domingo, 27 de junio de 2021

Hitler soñó con exterminar a la población de la URSS y esta le 'saltó a la yugular'


El 22 de junio de 1941 es el día que marcó el inicio de la invasión nazi de la Unión Soviética. Es bien sabido que Hitler y sus cómplices buscaban conquistar al país comunista, pero no todos están al tanto de los pormenores del plan que los nazis prepararon para los pueblos de la URSS y cómo se vería el país tras dicha conquista.

Para entender mejor las ansias de los nazis de expandir su dominio hacia el este hay que sumergirse en las razones del odio de los nazis hacia ciertos pueblos de Europa. Según la ideología hitleriana, los judíos y los eslavos eran los llamados untermensch, lo que se traduce al español como 'subhombre' o 'persona inferior'. Este pensamiento sirvió como una justificación para las políticas de exterminio y la expropiación de las tierras que dichos pueblos habitaban.

Los judíos y los eslavos vivían al este del Reich y los líderes del partido nazi veían natural que el Estado alemán se expandiese hacia estos territorios. La idea no era nueva: los nacionalistas alemanes en el siglo XIX inventaron la idea de Drang nach Osten, o Empuje hacia el este. Los nazis aprobaron este pensamiento y trataron de hacerlo realidad.

Para los alemanes Europa Oriental era un territorio ideal para expandir su espacio vital y estaban dispuestos a deshacerse de la población local para crear asentamientos germanos en la región y acabar anexionándose estas tierras para incluirlas en el Reich. La cúpula dirigente de la Alemania nazi materializó la idea de Drang nach Osten en su Plan General del Este.

De acuerdo con este plan, Europa Oriental se convertiría en la llamada 'zona de colonización aria'. Dicho plan no suponía que los colonos germanos conviviesen con la población local. Al contrario, se preveía eliminar al 85% de los polacos, es decir, a 20 millones de personas, y al 75% de los rusos y de los bielorrusos.

Curiosamente, hoy en día grupos numerosos de letones, lituanos, estonios y ucranianos veneran a sus compatriotas que colaboraron con los invasores. Pero parece que hacen caso omiso y simplemente no saben que alrededor del 50% de estos grupos étnicos iban a ser exterminados por los alemanes. El resto de sus pueblos sería germanizado, es decir, se les privaría de su propia identidad étnica y de su lengua.

Los planes de los nazis también incluían expulsar a un 15% de los rusos a Siberia. Los montes Urales serían una barrera natural entre el Reich y los territorios controlados por un pequeño grupo de rusos que sobrevivirían el exterminio. El destino de los supervivientes sería bastante trágico ya que simplemente se convertirían en mano de obra barata para el Gobierno germano.



Ambiciones territoriales

La meta de los alemanes en su guerra relámpago contra la Unión Soviética era alcanzar la Línea A-A antes de diciembre de 1941. La línea imaginaria conectaba la ciudad de Arjánguelsk, en el norte de la parte europea de Rusia, con la ciudad de Astracán, en el sur.

La idea fue privar a la URSS de sus reservas petroleras que en aquel entonces estaban concentradas en el Cáucaso (el 85% de todos los yacimientos) pero, finalmente, estos planes fracasaron.

En los territorios ocupados los nazis crearon los llamados Reichkommissariat, o comisariados imperiales.

Estas organizaciones sirvieron para administrar los territorios que cayeron bajo el control alemán. En el territorio de la Unión Soviética se crearon plenamente dos comisariados imperiales, Ostland y Ucrania. También existía el Reichkommissariat Moskowien que incluía las tierras de la parte europea de Rusia que pasaron a ser controladas por la Wehrmacht.

Asimismo, estaba previsto que se creasen comisariados en el Cáucaso, en la zona de los ríos del Don y Volga y, además, en Asia Central. Esto representa más o menos la envergadura de las ambiciones territoriales de la Alemania hitleriana.

Pero las ambiciones territoriales de los nazis en la URSS no se limitaban a la parte europea de la Unión Soviética y Asia Central. Había también planes de seguir con el avance hacia el este, es decir, cruzar la línea A-A y luego cruzar los montes Urales para erradicar a los restos del Estado ruso en Siberia y realizar un encuentro en el río Yeniséi, en el corazón de Siberia, con los japoneses.

De esta manera, los dos imperios, el alemán y el japonés, dividirían a Rusia en dos y con el paso del tiempo habría exterminado a los rusos como una etnia. Incluso se celebraron negociaciones entre las delegaciones germana y nipona al respecto, pero es importante entender que estos eran planes para un futuro remoto.

En cualquier caso, la Wehrmacht y los ejércitos de sus cómplices que invadieron la URSS fracasaron en su tarea de poner de rodillas a la población del país comunista y alcanzar la línea A-A.

Como es bien sabido la resistencia del Ejército Rojo logró detener el rápido avance de las tropas nazis. Tras ralentizar su empuje hacia el este en 1941, la Wehrmacht tuvo que luchar contra la máquina militar soviética en el invierno. Luego, el Ejército de la URSS 'les saltó a la yugular' a los invasores nazis en las batallas de Moscú y de Stalingrado.

La solidez de los rusos y otros pueblos que habitaban la Unión Soviética fue el factor determinante en su lucha para detener el avance de las hordas nazis.



23/06/2021 en DIARIO JUDIO




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