El pasado domingo pudimos ver por primera vez a Elías. El era Gallad (de la tribu de Manasés al otro lado del Jordán) y Dios le dijo que hablara con el rey Acab (del reino del norte), para anunciarle que no habría más lluvia, ni siquiera rocío a lo largo de los siguientes años.
Esto era como consecuencia de haberse apartado de Dios y entregarse al paganismo. Los sucesivos reyes desde Salomón en adelante (sobre todo los del reino del norte), se entregaron a los otros dioses, pecando y haciendo pecar a todo el pueblo. Y en medio de todo ello, tenemos al profeta Elías.
Después de hablar con el rey Acab, Dios le mandó que volviera al oriente junto al río Jordán porque Él cuidaría de Elías, proveyéndole de comida y agua, pero a los