Un curioso objeto hallado en el desierto del Néguev (sur de Israel), que algunos investigadores tipifican como un primitivo huso de la antigua cultura ghasuliana, reabre el debate científico sobre el uso del plomo en esta parte del Levante Mediterráneo.
El objeto, una simple vara de madera con una suerte de pomo en uno de los lados, ha sido descubierto en la cueva subterránea de Ashalim, explorada por primera vez hace más de tres décadas y que ha vuelto a ser sometida a estudio, esta vez con fines climáticos.
"El objeto ha pasado pruebas de carbono catorce y se remonta al quinto milenio antes de Cristo", dijo la investigadora Naamá Yahalom-Mack, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que está a cargo del proyecto de investigación.
Hasta ahora los científicos pensaban que el plomo se conoció en esta región unos mil años después, si bien el objeto descubierto situaría su primer uso a finales del período calcolítico.
Según Yahalom Mack, de su descubrimiento no se puede concluir aún si la cultura ghasuliana, con orígenes en el Valle del Jordán y la parte actualmente jordana del Mar Muerto, tenía la capacidad y el conocimiento suficiente como para extraer el plomo del mineral o si bien el objeto fue traído así, ya labrado, desde otra zona.
"El estudio isotópico del metal se asemeja al de la región de Anatolia (en la moderna Turquía), pero no sabemos dónde fue separado", señaló en una entrevista en la que subrayó que hasta ahora se tiene constancia de esa capacidad sólo unos mil años después y no directamente extraído del mineral.
"El plomo no es un metal que conociéramos de esa época, sino de finales del cuarto milenio a.C. y como parte del proceso de extracción de la plata, además de que entonces no tenía gran valor porque el plomo ni es bonito ni lo suficientemente duro como para hacer nada", agrega.
La cultura ghasuliana, que por su dominio del cobre es un claro ejemplo del calcolítico local, fue una de las más destacadas en el sur del Levante Mediterráneo durante ese período que se extendió entre el 4.500 y el 3.500 a.C. aproximadamente.
Sus miembros emigraron hacia el sur desde Siria hasta lo que hoy es el territorio israelí del desierto del Néguev, donde levantaron pequeños asentamientos de casas trapezoidales y rudimentarios ladrillos de barro, además de desarrollar un colorido arte pictórico en las paredes.
También trabajaban el marfil y otros metales, por lo que para su tiempo está considerada una cultura relativamente avanzada.
La investigación arqueológica llevada a cabo recientemente en Ashalim ha dejado al descubierto restos humanos de alrededor del año 4.200 a.C., así como todo tipo de objetos ceremoniales, partes de vasijas y la extraña vara con el cabezal de plomo.
"Cuando lo encontramos nos preguntamos si los miembros de esta cultura utilizaban el plomo con algún fin o si su existencia se desprendía del proceso para obtener plata", señala Yahalom-Mack sobre una pregunta a la que todavía no consiguen dar respuesta.
En medio del misterio que rodea el inusual objeto, quien ha sido más atrevida en su valoración ha sido Dafna Langgut, del Departamento de Arqueología y Antiguas Culturas de Medio Oriente, en la Universidad de Tel Aviv.
En un artículo científico con sus conclusiones del hallazgo que será publicado próximamente, esta investigadora sostiene que la vara con el pomo de plomo es un antiguo huso para trenzar cuerdas.
Es lo que interpreta del estudio de un pequeño orificio en el cabezal de una vara que ni era suficientemente larga como para servir de apoyo a un caminante ni tampoco como arma, y por la más que notoria intencionalidad de colocar un peso desproporcionado en unos de sus extremos. EFE
14/12/2016 en AURORA DIGITAL.
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