LOS PROFETAS.
Jonatán ataca a los filisteos y son derrotados. El juramento de Saúl. La familia de Saúl.
1ª Samuel 13:15B – 14:23. Jonatán ataca a los filisteos. La derrota de los filisteos.
Saúl pasó revista de los soldados que estaban con él, y eran unos seiscientos hombres. 16 Él y su hijo Jonatán, junto con sus soldados, se quedaron en Gueba de Benjamín, mientras que los filisteos seguían acampados en Micmás.
17 Del campamento filisteo salió una tropa de asalto dividida en tres grupos: uno
de ellos avanzó por el camino de Ofra, hacia el territorio de Súal; 18 otro, por Bet Jorón; y el tercero, por la frontera del valle de Zeboyín, en dirección al desierto. 19 En todo el territorio de Israel no había un solo herrero, pues los filisteos no permitían que los hebreos se forjaran espadas y lanzas. 20 Por tanto, todo Israel dependía de los filisteos para que les afilaran los arados, los azadones, las hachas y las hoces. 21 Por un arado o un azadón cobraban ocho gramos de plata, y cuatro gramos por una horqueta o un hacha, o por arreglar las aguijadas. 22 Así que ninguno de los soldados israelitas tenía espada o lanza, excepto Saúl y Jonatán. 23 Un destacamento de filisteos avanzó hasta el paso de Micmás.Anteriormente ya leímos que mientras Samuel fue juez, pudieron sojuzgar a los filisteos, pero observarás que no siempre fue tan así.
Siempre dieron dolores de cabeza y su dominio sobre le hierro les hacía muy poderosos respecto a los israelitas, como aquí podemos ver. Ningún israelita tenía una espada de hierro, salvo el rey y su hijo Jonatán.
Y los filisteos avanzaban hasta el paso de Micmás, en pleno centro del corazón de Israel.
Por medios y preparación la derrota estaba cantada.
1 Cierto día, Jonatán hijo de Saúl, sin decirle nada a su padre, le ordenó a su escudero: «Ven acá. Vamos a cruzar al otro lado, donde está el destacamento de los filisteos».
2 Y es que Saúl estaba en las afueras de Guibeá, bajo un granado en Migrón, y tenía con él unos seiscientos hombres. 3 El efod lo llevaba Ahías hijo de Ajitob, que era hermano de Icabod, el hijo de Finés y nieto de Elí, sacerdote del Señor en Siló. Nadie sabía que Jonatán había salido,
Jonatán tiene la iniciativa de salir junto con su escudero, para ver donde estaban los filisteos y ver qué podían hacer para ayudar.
Lo pudo hacer porque Saúl estaba en su palacio, bien custodiado y junto a los sacerdotes, descendientes de Elí.
Samuel ya no estaba, porque se fue después de reprender a Saúl. Después de todo en esta batalla se quedó en un segundo plano.
6 Así que Jonatán le dijo a su escudero: Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos. 7 ¡Adelante! respondió el escudero. Haga usted todo lo que tenga pensado hacer, que cuenta con todo mi apoyo.
9 Si nos dicen: “¡Esperen a que los alcancemos!”, ahí nos quedaremos, en vez de avanzar. 10 Pero, si nos dicen: “¡Vengan acá!”, avanzaremos, pues será señal de que el Señor nos va a dar la victoria. 11 Así pues, los dos se dejaron ver por la guarnición filistea. ¡Miren! exclamaron los filisteos. ¡Los hebreos empiezan a salir de las cuevas donde estaban escondidos!
12 Entonces los soldados de la guarnición les gritaron a Jonatán y a su escudero: ¡Vengan acá! Tenemos algo que decirles. Ven conmigo le dijo Jonatán a su escudero, porque el Señor le ha dado la victoria a Israel. 13 Jonatán trepó con pies y manos, seguido por su escudero. A los filisteos que eran derribados por Jonatán, el escudero los remataba. 14 En ese primer encuentro, que tuvo lugar en un espacio reducido, Jonatán y su escudero mataron a unos veinte hombres.
Los filisteos estaban seguros de su victoria. Estaban acampados sobre zonas altas y deminaban desde ahí todo.
Sin embargo, Jonatán al llegar a la guarnición filistea, pusieron a Dios a prueba, diciendo:
- si nos dicen “venid” es que la victoria sería para Israel y
- si nos dicen “esperen” se tendría que quedar esperando, pero no irse de allí.
¡¡¡Estaban en guerra y estaban dispuestos a luchar, como así hicieron y llegaron a matar entre ambos unos 20 hombre “incircuncisos”!!! Ellos solos y en un breve espacio de tiempo.
Muchas cosa importantes suelen empezar por personas que luchan/trabajan de forma individual, con iniciativa y fe, que permite inspirar y animar a otros. ¿no crees?
15 Cundió entonces el pánico en el campamento filisteo y entre el ejército que estaba en el campo abierto. Todos ellos se acobardaron, incluso los soldados de la guarnición y las tropas de asalto. Hasta la tierra tembló, y hubo un pánico extraordinario. 16 Desde Guibeá de Benjamín, los centinelas de Saúl podían ver que el campamento huía en desbandada.
17 Saúl dijo entonces a sus soldados: «Pasen revista, a ver quién de los nuestros falta». Así lo hicieron, y resultó que faltaban Jonatán y su escudero.
18 Entonces Saúl le pidió a Ahías que trajera el arca de Dios. (En aquel tiempo el arca estaba con los israelitas). 19 Pero, mientras hablaban, el desconcierto en el campo filisteo se hizo peor, así que Saúl le dijo al sacerdote: «¡No lo hagas!» 20 En seguida Saúl reunió a su ejército, y todos juntos se lanzaron a la batalla. Era tal la confusión entre los filisteos, que se mataban unos a otros.
21 Además, los hebreos que hacía tiempo se habían unido a los filisteos, y que estaban con ellos en el campamento, se pasaron a las filas de los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán. 22 Y los israelitas que se habían escondido en los montes de Efraín, al oír que los filisteos huían, se unieron a la batalla para perseguirlos.
23 Así libró el Señor a Israel aquel día, y la batalla se extendió más allá de Bet Avén.
La actuación de Jonatán y su escudero sembró el pánico en los filisteos, al punto de que tembló la tierra. ¿Es posible? ¿Por matar a sólo 20 soldados?
Saúl sabía que algo estaba pasando, pero no pudo imaginar que era a través de Jonatán y su escudero.
Inicialmente pensó llevar al Arca a la batalla, pero se dio cuenta de que ya no hacía falta porque era Dios mismo quien una vez más estaba haciendo la batalla por ellos.
Y aquellos desertores y los escondidos en las montañas se unieron a la batalla también.
¿Qué podemos hacer con los desertores y los miedosos que sólo salen a tu encuentro, cuando no hay peligro? Los debemos aceptar e inspirar para que no se acobarden y sigan con nosotros.
1ª Samuel 14:24-48 . El juramento de Saúl.
24 Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!» Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado.
25 Al llegar todos a un bosque, notaron que había miel en el suelo. 26 Cuando el ejército entró en el bosque, vieron que la miel corría como agua, pero por miedo al juramento nadie se atrevió a probarla.
27 Sin embargo, Jonatán, que no había oído a su padre poner al ejército bajo juramento, alargó la vara que llevaba en la mano, hundió la punta en un panal de miel, y se la llevó a la boca. En seguida se le iluminó el rostro. 28 Pero uno de los soldados le advirtió: Tu padre puso al ejército bajo un juramento solemne, diciendo: “¡Maldito el que coma algo hoy!” Y por eso los soldados desfallecen. 29 Mi padre le ha causado un gran daño al país, respondió Jonatán. Miren cómo me volvió el color al rostro cuando probé un poco de esta miel. 30 ¡Imagínense si todo el ejército hubiera comido del botín que se le arrebató al enemigo! ¡Cuánto mayor habría sido el estrago causado a los filisteos!
31 Aquel día los israelitas mataron filisteos desde Micmás hasta Ayalón. Y, como los soldados estaban exhaustos, 32 echaron mano del botín. Agarraron ovejas, vacas y terneros, los degollaron sobre el suelo, y se comieron la carne con todo y sangre.
33 Entonces le contaron a Saúl: Los soldados están pecando contra el Señor, pues están comiendo carne junto con la sangre ¡Son unos traidores! replicó Saúl. Hagan rodar una piedra grande, y tráiganmela ahora mismo.
34 También les dijo: Vayan y díganle a la gente que cada uno me traiga su toro o su oveja para degollarlos y comerlos aquí; y que no coman ya carne junto con la sangre, para que no pequen contra el Señor. Esa misma noche cada uno llevó su toro, y lo degollaron allí.
El peligro de los juramentos en caliente. En realidad, el peligro de cualquier tipo de juramento. Les prohibió comer hasta no acabar con sus enemigos filisteos.
Saúl estaba eufórico y no sólo quería la victoria, sino también la humillación absoluta para su mayor enemigo.
Pero el ejército estaba exhausto y Jonatán comió, rompiendo la prohibición de su padre, porque no sabía de ella y demostrando a sus compañeros que debían comer si querían proseguir.
Pero comieron sin seguir sus normas alimentarias. El exceso de celo de Saúl, llevó a que su ejército comiera contra las normas de sus propias leyes y preceptos. ¿De quién fue la culta?
36 Y dijo: Vayamos esta noche tras los filisteos. Antes de que amanezca, quitémosles todo lo que tienen y no dejemos a nadie con vida. Haz lo que te parezca mejor, le respondieron. Primero debemos consultar a Dios, intervino el sacerdote. 37 Saúl entonces le preguntó a Dios: «¿Debo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?» Pero Dios no le respondió aquel día.
38 Así que Saúl dijo: Todos ustedes, jefes del ejército, acérquense y averigüen cuál es el pecado que se ha cometido hoy. 39 ¡El Señor y Salvador de Israel me es testigo de que, aun si el culpable es mi hijo Jonatán, morirá sin remedio! Nadie se atrevió a decirle nada.
40 Les dijo entonces a todos los israelitas: Pónganse ustedes de un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos del otro. Haga lo que le parezca, respondieron ellos. 41 Luego le rogó Saúl al Señor, Dios de Israel, que le diera una respuesta clara. La suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, de modo que los demás quedaron libres.
42 Entonces dijo Saúl: Echen suertes entre mi hijo Jonatán y yo. Y la suerte cayó sobre Jonatán,
43 así que Saúl le dijo: Cuéntame lo que has hecho. Es verdad que probé un poco de miel con la punta de mi vara respondió Jonatán. ¿Y por eso tengo que morir? 44 Jonatán, si tú no mueres, ¡que Dios me castigue sin piedad! exclamó Saúl.
45 Los soldados le replicaron: ¡Cómo va a morir Jonatán, siendo que le ha dado esta gran victoria a Israel! ¡Jamás! Tan cierto como que el Señor vive, que ni un pelo de su cabeza caerá al suelo, pues con la ayuda de Dios hizo esta proeza. Así libraron a Jonatán de la muerte. 46 Saúl, a su vez, dejó de perseguir a los filisteos, los cuales regresaron a su tierra.
Aquí tenemos un ejemplo de lo que pasa cuando se jura en vano.
Pudo haber matado a su propio hijo. Se dio cuenta del error y los propios soldados tuvieron que evitar tal atropello.
Precisamente fue a través de Jonatán que se consiguió la victoria. Qué contrasentido...
47 Después de consolidar su reinado sobre Israel, Saúl luchó contra todos los enemigos que lo rodeaban, incluso contra los moabitas, los amonitas, los edomitas, los reyes de Sobá y los filisteos; y a todos los vencía 48 haciendo gala de valor. También derrotó a los amalecitas y libró a Israel de quienes lo saqueaban.
Bajo su reinado, Consiguió consolidar su reinado sobre Israel. Es algo que no se suele poner en valor, porque sólo se piensa en los reinados de David y Salomón.
La familia de Saúl
49 Saúl tuvo tres hijos: Jonatán, Isví y Malquisúa. También tuvo dos hijas: la mayor se llamaba Merab, y la menor, Mical. 50 Su esposa era Ajinoán hija de Ajimaz. El general de su ejército era Abner hijo de Ner, tío de Saúl. 51 Ner y Quis, el padre de Saúl, eran hermanos, y ambos eran hijos de Abiel.
52 Durante todo el reinado de Saúl se luchó sin cuartel contra los filisteos. Por eso, siempre que Saúl veía a alguien fuerte y valiente, lo alistaba en su ejército.
Además de Jonatán, Saúl tuvo 2 hijos más. También tuvo 2 hijas, que iremos viendo más adelante, muy ligadas a David; la primera por ser prometida para él y la segunda por ser con quien finalmente se casó David.
Aunque la dinastía de Saúl fue cortar de raíz, sus hijas si que intervinieron a la vida del siguiente rey de una u otra manera.
Durante todo su reinado tuvo que luchar muy duro contra los filisteos, pero fue David quien realmente consiguió vencerlos.
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Para la próxima semana estudiaremos desde el capítulo 15, hasta el 17 de 1ª Samuel.
Llegaremos hasta que David mata al incircunciso filisteo Goliat.
Deberemos seguir leyendo también 2ª Samuel, porque no se estudiará, ya que trata de David y Salomón y nos vendrá muy bien para conocer con más detalle toda esa época.
También si lo deseas, puedes ir ya ojeado 1ª de Crónicas que trata ese mismo periodo, pero a partir del capítulo 9, porque los 8 primeros son sobre la genealogía desde Adán.
¡¡¡Bendiciones!!!
Estudio BIBLICO DOMINICAL.
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