WISe, el club de emprendedores de los estudiantes del Instituto Weizmann de Ciencias, ayudó a tres ex alumnos a encontrar una nueva compañía que podría promover el mercado de insectos comestibles.
La mosca soldado negro (Hermitia illucens), podría proporcionar una fuente alternativa y sostenible de proteína en la alimentación animal, las empresas de todo el mundo están estudiando la posibilidad.
Una nueva compañía fundada por tres recién graduados del Instituto Weizmann de Ciencias busca avanzar en la industria de insectos comestibles congelando los huevos de estas moscas para que los productores puedan planificar mejor y controlar sus rendimientos.
El interés en los insectos comestibles ha crecido en los últimos años, ya que ha quedado claro que el uso actual del 80% de las tierras agrícolas del mundo para alimentar animales es insostenible.
Las moscas negras son consideradas excelentes candidatas para fuentes alternativas de proteínas porque no muerden ni transmiten enfermedades y sus larvas crecen rápidamente a miles de veces su tamaño original, todas en desechos orgánicos como cáscaras de cítricos o carne podrida. Una vez cultivadas, se pueden moler en harina para hacer un aditivo nutritivo para la alimentación de los animales.
La idea de congelar huevos es separar el ciclo de vida de la mosca en dos: en una, la etapa reproductiva, de puesta de huevos y, en la otra, el crecimiento de larvas. Esto permitiría a los productores concentrarse en las cantidades, condiciones y tiempos correctos para producir los rendimientos más altos de insectos.
Fuente: Instituto Weizmann de Ciencias
21/08/2018 en AURORA DIGITAL
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