Documentos capturados por las Fuerzas de Defensa de Israel, e información obtenida durante interrogatorios a terroristas, revelan cómo el jefe de Hamás pretende escapar de su terrible situación.
Durante una conferencia de prensa para los medios extranjeros en Jerusalén, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu sorprendió a la audiencia, al afirmar que Hamás estaba planeando contrabandear los rehenes fuera de Gaza utilizando el muy disputado corredor Filadelfia. «Si abandonamos el corredor Filadelfia, será imposible impedir que Hamás no solo contrabandee armas, sino también rehenes», dijo.
¿Cuál fue el trasfondo de esta afirmación? Fuentes de inteligencia han dicho que el plan de Sinwar era pasarse de contrabando a sí mismo y a los líderes restantes de Hamás junto con rehenes israelíes a través del corredor de Filadelfia hacia el Sinaí, y de allí a Irán. Según se informa, esto fue revelado durante el interrogatorio a un alto funcionario de Hamás capturado, así como por la información obtenida de documentos incautados el jueves 29 de agosto, el día en que se recuperaron los seis cuerpos de los rehenes asesinados.
Hamás ha estado insistiendo durante meses en tomar el control del corredor, mientras que Israel se ha resistido firmemente. Es por ello que no se ha llegado a ningún acuerdo o compromiso en los últimos ocho meses, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Egipto y Catar.
Sinwar probablemente se ha dado cuenta de que la guerra ha terminado en lo que respecta a su organización, y que sus posibilidades de lograr el éxito militar son nulas, a pesar de su éxito en propaganda internacional.
Sinwar solo ve una salida: salvar su propia vida, abandonando el campo de batalla y huyendo de Gaza. No ha insistido en la retirada de las fuerzas israelíes del cruce de Netzarim, ya que no hay posibilidad de contrabando o de escapar de Gaza a través de ese cruce.
Para Sinwar, el corredor Filadelfia se ha convertido en la única opción para llevar a cabo su plan, que los funcionarios de seguridad israelíes definen como cobarde. Sin embargo, los israelíes ni siquiera están considerando retirarse del corredor Filadelfia, algo que Netanyahu califica de tabú, incluso a costa de no llegar a un acuerdo o de más rehenes muertos.
Otra razón para la insistencia de Israel en controlar el corredor Filadelfia es la reciente tragedia en la que seis rehenes fueron asesinados a sangre fría. Tanto en el Gabinete de Seguridad como en el ejército se asume que ceder a la exigencia de Sinwar de quedarse con ese corredor sería visto como una debilidad y un mensaje a Hamás de que matar rehenes es rentable, y además que una concesión de ese tipo conduciría a más exigencias y más concesiones, fortaleciendo a Hamás y poniendo en peligro la seguridad de Israel.
En una tormentosa reunión celebrada en Israel esta semana para discutir la tragedia del asesinato de los seis secuestrados, la mayoría de los miembros del Gabinete coincidieron en que una retirada de la Franja de Gaza, incluido el corredor Filadelfia, podría llevar a restablecer el gobierno de Hamás, que ha demostrado durante la última década que su objetivo no es la paz sino la eliminación de Israel. Netanyahu informó de ello al presidente Biden en un documento interno clasificado el 27 de mayo, y de nuevo el 16 de agosto, cuando respondió a las demandas de Hamás durante las fallidas negociaciones. Estas resultaron ser una pérdida de tiempo, porque Sinwar ya había decidido de antemano no aceptar ningún acuerdo o compromiso si no obtenía el control total del corredor Filadelfia.
Tanto en el Gabinete de Seguridad como en el ejército se asume que ceder a la exigencia de Sinwar de quedarse con ese corredor sería visto como una debilidad y un mensaje a Hamás de que matar rehenes es rentable, y además que una concesión de ese tipo conduciría a más exigencias y más concesiones, fortaleciendo a Hamás y poniendo en peligro la seguridad de Israel
El corredor Filadelfia se estableció en 1982, cuando Israel se retiró del Sinaí tras el acuerdo de paz con Egipto. Se trata de una carretera de dos carriles de 14 kilómetros, que atraviesa el borde sur de la Franja de Gaza desde Israel hasta el mar Mediterráneo, entre Rafah, en la Franja de Gaza, y el Sinaí, en Egipto.
Desde que comenzó la guerra, Netanyahu ha precibido que ha cometido varios errores en relación con Hamás: confió en que Hamás cumpliría el alto el fuego prometido durante las negociaciones del acuerdo por Gilad Shalit de 2011, durante el cual Netanyahu aceptó liberar a 1027 prisioneros terroristas —incluido Sinwar—, y a otros 280 asesinos condenados a cadena perpetua. Netanyahu sintió remordimiento por la liberación de Sinwar, que fue acordada pese a las advertencias de los funcionarios de inteligencia israelíes sobre las ambiciones de Sinwar de vengarse de Israel y fortalecer a Hamás para conducirlo a una estrategia más dura y brutal.
Netanyahu también sintió remordimiento por haber aprobado la trasferencia de cientos de millones de dólares en efectivo desde Arabia Saudita y Catar a Hamás, entregados en maletas mensualmente. Netanyahu creyó en Ismail Haniye, quien le aseguró que esos fondos se utilizarían para apoyar a los necesitados de Gaza en la construcción de escuelas y hospitales.
Pero lo que más le ha molestado la conciencia al primer ministro es su negativa a aprobar el asesinato de Sinwar y Muhamad Deif, a pesar de que el Shin Bet y el Mossad no solo le proporcionaron su ubicación exacta, sino que le presentaron un ingenioso plan de acción sin dejar ninguna huella israelí.
Netanyahu creía con todo su corazón que Hamás, exhausto, había renunciado hace tiempo a la destrucción de Israel, y que ahora se esforzaba por alcanzar un acuerdo que incluso condujera a algún tipo de relación diplomática en el futuro para la restauración de Gaza y Cisjordania
Además, en los últimos diez años el Shin Bet y el Mossad recomendaron a Netanyahu y a los miembros del Gabinete de Seguridad una sofisticada operación que combinara fuerzas calificadas para eliminar no solo a Sinwar y Deif, sino a todo el nivel superior de la dirección de Hamás, que se llevaría a cabo en diferentes momentos y en diferentes ocasiones. Sin embargo, sus recomendaciones no fueron aceptadas; Netanyahu prefirió seguir engrasando a Hamás. En una entrevista con los medios de comunicación, Netanyahu llegó a afirmar sin pestañear que era necesario fortalecer a Hamás para debilitar a la Autoridad Palestina dirigida por Mahmud Abbas, que ha fracasado en controlar el caos tanto en Gaza como en Cisjordania.
Netanyahu creía que solo Hamás sería capaz de mantener la paz en Gaza y Cisjordania, donde tiene una fuerte influencia sobre la mayoría de los habitantes. Netanyahu creía con todo su corazón que Hamás, exhausto, había renunciado hace tiempo a la destrucción de Israel, y que ahora se esforzaba por alcanzar un acuerdo que incluso condujera a algún tipo de relación diplomática en el futuro para la restauración de Gaza y Cisjordania.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha declarado que la cesión de Filadelfia es posible durante un período de 42 días, durante los cuales se llevaría a cabo la primera fase del acuerdo, es decir, la liberación de 33 rehenes y la retirada de Israel de Filadelfia. Pero el primer ministro afirma que si Israel abandonara el corredor no podría volver a él, debido a las presiones políticas que se ejercerían sobre Israel.
Egipto, que se suponía que debía vigilar el corredor para evitar el contrabando, fracasó debido a los corruptos oficiales egipcios que fueron asignados a su vigilancia. Se descubrió que recibían grandes sumas de dinero en sobornos de Hamás
Netanyahu sostiene que el corredor es “el tubo de oxígeno de Hamás” que ha permitido su fortalecimiento a lo largo de los años. Egipto, que se suponía que debía vigilar el corredor para evitar el contrabando, fracasó debido a los corruptos oficiales egipcios que fueron asignados a su vigilancia. Se descubrió que recibían grandes sumas de dinero en sobornos de Hamás.
Netanyahu insiste en que solo una presencia israelí en el corredor Filadelfia impedirá que la organización terrorista renueve su poder. Esta posición también es apoyada por los ministros Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir, quienes también piden la reconstrucción de los asentamientos en la Franja de Gaza y la continuación del control israelí allí después de la guerra. La administración Biden ha dejado claro que se opone a esto y que no apoyará una presencia israelí en la Franja de Gaza una vez que termine la guerra. Y en medio de todo esto, mientras el debate continúa dentro y fuera de Israel, el destino de los rehenes seguirá dependiendo de la misericordia de los terroristas que los tienen retenidos.
*Exmiembro de la Brigada de élite Golani de las FDI, en la que sirvió durante 28 años. Trabajó como reportero durante 25 años cubriendo guerras y ataques terroristas.
Fuente: The Jewish Chronicle (thejc.com).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita
Fuente: The Jewish Chronicle (thejc.com).
Por: Elon Perry*
10/09/2024 en POR ISRAEL
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