martes, 30 de marzo de 2021

La emancipación: un proceso de más de 100 años.

La emancipación fue reconocer que los judíos tenían iguales derechos que los demás ciudadanos de un país. Llegó primero a las comunidades judías de Europa occidental entre 1760 y 1860.


Antes de la emancipación, los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de los judíos estaban muy limitados. Por principio, eran considerados extranjeros, inclusive aquellos nacidos en el país en cuestión. Vivían tolerados por las autoridades, pues no se les daba el derecho de residir donde quisieran, ya que dentro de un mismo país, muchas veces influidos por la opinión pública, había gobiernos locales que no permitían que los judíos vivieran en sus ciudades, como pasó en Holanda, donde los judíos no podían vivir en Utrecht, Gouda y Deventer. Aparte de restringir su residencia, las autoridades también les cobraban un impuesto especial para tener la protección del rey. En general los judíos solo podían trabajar en cuestiones financieras y en el comercio, donde eran los únicos agentes que tenían los contactos con el exterior para el intercambio comercial.

Socialmente, los judíos vivían en comunidades cerradas, donde los asuntos legales como matrimonios, divorcios, herencias y disputas entre particulares, eran manejados internamente y sancionados de acuerdo a los preceptos de la ley judía. La vida familiar, la educación y los servicios religiosos también se desarrollaban internamente. Los judíos vivían aislados y el contacto con no judíos era mínimo, resultado de convicciones y restricciones tanto propias como de sus vecinos.

La emancipación no se dio de golpe sino de forma paulatina. Hubo varios factores que ayudaron a que se diera. El primero fue la presencia de judíos en la corte. Eran judíos adinerados que lograron colocarse en puestos importantes. Muchos aprovecharon su posición para ayudar a sus comunidades, como el caso de Moisés Mendelsshon y los judíos de Dresden. La presencia de judíos en la corte también sirvió para que se aprobaran leyes que ayudaron a su emancipación.

Otro factor de cambio se dio en la organización de las comunidades judías. Hasta alrededor del año 1650, las comunidades gozaban de una cierta autonomía, ya que las autoridades sólo buscaban que los judíos se comportaran bien y que se cobraran los impuestos correspondientes. Pero surgieron nuevas reglas que implicaron mayor injerencia del gobierno en sus asuntos, como lo fue la disposición de llevar la contabilidad en alemán y poder revisarla, el nombrar autoridades comunitarias y el dar permisos para bodas, con el objeto de limitar su crecimiento.

El afectar la autonomía de la comunidad judía les ocasionó a las autoridades nuevos problemas. Y su única solución fue el darle a los judíos derechos ciudadanos. Las ideas racionalistas, la separación de la iglesia del estado y el hecho de que judíos empezaran a adoptar hábitos culturales del ambiente externo, fueron factores que también llevaron a lograr su emancipación.

Aunque los cristianos seguían evitando el contacto con judíos, pronto empezaron a cambiar de actitud, impulsados por el impacto que estos tenían en la economía. Algunos lo justificaban diciendo que era el camino para convertirlos al cristianismo. Pero finalmente la tolerancia religiosa y el aceptar sistemas e instituciones diferentes, pavimentaron el camino para emancipar a los judíos de Europa. Pero esto no se dio de golpe, tardó más de 100 años.

Bibliografía: Out of the Ghetto, de Jacob Katz.

Fuente:alreguelajat.com


22/04/2015 en ENLACE JUDIO




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