Lago Kineret
Luego del agravamiento de la sequía en cinco años
Cinco años después de una sequía que ha dejado sus fuentes de agua naturales en su punto más bajo en un siglo, Israel planea construir dos nuevas plantas de desalinización y ampliar sus conductos para aliviar las dificultades para los agricultores y mejorar el medio ambiente.
La falta de lluvias ha sobrecargado las plantas de desalinización y tratamiento de aguas residuales de Israel, lo que ha estrangulado a las regiones más fértiles del norte del país y ha provocado llamados a la acción del gobierno.
“La escasez de agua natural es la peor que se ha medido en 100 años y está llevando las fuentes de agua en el norte a un punto bajo sin precedentes”, declaró el ministro de Energía y Agua, Yuval Steinitz.
El Ministerio del Agua anunció un plan para construir dos plantas de desalinización más para reforzar las cinco construidas a lo largo de la costa mediterránea en los últimos 13 años. No reveló su precio, pero instalaciones similares en Israel han costado alrededor de 400 millones de dólares.
También ampliará la red de agua del país, reducirá el bombeo de manantiales naturales para rehabilitar ríos que se han secado, y posiblemente incluso bombeará grandes cantidades de agua al maltrecho lago Kineret, que es la principal fuente de agua dulce de Israel.
En el Medio Oriente, una de las regiones más vulnerables al cambio climático, el agua también es objeto de tensiones más amplias. La intensa presión sobre los ya escasos recursos hídricos podría conducir a un aumento de la migración y al riesgo de estallido de nuevos conflictos, advirtió el Banco Mundial.
Steinitz dijo que traerá el plan al gabinete para su aprobación en las próximas semanas.
12/04/2018 en AURORA DIGITAL
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