El secretario general del grupo terrorista chií libanés, jeque Hassan Nasrallah, celebró el “aniversario del fin de la Segunda Guerra del Líbano”. Hablando desde el bunker en el que se esconde por temor a un ataque israelí, su discurso fue transmitido en una pantalla gigante en la ciudad Bint Jbeil a sólo cientos de metros de la frontera con Israel.
Nasrallah expresó que Israel necesita una nueva doctrina “Toda la cuestión de después de Haifa está terminada. Los israelíes han adoptado una nueva doctrina que no se basa en una victoria rápida, lo que significa que saben que son incapaces de lograrla y saben que la retaguardia (frente interno) será golpeado durante el combate”.
También respondió a las declaraciones del primer ministro, Biniamín Netanyahu, quien advirtió que todo aquel que piensa que Israel es débil como una telaraña recibirá un puño de hierro.
“Hemos visto vuestro ‘puño de hierro’ en Bint Jbeil en 2006”. Le dijo a Netanyahu, “vuestra sociedad es más débil que una telaraña y está cansada de los combates y la autodefensa”.
El cabecilla de Hezbollah manifestó también que como resultado de la guerra en 2006, “el establishment militar israelí se ha visto socavado, y hay una falta de confianza entre los diferentes estratos, algo que continúa hasta nuestros días. (La guerra) socavó también la confianza que el público israelí tiene en el ejército, y socavó la creencia del público israelí de que el Ejército puede ganar las guerras. Eizenkot mismo dijo que la mayor amenaza para el Ejército de Defensa de Israel es la falta de confianza del público. La confianza en el liderazgo político también ha sido minada, lo que ha creado una crisis que continúa en Israel, hasta hoy en día”.
“A la luz de todos estos resultados,” Nasrallah, continuó, “es posible suponer que Israel fue dañado en la última guerra en términos de espíritu, confianza, y voluntad. También ha perdido la confianza en su propia existencia”.
Nasrallah destacó que “después de la (Segunda Guerra del Líbano), se planteó la cuestión de si Israel seguirá o no existiendo. Ambos, los enemigos de Israel e incluso los “amigos de Israel no está seguro de cuál es la respuesta a la cuestión de la existencia de Israel”.
El cabecilla de Hezbollah, llegó a afirmar que la calma en la frontera no se debe a los acuerdos entre Israel y la ONU o el gobierno libanés, sino porque “Israel ha sido disuadido por este país. (Israel) sabe que la ‘resistencia’ (eufemismo por Hezbollah) ha crecido en términos de armas, fuerza, fe y determinación. Los israelíes hoy en día tienen miedo de la posibilidad de una invasión en la Galilea, luego que nuestras aldeas vivían con miedo”.
En cuanto a la “divina victoria” sobre Israel, Nasrallah argumentó que los periódicos de todo el mundo dicen que Hezbollah “frustró los objetivos de los agresores”. Sostuvo que Israel; y sus aliados no lograron derrotar a Hezbollah durante la guerra, no pudieron hacer retroceder a Hezbollah de la frontera, no lograron formar una coalición internacional, no pudieron restaurar el factor de disuasión de Israel, y fallaron en recuperar a sus soldados capturados sin tener que pagar un precio.
Nasrallah alegó que el principal objetivo de la guerra, que era rediseñar el Oriente Medio en el marco de una conspiración israelí-estadounidense, también fracasó.
Nasrallah ha estado tratando de desviar la atención de la criticada intervención de Hezbollah en la guerra civil siria a favor del régimen del presidente sirio Bashar Assad.Los rebeldes sirios que combaten a Assad se refieren coloquialmente a Hezbollah (“Hizb Allah” o Partido de Dios) como “Hizb Shaytan” (Partido de Satanás).
“Responsables estadounidenses confesaron que esa Administración es responsable de la creación de Dáesh (acrónimo en árabe para el Estado Islámico)”, afirmó Nasrallah y citó como prueba las recientes declaraciones del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en las que acusó al presidente de EEUU, el demócrata Barack Obama, de haber implantado al grupo jihadista.
Nasrallah instó a los combatientes sunitas a “cesar los combates en Siria e Irak”, ya que “los estadounidenses los están utilizando desde hace cinco años para destruir el eje de la resistencia e imponer los proyectos israelíes en la región”.
“Si no los cesan, no nos dejan otra opción que quedarnos en el campo de batalla de Alepo y en todas las áreas donde nos llaman a intervenir”, agregó.
14/08/2016 en AURORA DIGITAL.
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