Príncipe Mohammed bin Salman (el primero a la izquierda) - Foto Wikipedia
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, aseguró que su país ha comenzado un proceso para volver a un “islam moderado y abierto al mundo y a las religiones”. En una alocución en el marco de una conferencia económica en la que unos 2.500 inversores -entre ellos extranjeros- que se reunieron en Riad, el príncipe prometió también acabar con el extremismo y mostró su deseo de convivir con el mundo. “No vamos a perder otros 30 años en tratar las ideas extremistas. Queremos convivir con el mundo y acabar con los restos del extremismo”, adujo.
El joven príncipe, de 32 años, hizo alusión al asalto que grupos extremistas cometieron en la Gran Mezquita de La Meca, en 1979 (el mismo año que la Revolución Islámica en Irán), ya que desde esa fecha Arabia Saudita abandonó el islam “moderado” por el aumento de corrientes religiosas. Asimismo, Bin Salman habló del lanzamiento del megaproyecto para la construcción de una ciudad junto a las fronteras de Egipto y Jordania cerca del Mar Rojo, bautizado como NEOM, que contará con una financiación de 500.000 millones de dólares.
“Vamos a construir algo más grande que la Gran Muralla China, pero con placas solares. Va a haber más robots que personas”, afirmó. NEOM se extenderá en un área de 26.500 kilómetros cuadrados, junto al mar Rojo y al golfo de Áqaba y será el punto desde donde parta el futuro puente Rey Salman, que tiene previsto unir Arabia Saudita con la península egipcia del Sinaí. Arabia Saudita “se interesa por invertir en los talentos mundiales y la economía mundial, por igual”, indicó el príncipe, quien agregó que el reino “está avanzando con confianza en un enorme programa, que tiene como objetivo el desarrollo y el cambio”.
Geográficamente, NEOM no va a ser solo grande, sino gigantesco, sin duda según los estándares de las zonas económicas libres. Es para cubrir 26.000 kilómetros cuadrados, un área aproximadamente 20% más grande que Israel. Económicamente, se planea que NEOM genere un producto interno bruto anual de $ 100 mil millones para el año 2033. En términos de 2016, eso la convertiría en la 59º economía más grande del mundo, o aproximadamente del tamaño de la de Marruecos. Además, legalmente NEOM será una “zona especial independiente”, lo que significa que tendrá su propio sistema judicial, regulaciones y legislación (aunque Arabia Saudita tendrá control sobre la política exterior y el ejército). Social y culturalmente, NEOM, al parecer, ignorará los estrictos códigos islámicos de Arabia Saudita.
La hoja informativa de NEOM declara que “las normas sociales adoptarán prácticas líderes para mejorar los niveles de habitabilidad de sus residentes y visitantes”, lo que parece decir que los bikinis y las bebidas alcohólicas están presentes y las burkas son opcionales. NEOM es la última iniciativa del príncipe para desvincular a Arabia Saudita del petróleo. Él está revisando las reglas y regulaciones para alentar a los sauditas a trabajar en el sector privado y comenzar a hacer negocios. Los planes de Bin Salman tienen sentido, pero son riesgosos. Amenazan la relación simbiótica entre la familia real y la masa de sauditas, que están siendo desterrados de una economía paternalista y serán forzados a aceptar las vicisitudes de un sistema capitalista, con las convulsiones sociales que probablemente surjan de una sociedad más libre y más liberal.
Para ayudar a mitigar el riesgo, NEOM tiene como objetivo crear una nueva Arabia Saudita al lado de la anterior. Pero al hacerlo, el príncipe se enfrenta a un problema fundamental. No hay forma de que pueda construir NEOM poblado solo con sauditas. Incluso después de décadas de gasto en educación e infraestructura, el reino carece de las habilidades y la capacidad innovadora para desarrollar el tipo de sectores a los que NEOM aspira, como la biotecnología, la fabricación avanzada o incluso una industria de entretenimiento de clase mundial. Solo el 26% de los sauditas de entre 25 y 34 años tiene una educación terciaria, muy por debajo del promedio del 42% para los países desarrollados. Casi un tercio no ha terminado la escuela secundaria.
Los estudiantes sauditas obtienen puntajes en la parte inferior de los exámenes de logros internacionales. La única forma en que NEOM tenga éxito es si se puebla por expatriados, y no vendrán si no pueden vivir un estilo de vida occidental, con lugares de entretenimiento y alcohol y sin policía religiosa que imponga la moralidad oficial. EFE y Aurora
26/10/2017 en AURORA DIGITAL
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