martes, 12 de julio de 2016

La OTAN teme aproximación entre Rusia y Grecia



La Organización del Tratado del Atlántico Norte parece estar profundamente preocupada por el hecho de que el frente unido contra Rusia se esté desmoronando, entre otras cosas, por la creciente cooperación entre Grecia —miembro de la OTAN— y Moscú, en áreas como la energía, el turismo y la defensa.

El proyecto de fabricación conjunta de fusiles Kaláshnikov parece ser especialmente preocupante para la OTAN. La iniciativa, según el ministro de Defensa de Grecia, Panos Kamenos, podría obtener el visto bueno definitivo cuando se levanten las sanciones antirrusas.

"El hecho de que un país con tanta importancia estratégica para la OTAN como Grecia trate de establecer relaciones con Moscú podría socavar la capacidad de la Alianza de aglutinar un frente unido para prevenir los actos de agresión por parte de Rusia", comentó una fuente anónima de la OTAN al periódico The Telegraph.

Algunos politólogos también opinan que la así llamada "amenaza rusa" y las acusaciones de la OTAN sobre la posible implicación de Moscú en la guerra civil en el este de Ucrania no son más que excusas para justificar la creciente presencia militar sin precedentes de la Alianza en Europa del Este y la zona del Báltico y el mar Negro.

Sin embargo, para Rusia, Grecia no es solo un país miembro de la OTAN. Anteriormente, el presidente de la Duma de Estado, Serguéi Narishkin, había calificado a Atenas como "el más viejo amigo de Rusia", y no le faltaba razón, ya que las relaciones entre los dos países se remontan a hace más de mil años.

"Nuestra cooperación se basa en (…) los valores comunes de nuestras civilizaciones, la cultura ortodoxa y una verdadera atracción mutua", reconoció el presidente de Rusia, Vladímir Putin, antes de su visita a Grecia el pasado mayo.

No obstante, el experto Mark B. Baldwin calificó las relaciones amistosas y sinceras entre Moscú y Atenas como "un dedo en el ojo" para la OTAN. En su artículo para CounterPunch, declaró que "desde el colapso del Pacto de Varsovia, la OTAN trata de provocar el reinicio de la Guerra Fría, quejándose de una 'agresión rusa' y demonizando a Putin".

Sin embargo, según el autor, fueron las actividades de la Alianza las que "provocaron una crisis de refugiados" a gran escala. "La guerra de Libia beneficia a los intereses de los países poderosos de la OTAN, pero ha dejado una carga desproporcionada sobre los hombros de Grecia, que tiene que rescatar del mar a miles de libios desesperados cada semana".

Estrechando sus relaciones con Rusia, el gobierno de Grecia "envía un mensaje" a sus aliados de la OTAN sobre el deseo de Atenas de "reducir las tensiones".

Las medidas de austeridad, impuestas por la 'troika' de los países y organismos acreedores, y las pérdidas que causaron para la frágil economía helena, también son un factor importante para explicar el acercamiento entre ambos países.

De esta manera, Grecia y otros estados europeos, como Italia, prevén impulsar el diálogo sobre la idoneidad de las sanciones antirrusas entre los países miembros de la UE, defendiendo la no viabilidad de las medidas restrictivas y sus efectos negativos en la cooperación bilateral.

Anteriormente, el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, instó a los líderes de la OTAN a que iniciaran "negociaciones constructivas" con Rusia y calificó como "contraproducentes" la retórica propia de la Guerra Fría y las sanciones contra Rusia.



11/07/2016 en AL-MANAR. 



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