Hubo una operación “Maguen Tzfoni” (Escudo del Norte) lanzada por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), en búsqueda de túneles que atravesaran la frontera entre Israel y el Líbano y pudieran poner en peligro a los ciudadanos israelíes cercanos a esa zona de tensión. Finalmente se anunció que hallaron varios túneles que llegaban a lo interno del país, incluyendo uno con 40 Metros de acceso dentro de Israel.
Estas operaciones, más la posibilidad que la República Islámica de Irán esté enviando armamento a la agrupación islamista Hezbollah (Partido de Dios), anunciarían la posibilidad de una eventual escalada militar contra posiciones de esa organización (catalogada como terrorista por varios países occidentales y organismos regionales), lo cual además significaría golpear una de las posiciones iraníes más cercanas al Mediterráneo.
Semanas atrás, las tensiones se encontraban cerca de la frontera Sur de Israel, pero en este caso contra las posiciones de la agrupación islamista Hamas que opera en la Franja de Gaza y quienes también han recibido financiamiento y apoyo por parte de Irán. La respuesta israelí ante la escalada fue muy tenue, acción criticada en su momento por miembros del gobierno y ciudadanos del Estado, sin embargo, viendo esta última operación para localizar accesos del Hezbollah dentro de Israel se podría dejar en claro que el movimiento en Gaza era necesario para evitar abrir dos frentes de conflicto al mismo tiempo, tomando en consideración además que no solamente hay una lucha de carácter militar sino desde los medios de comunicación donde la guerra contra la desinformación resulta extenuante.
El gobierno de Rusia ha pedido moderación a las partes para que ninguna escalada sobrepase los límites, de igual manera el gobierno libanés ha amenazado a Israel con respecto a la posibilidad de “violar su soberanía”, mientras que la respuesta israelí ha sido clara, la operación no se quedará solo en descubrir túneles sino que eventualmente se podría intentar golpear las posiciones del Hezbollah, que desde el enfrentamiento contra Israel en el año 2006 ha acumulado miles de misiles que podría en algún momento de tensión dirigir contra posiciones israelíes, sin embargo es imperativo señalar que la inteligencia israelí ha logrado ubicar las posiciones de mucho de este armamento, lo cual preocupa al gobierno libanés porque es dentro de su soberanía y la experiencia de la guerra 12 años atrás no fue positiva para su país y los resultados de un nuevo enfrentamiento militar podría ser nefasto para la situación interna libanesa que no es del todo estable, en particular con el poder y persuasión que ha logrado Irán a través del Hezbollah en los poderes del Estado.
Mientras tanto, para el gobierno ruso, poner límites a los enfrentamientos es parte de sus intereses de dominio sobre las regiones del Medio Oriente, controlar las acciones de Irán que no generen escaladas militares mayores que golpeen el avance del poder que Rusia ha acumulado en los últimos años gracias a la guerra en Siria y el abandono occidental de la región. Es obligatorio pues para el gobierno de Putin poner un alto a las acciones iraníes directamente o a través de las agrupaciones que obedecen a sus mandatos, en este caso la agrupación islamista Hezbollah.
Una vez más, en el rol de las “Guerras de Cuarta Generación”, donde se incluyen los elementos asociados a la “Guerra Híbrida” con todos los componentes de la guerra asimétrica y combinada con la guerra regular e irregular, se suma además el uso de las manifestaciones del Hardpower y el Sharp Power como alianza entre el uso de armas convencionales, el terrorismo, más la manipulación mediática y la propaganda haciendo más complejo no solo la acción militar, sino los juicios provenientes de la borrosa línea que separa la propaganda de la verdadera información en el sitio.
Vientos de guerra en Líbano, y los análisis deberán responder a un momento específico y no a proyecciones que podrían finalmente ser escenarios irreales o poco factibles.
07/12/2018 en POR ISRAEL
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