El presidente, Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Biniamín Netanyahu, colocaron la primera piedra de la que será la nueva Biblioteca Nacional de Israel, un proyecto con el que quieren afianzar aún más la tradición del libro en el pueblo.
"Es un motivo de celebración para todos los amantes de los libros y para el pueblo del libro", dijo Rivlin durante una ceremonia en la que también participaron los dos principales donantes el británico Lord Rothschild y el estadounidense David Gottesman.
La biblioteca, que tendrá una superficie de 45.000 metros cuadrados, con seis plantas subterráneas, se trasladará así de su ubicación actual, dentro de uno de los campus en la Universidad Hebrea de Jerusalén, a la llamada Colina del Gobierno, y estará situada entre las sedes de los tres poderes del Estado.
"Aquí, frente al lugar de los tres poderes del Estado, colocamos hoy la piedra fundamental de nuestra cultura nacional", destacó Rivlin en ese sentido, recordando que el proyecto político sionista fue estrechamente acompañado de un renacimiento de la cultura judía.
El proyecto, obra de la firma internacional de arquitectos Herzog & de Meuron y la israelí Amir Mann, deberá estar listo en 2020 con una concepción que reunirá la tradición, con el libro en el epicentro del diseño, y la modernidad, con las nuevas tecnologías de la información como base del conocimiento en el futuro, según los diseñadores.
La nueva biblioteca también buscará convertirse -a diferencia de la actual más austera- en una sede de eventos culturales públicos para jóvenes y mayores, en busca de una tradición cada vez más erosionada por la entrada en nuestras vidas de las plataformas digitales.
"La evolución del material impreso al digital requiere repensar la biblioteca como institución y como edificio físico", dice un comunicado de la institución, que aspira con la nueva sede a "preservar la relevancia" de la biblioteca tradicional y atraer a nuevos públicos.
La Biblioteca Nacional fue fundada en 1892 por la organización judía Bnei Brit, aunque poco después paso al control del Movimiento Sionista dentro de un proceso del resurgimiento del hebreo como nueva lengua franca del pueblo judío.
Hoy alberga más de cinco millones de libros y documentos particularmente centrados en la historia del pueblo judío, la Tierra de Israel y el moderno Estado de Israel. EFE.
05/04/2016 en AURORA DIGITAL.
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