El experto en islam Jay Smith explica la filosofía que impulsa los movimientos radicales islámicos en el mundo. “Los cristianos evangélicos -apunta- son quienes mejor pueden comprender, y por tanto confrontar, estas ideas”.
Jay Smith, durante la entrevista realizada por Peter Saunders en el European Leadership Forum de 2016. / FOCL.org
Los recientes atentados en Barcelona, así como los ataques anteriores en otras ciudades, han golpeado la conciencia de millones de personas, generando
cuestiones sobre libertad, seguridad, religión y convivencia. Así como entidades y comunidades islámicas muestran su rechazo y denuncian la instrumentalización de la religión, las preguntas sobre el islam radical siguen presentes en los debates, los periódicos y las redes sociales.
Quizá lo que más cuesta entender a la sociedad es el hecho de que varios jóvenes criados y educados en España puedan llevar a cabo una acción tan monstruosa. La pregunta no solo se la están haciendo aquí, sino que muchos países occidentales enfrentan situaciones similares en los últimos quince años.
En el ámbito evangélico, alguien acostumbrado a responder a esta pregunta es Jay Smith, conferenciante internacional y fundador del Centro de Apologética Pfander, que lleva dos décadas produciendo materiales sobre el islam e investigando sus orígenes, historia y desarrollo actual.
Jay Smith es un invitado habitual en el European Leadership Forum, donde el año pasado fue entrevistado sobre el tema: ISIS en Europa. En la misma, que transcribimos a continuación, responde sobre la expansión del islam radical, sus fundamentos ideológicos y la estrategia que propone para combatirlo.
Pueden ver el vídeo
de la entrevista
(en inglés) al final
del reportaje.
P. Lo primero que nos gustaría saber es :¿qué es ISIS?
R. En este tiempo en el que he estado investigando y tratando con musulmanes, creo que no ha habido ningún grupo que defina el islam mejor que el ISIS. Su nombre es un acrónimo de Estado Islámico de Irak y Siria. Y eso es: un grupo que se ha juntado, pero para entender a este grupo, hay que ir a las fuentes. Para ello debemos bucear en el islam radical. Y si queremos entender cuáles son las fuentes de este islam radical, debemos remontarnos a Ibn Taymiyyah.
En el siglo XIII, Ibn Taymiyyah fue quien definió lo que debía ser el islam. Él dijo que para ser un buen musulmán, lo que debes hacer es leer el Corán, y para entender como llevarlo a la práctica, debes seguir el ejemplo de Mahoma. Tan simple como esto: lee el libro y sigue el hombre.
Curiosamente, si nos vamos a Europa unos siglos después encontramos a Lutero, que presenta una idea inteligente: si deseas ser un buen cristiano, debes leer el libro -Sola Escritura- y seguir el modelo de vida de Jesucristo. Este es el cimiento de la Reforma. Así que cuando la gente se pregunta si el Islam ha vivido su Reforma, yo señalo que la tuvieron doscientos años antes de que ocurriese en el cristianismo. ¿Por qué? Porque si vemos lo que sucede después, en el siglo XVII hay dos destacados teólogos islámicos estudiando en Medina, uno es Abd-al-Wahhab, que dio comienzo al wahabismo, presenta el mismo paradigma: para ser buen musulmán, lee el Corán modelado por el hombre, Mahoma.
P. ¿Esta es la forma de islam con gran influencia hoy desde Arabia Saudí?
R. Exacto. Y la razón es que una vez más vamos a las fuentes. La familia saudí quiere expandirse y controlar el islam en toda Arabia, erradicaron a cualquier otro grupo que estuviera contra ellos. Pero este control político no se da sin un respaldo religioso, una legitimidad que viene de su seguimiento de las fuentes. El wahabismo une a las mezquitas bajo su control, basa su teología en Al Wahhab, que basó su teología en Ibn Taymiyyah.
El otro hombre que estudia en Medina a la vez, Wahi Jula, de India. Lleva estas enseñanzas y sus discípulos se extienden en la zona de Pakistán y hacie al sureste de India.
Ahora avancemos: en el siglo XX en Egipto, Hassan al-Banna funda los Hermanos Musulmanes. Se basa en las enseñanzas wahabitas. Por lo tanto esto no es algo nuevo. Este islam radical es muy antiguo.
El mejor alumno de Hassan al-Banna era Said Qutb, que con la misma narrativa de “el libro y el hombre”, Corán y Mahoma, lidera a los Hemanos Musulmanes. Fue encarcelado por Nasser en Egipto y en prisión escribe dos libros: “Hitos” y “A la sombra del Corán”, que son los libros de cabecera de todos los musulmanes radicales. En estos libros, Qutb hace lo mismo que decía Ibn Taymiyyah: tomar el Corán y, verso a verso, aplicarlo a la época presente de acuerdo a las enseñanzas y vida de Mahoma.
Qubt fue asesinado en prisión, pero su legado continúa. Su mejor estudiante fue Aymán al-Zawahirí, egipcio, miembro de los Hermanos Musulmanes, que se encontró con Osama Bin Laden, un hombre que no sabía mucho de teología pero tenía mucho dinero. Ambos crearon Al Qaeda, que significa “la base”. Otra vez, la vuelta a las fuentes. Vuelven al libro modelado por el hombre.
Al Qaeda no fue bienvenido en Arabia, pero son invitados por otro grupo que está en India y Pakistán. Hay dos grupos allí que les reciben. Uno es Jamaat-e-Islami, un grupo muy popular en Pakistan, y el otro es Tablighi Jamaat, fundado por Muhammad Ilyas. Este es hoy probablemente el grupo más radical en el mundo, y el más grande. Están en 120 países y tienen…
P. Son el grupo que tenía conexiones en la mezquita de Londres…
R. Exacto. Están en Reino Unido, son muy importantes. Este movimiento comenzó en 1926. Tiene casi cien años. Tienen una militancia de 80 millones de personas. Es un grupo mayor que la población de Reino Unido.
DE AL QAEDA AL ISIS
P. Al presentarnos toda esta perspectiva, ¿qué proceso es el que genera a ISIS?
R. Tenemos que examinar primero el comienzo de Al Qaeda.
P. De aquí procede el 11-S.
R. Ese es el momento en el que nos acercamos en Occidente al islam radical. El hombre de Al Qaeda en Irak y Siria es Al Zarqawi. Uno de sus mejores amigos es Abu Bakr Al Bagdadi, quien ahora es el líder de ISIS. Este es un iraquí que tiene conocimientos, tiene un máster en la Universidad de Bagdad en Teología Islámica. Bagdadi sigue a Zarqawi, pero Bagdadi no tiene paciencia, y quiere hacer exactamente lo que hacía Mahoma.
P. ¿Personas como Osama Bin Laden no eran tan radicales?
R. Bin Laden quería lo mismo, pero de forma más lenta. En cambio Bagdadi decide llevar a cabo el estado teocrático inmediatamente. Así es como empieza ISIS. Ellos en 2014 se expanden y comienzan a tomar ciudades captando la atención de todo el mundo. ISIS lo que quiere hacer es aplicar exactamente lo que Mahoma hizo y dijo.
En su revista, Dabiq, ellos explican sus métodos. Todo lo que hacen, cada acción, lo apoyan con textos y con el ejemplo de Mahoma. Por eso digo que no había visto un grupo que llevase tan a rajatabla este sistema antes descrito: el libro y el hombre. Por eso son tan peligrosos.
P. Lo que estás diciendo es que este grupo está volviendo a los comienzos del Islam, mirando a la Sura, al Hadid, al ejemplo de Mahoma en lo que dijo e hizo, al Corán, y aplicándolo literalmente a lo que viven hoy.
R. Literalmente, sí.
P. ¿Tienes algunos ejemplos de esto?
R. Por ejemplo, podemos ver lo que hicieron cuando tomaron la ciudad de Tikrit. Ellos entraron en Tikrit, y tuvieron acceso a los archivos militares. Allí pudieron comprobar que había muchos soldados chiítas. ISIS es sunita. Así que fueron a las casas de los chiítas, los arrestaron y los llevaron en fila, y los hicieron ponerse recostados antes de fusilarlos a todos. Eso es exactamente lo que hizo Mahoma con la tribu judía Banu Qurayza, en el siglo séptimo. El ISIS lo hizo y lo grabó todo, con la bandera al fondo, una bandera con las palabras “Mahoma es el profeta”. Y lo hacen así, no para que Occidente lo vea, sino para el mundo musulmán lo vea, y sepan que ellos hacen lo mismo que hacía Mahoma. Es una manera de que ellos puedan decir: “mira, están haciendo justo lo que Mahoma hizo”.
Vayamos con otro ejemplo, ahora en Mosul. Esta es una ciudad cristiana por siglos. Ellos marcaron las casas con la letra N árabe, de “nazareno”, que es como se identifica a los cristianos en el Corán. En cada casa donde ponen este símbolo, demandan que cualquiera que viva allí tiene que pagar el impuesto, o convertirse, o ser asesinado. Es lo mismo que demandó Mahoma en el siglo séptimo a judíos y cristianos. Por lo tanto están siguiendo además lo que el Corán indica que hay que hacer, en la Sura 9:29. Mostrando la autoridad del Corán y el ejemplo de Mahoma, vemos este paradigma nuevamente: el libro y el hombre.
EL RECHAZO MUSULMÁN A ISIS
P. ¿Qué piensan la mayoría de los musulmanes de ISIS? Porque el discurso que aquí se oye es que esto no es islam, que no quieren identificarse con ellos.
R. Creo que en Occidente hay muchos musulmanes que pueden decir esto, y de hecho, hay muchos musulmanes que están viniendo a nuestros países porque piensan así. ¿Por qué hay tantas personas llegando a Europa? Están huyendo de ISIS. Tienen miedo de lo que ISIS hace y representa. Lo cierto es que la mayoría de los musulmanes que viven en Europa nunca han leído el Corán, ni tampoco han seguido lo que Mahoma dijo o hizo.
Sin embargo se produce también el movimiento contrario. Es devastador: vemos a cientos de jóvenes criados en Europa que viajan para unirse al ISIS. Jóvenes que no son iraquíes ni sirios, son europeos, algunos pakistaníes… ¿Por qué lo hacen? ¿Qué les lleva a dejar sus familias, su vida, su comodidad? No hay razones lógicas. La única razón es que ellos están leyendo el Corán y los dichos de Mahoma.
P. Es decir, estos jóvenes están volviendo a las fuentes.
R. No solo a las fuentes, sino a una visión apocalíptica, que es la que proclama ISIS. Esta es su agenda. Quieren establecer un Califato, reestableciendo la edad de oro del Islam. Quieren volver al principio. Cuando hablas con ellos te das cuenta que no es algo que ellos deseen o quieran, es algo que para ellos ha sido ordenado por Alá. Este es el modelo de Dios para la humanidad.
Ellos consideran que además que ese período es el único de un islam puro, sin corrupción.
Hay un verso algo oscuro que ellos usan, que dice en los tiempos finales los musulmanes van a vencer a los romanos en Dabiq, una pequeña ciudad al norte de Siria. Ellos asumen que este tiempo es el actual.
Hace unos dos años ellos capturaron a Peter Cassig, un trabajador social estadounidense. Fue ejecutado en Dabiq, con otros diecisiete soldados capturados. Lo hicieron allí, porque tiene un gran simbolismo. Los otros diecisiete, ninguno tenía barba, como prueba de que ya ninguno era musulmán. Y son ejecutados con la cabeza descubierta, para que todo el mundo pudiese ver quienes eran. Cada uno era de una nacionalidad distinta, todos ellos de países no islámicos. Era una forma de señalar que esta lucha del islamismo radical es en todo el mundo.
En julio de 2014, cuando Abu Bakr Al Bagdadi dio el sermón tras conquistar Raqqa, con su ropa de civil, él reclamó haberse convertido en el legendario califa. Y quitó las dos últimas letras del nombre de ISIS, para dejarlo solo como IS, “Islamic State (Estado Islámico)”. Ya no es más el de Irak y Siria, sino el Estado Islámico de todo el mundo.
Ellos creen esto y su visión es llegar a todo el mundo. Bajo el modelo de seguir un libro, el Corán, y el ejemplo de un hombre, Mahoma.
DERROTA MILITAR, NO IDEOLÓGICA
P. Cuando vemos movimientos que se han unido al ISIS, como Boko Haram en Nigeria, o grupos en Libia o Somalia, ¿cómo se relaciona con el Estado Islámico?
R. Estos grupos rinden tributo. Al Qaeda no lo ha hecho porque compite con el Estado Islámico, aunque persigue el mismo propósito. La única diferencia es que Al Qaeda no ha ido tan rápido. Creo que ISIS puede ser derrotados militarmente, como parece que podría suceder, pero no es tan fácil derrotarlos teológicamente, ideológicamente.
P. Ante la evidencia de que pierden terreno, ¿cuál es entonces la amenaza?
R. La mayor amenaza es su filosofía, su ideología. La idea de que un grupo por primera vez está aplicando exactamente lo que Mahoma hizo y dijo. Ellos están siguiendo el Corán verso a verso y aplicándolo a la actualidad. ISIS podría desaparecer pero bajo esta filosofía podría surgir otro grupo. En el sureste de Asia, por ejemplo, está el mayor número de radicales islámicos del mundo. La población musulmana allí es de prácticamente 500 millones. Debemos despertar a esta realidad para enfrentarla.
P. ¿Cuál debe ser la respuesta militar?
R. Es complicado para mí, porque soy pacifista. Pero creo que sí hay una labor de las fuerzas de seguridad. Se está intentando que no se extiendan. Pero por eso lo que me asusta, y en lo que yo insisto, es que estamos dejando de lado la batalla ideológica, la batalla teológica. Eso es algo que la fuerza militar no puede hacer. Si quieres confrontar la ideología, tendrás que enfrentar sus fuentes: el libro y el hombre. ¿Quién puede hacer eso? ¿Pueden los gobiernos enfrentar esto?
P. Entiendo que la iglesia cristiana puede hacerlo.
R. Algo que he dicho sobre ISIS es similar a lo que se puede decir de nosotros. Los cristianos volvemos a las fuentes. Basamos nuestra creencia y vida en lo que enseña el Nuevo Testamento, modelado en la persona de Jesús. Así que partimos del mismo paradigma del que parten ellos. Vemos como Jesús actuó en el primer siglo y lo trasladamos a nuestro tiempo. Para nosotros es más fácil porque la Biblia está hecha para eso. Lo vemos en la vida del apóstol Pablo, como el evangelio se aplica de forma contextual en distintos lugares. Creo que como partimos del mismo paradigma, es que podemos entenderlos mejor que nadie. No creo que una persona secular pueda entender lo que hemos hablado. Creo que solo los cristianos somos capaces de entender el poder que tiene el libro, y el poder del ejemplo del hombre.
P. Lo que dices es que muchos miran a ISIS y se asombran de su poderío militar, económico, tecnológico… Pero su verdadero poder es ideológico. ¿Cómo combatimos esta ideología tan arraigada en estos hombres?
R. Tenemos que atacar al libro y al hombre.
P. Esto suena peligroso.
R. Lo es. De hecho, estas cosas no se pueden hacer en los países musulmanes. En Pakistán tienen leyes establecidas que no permiten hablar mal sobre Mahoma ni sobre el Corán.
P. Pero aquí en Occidente nos encontramos a muchas personas, políticos, diciendo que el islam es paz.
R. ¿Recuerdas a Tony Blair? Él decía que había leído el Corán tres veces y que solo había encontrado paz y tolerancia. Así que o bien mentía, o bien estaba siendo un buen político. O ambas cosas. Pero los políticos deben decir estas cosas, es su labor. Esa no es su batalla, ellos no van a confrontar al Corán. Si Tony Blair hubiera leído el Corán, hubiese encontrado que está lleno de violencia. Obviamente, dijo esto porque él no puede lidiar esta batalla, los políticos no pueden confrontar el Corán. Ni siquiera los académicos pueden confrontarlo. Entonces, ¿quién lo va a hacer? Nosotros somos los que podemos hacerlo.
CONFRONTAR LAS FUENTES
P. Entonces, ¿cómo lo hacemos de forma práctica? ¿Podemos confrontar la autoridad de Mahoma, y crear semillas de duda en los creyentes?
R. Esta es la pregunta del millón de dólares. Y esto es lo que llevo intentando hacer desde hace 32 años. Hay que confrontar tres elementos: Mahoma, Alá, y el Corán. De estas tres cosas depende todo el islam. La cuestión es que el mismo islam prohibe confrontar estos elementos. Ellos mismos no se permiten preguntarse por ello. ¿Por qué?
P. Estás en Londres, donde puedes confrontar con libertad en debates estas ideas.
R. Nunca ha sido tan fácil como ahora. En los últimos dos años estamos editando muchos materiales que confrontan el Corán y a Mahoma, usando los mismos criterios críticos con los que se suele atacar a los cristianos con respecto a la Biblia o a Jesús.
P. ¿Y estas críticas qué provocan?
R. Algunos se enfadan mucho, otros se sienten confusos, otros desilusionados… Pero lo interesante es que también hay respuestas positivas. Muchos se han convertido en cristianos gracias a la exposición a estos materiales. Pero también hay otros que agradecen esta actitud. En el Speaker’s Corner (espacio en Londres donde se puede dar discursos con libertad) se nos acercan ateos a felicitarnos. Nos agradecen que por fin estemos confrontando y hablando sobre la verdad. No les importa tanto nuestro testimonio, la pregunta profunda es “¿qué es verdad?”. Por eso, todo lo que hemos aprendido sobre la crítica histórica al Nuevo Testamento y a Jesús nos da seguridad en lo que creemos, pero nunca nadie aplica la misma crítica al Corán. Estamos tomando las mismas preguntas que nos han hecho a nosotros, y las aplicamos a Alá, al Corán y a Mahoma.
P. ¿Qué cosas se han podido avanzar con respecto al conocimiento del Corán y de Mahoma en el ámbito académico?
R. Empecemos por Mahoma. No tenemos ninguna referencia histórica a Mahoma externa al Corán hasta el 691, unos sesenta años después de su muerte. No tenemos ninguna referencia al término “musulmán” hasta el 692, y supuestamente Mahoma (que murió 60 años antes) fue el primer musulmán.
Estamos buscando las referencias en las fuentes árabes. No hay referencias, no existen, antes del 692. Aún más: no hay ninguna referencia a una ciudad llamada Meca antes del 741. No hay. Casi 90 años después de la muerte de Mahoma.
P. ¿No hay evidencias de que el Corán haya sido recibido por Mahoma, escrito, autorizado y distribuido durante su mandato, que es lo que la tradición islámica enseña?
R. La primera vez que esto se escribió es en el 870. Más de doscientos años después de la muerte de Mahoma.
P. ¿O sea que cuestionas la historia temprana Islam?
R. Exactamente. Toda la historia del Islam primigenio está en duda.
P. ¿Cómo es posible presentar esto adecuadamente?
R. Para ello es necesario comenzar con Abd al-Malik. Es un califa importante, que gobierna del 685 al 705. Es quien construye el Domo de la Roca, en Jerusalén. ¿Por qué lo hace? ¿Qué sentido tenía construirla en Jerusalén, la mayor estructura que construyó, y no en la Meca o en Medina? Las personas no se hacen estas preguntas.
Algo más: examinemos el Corán, de acuerdo a sus referencias geográficas. Hay 65 referencias. No hay ninguna que se corresponda a La Meca. O examinemos las referencias a Mahoma. se habla en el Corán del Profeta de Dios. Solo cuatro veces aparece su nombre. Pero de la Meca, ni una vez. Así que tenemos un hombre que vivía en lugar con un valle, con muchos árboles, y tiene contacto con personas de ciudades cercanas. Las referencias geográficas no cuadran. Sin embargo, nosotros hoy podemos ver la estructura de las mezquitas más antiguas. Todas ellas, las mezquitas más antiguas de Siria, de Jordania, el Líbano, aún de China, en todas ellas, ninguna apunta a la Meca. Todas apuntan a Petra, en Jordania. Hasta el 732 todas las mezquitas apuntan hacia Petra.
P. ¿Y sobre Mahoma?
R. No sabemos nada sobre él, fuera de las fuentes islámicas. Mahoma existió, fue un guerrero.
Pero no sabemos nada de Mahoma de fuentes externas. La primera biografía llega doscientos años después de su muerte. Lo que sabemos es que su nombre está en el Domo de la Roca, en Jerusalén. Y estas inscripciones lo que hacen básicamente es atacar la fe cristiana. Son un ataque a la divinidad de Cristo, por tanto, un ataque al imperio bizantino, y un ataque a la linea de Isaac, siendo presentado Mahoma sobre ellos. Hay un simbolismo geográfico: el domo de la Roca está justo encima de la iglesia del Santo Sepulcro, y justo encima del Monte del Templo. Y una vez introducen al hombre, llega luego el libro.
P. ¿Entonces crees que se deben confrontar al islam con las evidencias históricas que señalas?
R. El objetivo de confrontar históricamente no es que se conviertan al secularismo. Queremos que vayan de Alá al Dios verdadero, de Mahoma a la persona de Cristo y del Corán al Nuevo Testamento. Podemos presentarles un libro mejor y una persona mejor. Que vuelvan a Jesucristo.
Pueden encontrar recursos sobre el islam y la historia en la web de Pfander Centre of Apologetics (en inglés), aquí.
01/09/2017 en PROTESTANTE DIGITAL
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