jueves, 20 de noviembre de 2025

El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el plan de alto el fuego de Trump en Gaza

Rusia y China se abstuvieron en la votación, disipando así los temores de que las superpotencias rivales pudieran vetar la propuesta.


El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de noviembre una resolución redactada por Estados Unidos que respalda el plan de alto el fuego en Gaza del presidente Donald Trump, un componente central de la estrategia de Washington para poner fin al conflicto de dos años entre Israel y el grupo terrorista Hamás.

Trump felicitó a la ONU por la votación en una publicación en Truth Social.

«Felicitaciones al mundo por la increíble votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, hace apenas unos instantes, que reconoce y respalda la Junta de la Paz, que presidiré, e integrada por los líderes más poderosos y respetados del mundo», escribió Trump.

Esto pasará a la historia como una de las mayores aprobaciones de las Naciones Unidas, impulsará la paz en todo el mundo y es un momento de verdadera trascendencia histórica.

El embajador de Estados Unidos ante la ONU, Mike Waltz, quien fuera asesor de seguridad nacional de Trump, afirmó que la resolución es histórica y constructiva.

«La resolución del 17 de noviembre representa otro paso significativo hacia una Gaza estable que pueda prosperar y un entorno que permita a Israel vivir en seguridad», declaró.

Waltz afirmó que la aprobación de la resolución es “solo el comienzo” en los esfuerzos de Estados Unidos por implementar el plan de Trump para poner fin al conflicto entre Israel y Hamás, que comenzó en octubre de 2023.

Rusia y China —dos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto— finalmente se abstuvieron en la votación la noche del 17 de noviembre, ante el temor de que alguno de ellos pudiera vetar la resolución.

Rusia había presentado previamente un borrador alternativo, argumentando que el plan estadounidense no refleja adecuadamente los principios jurídicos internacionales de larga data, incluido el marco de la solución de dos Estados.

La propuesta de Moscú establecía términos más claros para el despliegue de un contingente de mantenimiento de la paz y la administración de la Franja de Gaza.

La propuesta estadounidense, aprobada el 17 de noviembre, que se anunció por primera vez el 29 de septiembre y se distribuyó en noviembre, respalda el plan de paz de 20 puntos de Trump, denominado Plan Integral para Poner Fin al Conflicto de Gaza.

El plan plantea un enfoque gradual que comenzó con la liberación de los rehenes israelíes y los detenidos palestinos, y con la ampliación de la ayuda humanitaria para la Franja de Gaza.

En la segunda fase, Hamás estaría obligado a desarmar sus armas. Las Fuerzas de Defensa de Israel se retirarían aún más del enclave, mientras que las responsabilidades de seguridad se transferirían a una nueva Fuerza Internacional de Estabilización.

El plan también contempla la creación de un gobierno tecnocrático interino, integrado por expertos palestinos e internacionales y supervisado por una Junta de Paz presidida por Trump.

Este organismo eventualmente transferiría la autoridad sobre la Franja de Gaza a una Autoridad Palestina reformada, creando lo que el documento describe como “una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”.

Un portavoz de la Misión de Estados Unidos ante la ONU declaró el 5 de noviembre que la resolución “acoge con beneplácito a la Junta de Paz y autoriza a la Fuerza Internacional de Estabilización”, allanando el camino para “una Gaza más segura y próspera”.

El portavoz escribió que Estados Unidos quiere “obtener resultados en la ONU, no palabras interminables” y que los actores regionales habían “aprovechado esta oportunidad histórica para poner fin a décadas de derramamiento de sangre”.

El 14 de noviembre, Estados Unidos y varios estados regionales e islámicos —Qatar, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía— emitieron una declaración conjunta en apoyo del proyecto de resolución, instando a su pronta adopción.

El Reino Unido, miembro permanente del Consejo, expresó su apoyo un día después, afirmando que era imperativo “aprovechar el impulso” y comenzar ese trabajo lo antes posible.


Oposición de Hamás

Hamás ha manifestado su oposición al acuerdo hasta el momento.

Antes de la votación, Hamás, que se ha comprometido con la primera fase del acuerdo de alto el fuego pero hasta ahora se ha negado a desarmarse, declaró que las enmiendas y los elementos centrales del texto estadounidense “no contribuyen a estabilizar la situación en Gaza”, según Al-Aqsa TV, un medio de comunicación afín a Hamás.

El portavoz de Hamás, Hazem Qassem, declaró el 17 de noviembre que el grupo exige una resolución que ponga fin a lo que describió como la “agresión de Israel contra Gaza, Cisjordania y Jerusalén”, afirmando que Estados Unidos “intenta apaciguar a ciertas partes con una redacción no vinculante”.

El grupo terrorista Comités de Resistencia Popular afirmó que el borrador estadounidense sirve para “reforzar el dominio estadounidense-israelí” y constituye “una nueva forma de ocupación israelí”, según Al-Aqsa TV.

El grupo manifestó su oposición a cualquier despliegue de fuerzas internacionales o extranjeras dentro de la Franja de Gaza y rechazó lo que describió como la supervisión estadounidense de la administración de la Franja de Gaza.

Maher Al-Taher, alto cargo del grupo terrorista Frente Popular para la Liberación de Palestina, declaró que el peligro de establecer una fuerza internacional en la Franja de Gaza radica en que podría convertir el enclave “en una zona fuera del gobierno palestino”, según Al-Aqsa TV.

“La fase de transición podría durar años, lo que supone un grave riesgo y mantendría a Gaza bajo una nueva forma de ocupación”, afirmó.


Postura israelí

Israel sostiene que Hamás busca bloquear el avance del plan de paz de Trump porque la propuesta exige el desarme del grupo.

“Hamás está haciendo todo lo posible por evitarlo”, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Oren Marmorstein, el 29 de octubre. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comunicó a su gabinete el 26 de octubre que Israel decidiría qué fuerzas internacionales podrían operar en la Franja de Gaza. Un día después, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, afirmó que Israel no aceptaría el despliegue de fuerzas armadas turcas en el enclave.

Según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, cualquier fuerza de seguridad internacional enviada a la Franja de Gaza en virtud de un acuerdo de alto el fuego debería estar compuesta por países con los que Israel se sienta cómodo.

La Associated Press contribuyó a este informe.


18/11/2025 en DIARIO JUDIO





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