El primer ministro, Biniamín Netanyahu, firmó un acuerdo de coalición con el partido ultra ortodoxo sefaradí Shas, horas después de que su ministro de Exteriores y presidente de la formación Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, abandonara las negociaciones.
Según el acuerdo firmado, el dirigente del Shas, el rabino Arie Deri, será ministro de Economía y su partido dirigirá también las carteras de Desarrollo del Négev y la Galilea, y la de Culto.
Asimismo, el Shas designará entre sus dirigentes a un viceministro de Finanzas.
Shas, que ganó siete escaños en las últimas elecciones de marzo, es el tercer partido que se suma a la coalición encabezada por el Likud, después de los ultra ortodoxos del Judaísmo Unido de la Torá y el centrista Kulanu.
Con todos ellos Netanyahu queda a sólo ocho escaños de la mayoría parlamentaria, que tratará de obtener hoy en negociaciones con el partido nacional religioso Habait Haiehudí, que tiene exactamente esa cantidad.
El primer ministro, que aspiraba tras su victoria electoral del 17 de marzo, a tener una coalición más estable que la anterior, se deberá contentar con sólo 61 escaños, después de que Lieberman anunciara que irá a la oposición.
"Lo que se está creando no es un gobierno nacional sino un gobierno de oportunistas. Estoy contento de que hayamos preferido los principios a los sillones (de ministros)", dijo el carismático político tras una reunión con miembros de su partido, a sólo dos días de que venza el plazo para la presentación del nuevo ejecutivo.
Después de esa fecha, el presidente, Reuvén Rivlin, debería volver en teoría a consultas y entregar el mandato a un nuevo candidato a primer ministro, posibilidad que por ahora descartan los principales analistas.
Lieberman, que ha acompañado al dirigente del Likud a lo largo de su carrera política y en 2013 incluso formó con él una lista conjunta para las elecciones, explicó que el acuerdo que el primer ministro ha firmado con los ultra ortodoxos es inaceptable para su formación.
"Hemos mantenido negociaciones serias, sabían nuestra postura, intentamos llegar a un punto intermedio, pero no ha sido posible y la decisión no ha sido fácil", afirmó en una rueda de prensa retransmitida en directo por los principales medios por internet.
Argumentó que las concesiones hechas al partido Judaísmo Unido de la Torá suponen una regresión en los avances que se habían hecho en la última legislatura en asuntos civiles, entre ellas el histórico alistamiento de los jóvenes ultra ortodoxos.
Los acuerdos de coalición con los ultra ortodoxos costarán al erario público cerca de 8.000 millones de shékels (unos 2.067 millones de dólares o 1.882 millones de euros), en una larga serie de partidas que habían sido anuladas la pasada legislatura pero que Netanyahu ha acordado devolverles.
Lieberman también protestó con su decisión la congelación de la ley para liberalizar las conversiones al judaísmo y la negativa del Likud a incluir en la política del Gobierno la Ley del Estado judío.
Las líneas del nuevo gobierno "por decirlo suave, no son de nuestro agrado", subrayó el político, que anunció su inminente decisión de abandonar el Ejecutivo de transición.
Netanyahu le reservaba a Israel Beitenu la cartera de Exteriores y el ministerio de Inmigración, que ahora quedan libres. EFE y Aurora
05/05/2015 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/64661/?utm_source=Noticias+diarias+Martes-TEA&utm_medium=05-05-2015%202da%20edic
Según el acuerdo firmado, el dirigente del Shas, el rabino Arie Deri, será ministro de Economía y su partido dirigirá también las carteras de Desarrollo del Négev y la Galilea, y la de Culto.
Asimismo, el Shas designará entre sus dirigentes a un viceministro de Finanzas.
Shas, que ganó siete escaños en las últimas elecciones de marzo, es el tercer partido que se suma a la coalición encabezada por el Likud, después de los ultra ortodoxos del Judaísmo Unido de la Torá y el centrista Kulanu.
Con todos ellos Netanyahu queda a sólo ocho escaños de la mayoría parlamentaria, que tratará de obtener hoy en negociaciones con el partido nacional religioso Habait Haiehudí, que tiene exactamente esa cantidad.
El primer ministro, que aspiraba tras su victoria electoral del 17 de marzo, a tener una coalición más estable que la anterior, se deberá contentar con sólo 61 escaños, después de que Lieberman anunciara que irá a la oposición.
"Lo que se está creando no es un gobierno nacional sino un gobierno de oportunistas. Estoy contento de que hayamos preferido los principios a los sillones (de ministros)", dijo el carismático político tras una reunión con miembros de su partido, a sólo dos días de que venza el plazo para la presentación del nuevo ejecutivo.
Después de esa fecha, el presidente, Reuvén Rivlin, debería volver en teoría a consultas y entregar el mandato a un nuevo candidato a primer ministro, posibilidad que por ahora descartan los principales analistas.
Lieberman, que ha acompañado al dirigente del Likud a lo largo de su carrera política y en 2013 incluso formó con él una lista conjunta para las elecciones, explicó que el acuerdo que el primer ministro ha firmado con los ultra ortodoxos es inaceptable para su formación.
"Hemos mantenido negociaciones serias, sabían nuestra postura, intentamos llegar a un punto intermedio, pero no ha sido posible y la decisión no ha sido fácil", afirmó en una rueda de prensa retransmitida en directo por los principales medios por internet.
Argumentó que las concesiones hechas al partido Judaísmo Unido de la Torá suponen una regresión en los avances que se habían hecho en la última legislatura en asuntos civiles, entre ellas el histórico alistamiento de los jóvenes ultra ortodoxos.
Los acuerdos de coalición con los ultra ortodoxos costarán al erario público cerca de 8.000 millones de shékels (unos 2.067 millones de dólares o 1.882 millones de euros), en una larga serie de partidas que habían sido anuladas la pasada legislatura pero que Netanyahu ha acordado devolverles.
Lieberman también protestó con su decisión la congelación de la ley para liberalizar las conversiones al judaísmo y la negativa del Likud a incluir en la política del Gobierno la Ley del Estado judío.
Las líneas del nuevo gobierno "por decirlo suave, no son de nuestro agrado", subrayó el político, que anunció su inminente decisión de abandonar el Ejecutivo de transición.
Netanyahu le reservaba a Israel Beitenu la cartera de Exteriores y el ministerio de Inmigración, que ahora quedan libres. EFE y Aurora
05/05/2015 en AURORA DIGITAL.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Newsletter/64661/?utm_source=Noticias+diarias+Martes-TEA&utm_medium=05-05-2015%202da%20edic
No hay comentarios:
Publicar un comentario