Medio.
Los expertos en inteligencia militar de DEBKAfile postulan evoluciones divergentes, en función de los resultados alternativos de la elección presidencial del 8 de noviembre, según sea el ganador:
Si es Hillary Clinton, entonces –
Rusia profundizará su expansión en la región, empezando por Siria e Irak. Las unidades navales rusas que avanzn hasta el Mediterráneo por el momento, son parte del creciente poder del despliegue de Moscú en caso de asistir a la entrada de Clinton en la Casa Blanca.
Vladimir Putin no perdonará en el corto plazo los trucos de la campaña anti-rusa de la candidata demócrata, para mostrar a Donald Trump como su amigo e insinuaciones diciendo que la inteligencia rusa ha hackeado los correos electrónicos de los demócratas para girar la carrera presidencial en su contra.
El líder ruso no es del tipo que perdone cuando se trata de su reputación – y menos aún cuando la inteligencia rusa, su alma mater (su matriz) es acusada (justa o injustamente).
Debemos esperar que las altas tensiones prevalecen entre el Kremlin y la Casa Blanca de Clinton y que podrían desencadenar una conflagración militar limitada entre las fuerzas estadounidenses y rusas en Oriente Medio.
Los rebeldes sirios cuentan con Clinton para suminiustrarles armas y financiación – a diferencia de Barack Obama, y por lo tanto se sostienen tenazmente, a pesar de sus recursos inferiores contra las fuerzas sirias y pro-iraníes apoyadas por bombardeos rusos. Constatan que ella todavía se centra en sacar a Bashar Assad del poder e incluso más en la posibilidad de fortalecer a los rebeldes para impedir concepciones militares rusas para Siria. En esto, ella tendrá apoyo de amigos en los Emiratos del Golfo.
Clinton se enfrenta a un dilema respecto a Irán: como co-autora del acuerdo nuclear, también tratará de mejorar las relaciones con Teherán. Pero, al hacerlo, corre el riesgo de alienar a sus buenos amigos en el Golfo, los líderes árabes del Golfo.
Muy pronto descubrirá que los líderes y jefes militares iraníes no tienen intención de agradar a Washington, y ciertamente no a expensas de sus relaciones extremadamente rentables con Moscú y Pekín.
Clinton tratará, sin duda, de reparar los daños en las relaciones entre los EE.UU. e Israel, durante el mandato de Obama.
Si se trata de Donald Trump, entonces –
Impulsará la organización de una cumbre entre Estados Unidos y Rusia con Putin a fin de preparar el terreno para un nuevo orden mundial y un equilibrio en la distribución de las esferas de influencia en diferentes partes del mundo, incluido Oriente Medio. Puede que sea una cumbre trilateral invitando a Pekín.
La Cumbre también buscará acuerdos económicos, una perspectiva que ya desconcierta a los mercados internacionales. Trump pedirá a los líderes rusos y chinos que participen total o parcialmente en los planes que ofrece a los votantes para fortalecer la economía de Estados Unidos.
El candidato republicano ha dicho en repetidas ocasiones que estaría dispuesto a renunciar a la guerra contra Daesh en Oriente Medio a Putin y Teherán. En cualquier caso, sus asesores militares, encabezados por el general jubilado Mike Flynn, perciben que Moscú ya tiene el control de la situación militar actual, como consecuencia primera de la desastrosa política de Obama.
Sin embargo, esta política pondrá a la Administración Trump en contra del mundo árabe, los Emiratos del Golfo e Israel, porque todos temen la continuación expansionista de Irán en todo Oriente Medio bajo el paraguas de Rusia que apoya este movimiento actual.
Puede tratar de compensar esta falta de equilibrio adoptando una línea fuerte contra Teherán – e incluso revocando el acuerdo nuclear, que el presidente saliente, veía como la joya de la consagración de su política exterior. Esto podría desencadenar un nuevo brazo de guerra entre EE.UU. e Irán en la región del Golfo. Por otro lado, Irán es completamente capaz de vaciar el acuerdo nuclear de cualquier sustancia por su propia iniciativa.
Durante el primer año de Presidencia Trump, la tradicional asociación entre Estados Unidos y Arabia Saudita en materia de política militar y económica podría comenzar a colapsar – especialmente en términos de los precios del petróleo. Esta alianza entre la casa real de los Saud y los Estados Unidos data de la primera reunión entre el presidente Franklin Roosevelt y el rey Ibn Saud, hace 71 años. Los expertos en Arabia Saudita de Debkafile creen que después de algunos momentos difíciles, en un principio, Donald Trump y el rey Salman serán capaces de encontrar un terreno común y de esta manera retomar la marcha de las relaciones e incluso hacerlas más sólidas que antes. Esto podría reparar el desacuerdo con Riad generado por la administración Obama y durante el mandato de Hillary Clinton como secretaria de Estado.
Trump iniciará la mejora de las relaciones con Israel. Al hacerlo, tratará de contener los efectos de borde de la corriente actul de Netanyahu con Putin sobre Oriente Medio.
Fuente: DEBKAfile a través de JForum – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico
02/11/2016 en ENLACE JUDIO .
No hay comentarios:
Publicar un comentario