Estas últimas horas, una noticia está recorriendo las redes.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha amenazado con atacar todas las instalaciones y bienes iraníes en un radio de 40 kilómetros alrededor de los Altos del Golán.
Ante esta amenaza, según fuentes israelíes y árabes, se estaría produciendo una intensa actividad diplomática secreta entre Assad y Netanyahu, canalizada a través de Vladimir Putin.
Aunque no confirmado, lo que parece ser un ultimátum de Netanyahu podría ser el catalizador que finalmente empuje a Oriente Medio, o bien hacia una guerra más amplia, o bien en dirección de una desescalada bélica que condujera finalmente a una estabilidad regional después de meses de intensos y provocativos ataques aéreos israelíes contra Siria y la correspondiente guerra de palabras entre ambos países.
Esta noticia encajaría con la rara e inesperada visita de Assad a Sochi, Rusia, donde se reunió con Putin justo antes de las conversaciones trilaterales entre Rusia, Irán y Turquía sobre el futuro de Siria.
El propio Netanyahu se reunió recientemente con Putin en una cumbre en agosto, donde el primer ministro israelí declaró: “No podemos olvidar por un solo minuto que Irán amenaza cada día con aniquilar a Israel. Israel se opone al continuo afianzamiento de Irán en Siria. Nos aseguraremos de defendernos con todos los medios contra esto y cualquier amenaza”
Una fuente anónima mencionada por The Jerusalem Post, sostiene que durante la visita sorpresa del presidente sirio Bashar Assad a Rusia, Assad dio al primer ministro ruso Vladimir Putin un mensaje para el primer ministro Benjamín Netanyahu: Damasco aceptará una zona desmilitarizada de hasta 40 kilómetros de la frontera en los Altos del Golán como parte de un acuerdo global entre los dos países, pero sólo si Israel deja de trabajar para eliminar a Assad.
Parece ser que Netanyahu pudo haber aceptado el acuerdo mientras lo mantenía como justificación futura para cualquier ataque que pudiera iniciar contra Siria desde el otro lado del Golán.
El informe también afirma que Putin entonces llamó a Netanyahu para transmitir el mensaje, y que el primer ministro israelí dijo que estaría dispuesto a aceptar el acuerdo, pero que la meta de Israel de erradicar a Irán y a Hezbolá del país permanecería en pie.
Según un dudoso informe de la BBC de principios de este mes, Siria está acusada de albergar una base militar iraní al sur de Damasco, que Israel utilizó para aumentar la retórica en la preparación de sus argumentos a favor de ataques contra supuestos objetivos iraníes dentro de Siria ante la comunidad internacional. Israel ha justificado durante mucho tiempo sus ataques dentro de Siria afirmando que actúa contra objetivos de Hezbolá e Irán.
Por su parte, el medio israelí DEBKA, sostiene que Sergei Naryshkin, jefe de la agencia de inteligencia extranjera rusa SVR, visitó sin previo aviso Jerusalén el jueves 23 de noviembre, actuando presuntamente como mediador en estas negociaciones “secretas”.
El jefe espía, visto en Moscú como uno de los asesores más cercanos del presidente Vladimir Putin, también mantuvo conversaciones secretas a puerta cerrada con el ministro de Defensa israelí Avigdor Lieberman y la directora del Mossad, Yossie Cohen.
Le explicaron los diferentes aspectos del peligro que las bases militares iraníes permanentes en Siria presentaban para la seguridad de Israel. Naryshkin se dirigió a Ramallah para conversar con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas. Esa última reunión fue fotografiada.
Era la primera vez que un alto funcionario de inteligencia ruso se había metido entre Jerusalén y Ramallah, lo que puede ser un indicio de la intención de su jefe de abrir una puerta a un papel como mediador entre los dirigentes israelíes y palestinos.
En Jerusalén, el jefe del SVR trató de persuadir a los altos funcionarios israelíes para que cooperaran con el proyecto de zonas de desescalada que iniciaron conjuntamente Estados Unidos y Rusia, en Siria.
La respuesta fue no, debido a que según Israel, las dos potencias no actúen conjuntamente para impedir que Irán establezca una presencia militar en Siria.
Paralelamente, han surgido noticias que apuntan a que el conflicto podría complicarse si las negociaciones no proliferan.
Por ejemplo, tal y como publicamos en El Microlector, un nuevo reporte del Centro de Información sobre el Terrorismo e Inteligencia Meir Amit de Israel, plantea que en un futuro cercano, cuando Daesh pierda todos sus bastiones, Israel y este grupo terrorista podrían aliarse y atacar objetivos iraníes en Siria.
Según recoge el diario Jerusalem Post, el Estado Islámico “posiblemente cambie sus patrones de combate y vuelva a las tácticas de guerrilla y terrorismo tras el final de la campaña en su contra en Irak: podría efectuar ataques del tipo ‘golpea y escapa’ contra vehículos iraníes que circulen por los corredores terrestres”.
Y mientrastanto, se repite la habitual retórica belicista en todos los bandos implicados.
Un comandante militar israelí reconoció que Israel tiene que aceptar la presencia de Irán en sus fronteras.
“Ya llega el momento de aprender a convivir con Irán en la frontera”, ha informado este martes la agencia israelí de noticias Jewish Press, citando al jefe del estado mayor de Israel, Gadi Eizenkot.
Así se expresó Eizenkot en la reunión que tuvo ayer lunes con los miembros del gabinete, a quienes advirtió del “peligro que representa la presencia de Irán” en Siria y cerca de las fronteras norteñas.
Por su parte, el Movimiento Hezbolá Al-Nuyaba de Irak afirma que sus fuerzas están preparadas para luchar y liberar los altos de Golán sirios de las garras de Israel, si el gobierno de Damasco se lo pide.
El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, considera ‘poco realista’ que haya una paz duradera en Siria mientras siga al frente del Gobierno Bashar al-Asad.
El portavoz del jefe del ejército israelí, Ronan Manelis, afirma que matarían al secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá, si se produjera una nueva guerra contra dicho grupo.
Como podemos ver, el futuro de Oriente Medio pende de un hilo y estamos inmersos en días decisivos, ahora que la guerra en Siria parece llegar a su fin.
Si no está todo decidido de antemano, lo cierto es que estamos, o bien a los albores de una solución momentánea para todo el conflicto, o al borde de una guerra a gran escala, mucho mayor que lo que hemos visto en dicha zona hasta ahora y que podría implicar a Israel, Líbano, Siria, Irak, Arabia Saudí y las otras monarquías del golfo, Turquía, los kurdos y Hezbolá.
Todos ellos con Rusia, EEUU, la UE y posiblemente China y otras potencias secundarias (como Pakistán o India), moviendo los hilos desde la sombra o suministando material bélico.
Un posible caos de proporciones importantes.
Esperemos que no se llegue a este punto…
Fuentes:
28/11/2017 en EL ROBOT PESCADOR
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