Mientras Estados Unidos está tratando de convencer al mundo de que un acuerdo nuclear con Irán es una buena decisión; el Supremo Líder de Irán, el ayatollah Ali Khameneí publica un libro titulado “Palestina” donde explica con lujo de detalles su plan para destruir a Israel.
El libro de 416 páginas, distribuido exclusivamente en la República Islámica, insta al ascenso de la “hegemonía de Irán” en el Oriente Medio, en reemplazo de la “hegemonía de Occidente”, señala un reporte publicado en el diario New York Post.
El informe escrito por el exiliado iraní Amir Taheri precisa las diferentes descripciones de Israel usadas en el libro, entre ellas “tumor canceroso”, “enemigo” y “oponente”.
En la parte posterior del libro, Khameneí es señalado como un “abanderado de la jihad para liberar a Jerusalén”.
Taheri revela que un amigo le envió el libro de desde Irán. El informe precisa que los esfuerzos de Khameneí para destruir a Israel no están basados en el antisemitismo, al que los principales líderes iraníes se refieren como un fenómeno europeo. Sino más bien, su posición con respecto a Israel proviene de “principios islámicos bien establecidos”.
Según Khameneí, Israel no tiene derecho a existir y es un caso único con respecto a otros países por tres razones. El primero es su lealtad al “Gran Satán de Estados Unidos”, el segundo es que Israel le ha hecho la guerra a los musulmanes y el tercero que controla la “ciudad sagrada del Islam” de Jerusalén.
Khameneí habla también habla en su libro sobre el Holocausto, afirmando que se trata de un “complot de propagandístico” y escribe que “si existió tal cosa, no sabemos por qué sucedió ni cómo”.
El omnímodo líder iraní propugna una guerra prolongada de baja intensidad para desgastar a los judíos israelíes y hacerlos abandonar el país, basándose en la suposición de que los que poseen doble nacionalidad preferirán irse al exterior. Su plan consiste en establecer células al “estilo Hezbollah” en Cisjordania (Judea y Samaria).
En vez de borrar del mapa a Israel mediante una guerra convencional con una invasión masiva de tropas iraníes; Khameneí recomienda una cadena de ataques perpetuos de baja intensidad que haga imposible la vida para los israelíes que responderán, según supone el Líder Supremo, haciendo las valijas y reubicándose en otros países.
Khameneí también afirma que si los judíos comienzan a abandonar Israel debido a las constantes y crecientes amenazas; Estados Unidos podría retirar su apoyo al Estado judío.
El ayatollah Khameneí cree que el costo de estar en Israel aumentará y el costo de apoyar al Estado judío, particularmente para Estados Unidos, también crecerá. El Líder Supremo iraní piensa que debería haber una formula de un solo estado que sea llamado Palestina bajo el gobierno musulmán. Sin embargo, se les permitirá a los no-musulmanes quedarse si demuestran “raíces genuinas” en la región y así se convertirán en “minorías protegidas”.
Su plan sugiere poner Israel, Cisjordania y Gaza bajo el mandato de la ONU antes de crear el nuevo estado de Palestina.
El libro de 416 páginas, distribuido exclusivamente en la República Islámica, insta al ascenso de la “hegemonía de Irán” en el Oriente Medio, en reemplazo de la “hegemonía de Occidente”, señala un reporte publicado en el diario New York Post.
El informe escrito por el exiliado iraní Amir Taheri precisa las diferentes descripciones de Israel usadas en el libro, entre ellas “tumor canceroso”, “enemigo” y “oponente”.
En la parte posterior del libro, Khameneí es señalado como un “abanderado de la jihad para liberar a Jerusalén”.
Taheri revela que un amigo le envió el libro de desde Irán. El informe precisa que los esfuerzos de Khameneí para destruir a Israel no están basados en el antisemitismo, al que los principales líderes iraníes se refieren como un fenómeno europeo. Sino más bien, su posición con respecto a Israel proviene de “principios islámicos bien establecidos”.
Según Khameneí, Israel no tiene derecho a existir y es un caso único con respecto a otros países por tres razones. El primero es su lealtad al “Gran Satán de Estados Unidos”, el segundo es que Israel le ha hecho la guerra a los musulmanes y el tercero que controla la “ciudad sagrada del Islam” de Jerusalén.
Khameneí habla también habla en su libro sobre el Holocausto, afirmando que se trata de un “complot de propagandístico” y escribe que “si existió tal cosa, no sabemos por qué sucedió ni cómo”.
El omnímodo líder iraní propugna una guerra prolongada de baja intensidad para desgastar a los judíos israelíes y hacerlos abandonar el país, basándose en la suposición de que los que poseen doble nacionalidad preferirán irse al exterior. Su plan consiste en establecer células al “estilo Hezbollah” en Cisjordania (Judea y Samaria).
En vez de borrar del mapa a Israel mediante una guerra convencional con una invasión masiva de tropas iraníes; Khameneí recomienda una cadena de ataques perpetuos de baja intensidad que haga imposible la vida para los israelíes que responderán, según supone el Líder Supremo, haciendo las valijas y reubicándose en otros países.
Khameneí también afirma que si los judíos comienzan a abandonar Israel debido a las constantes y crecientes amenazas; Estados Unidos podría retirar su apoyo al Estado judío.
El ayatollah Khameneí cree que el costo de estar en Israel aumentará y el costo de apoyar al Estado judío, particularmente para Estados Unidos, también crecerá. El Líder Supremo iraní piensa que debería haber una formula de un solo estado que sea llamado Palestina bajo el gobierno musulmán. Sin embargo, se les permitirá a los no-musulmanes quedarse si demuestran “raíces genuinas” en la región y así se convertirán en “minorías protegidas”.
Su plan sugiere poner Israel, Cisjordania y Gaza bajo el mandato de la ONU antes de crear el nuevo estado de Palestina.
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