Emmanuel Macron y Donald Trump con sus respectivas esposas Foto: Casa Blanca @realDonaldTrump Twitter
El presidente estadounidense, Donald Trump, presumió de su cercana relación con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en una visita de Estado en la que ambos abrieron la puerta a negociar un nuevo acuerdo multilateral con Irán y acercaron posturas respecto al futuro de sus tropas en Siria.
Macron pasó buena parte de la segunda jornada de su visita de Estado tratando de convencer a Trump de que no se retire del acuerdo nuclear con Irán de 2015, y le propuso, en cambio, avanzar hacia un pacto “más amplio” que resuelva sus preocupaciones sobre Teherán.
“Queremos, a partir de ahora, trabajar en un nuevo acuerdo con Irán”, dijo Macron en una conferencia de prensa conjunta con Trump en la Casa Blanca.
El presidente francés precisó que ese nuevo pacto cubriría “cuatro pilares”, y el primero de ellos -“bloquear cualquier actividad nuclear de Irán hasta 2025”- ya está cubierto por el pacto firmado hace tres años por EE.UU., China, Francia, Alemania, Rusia y el Reino Unido, conocido por sus siglas en inglés JCPOA.
El hipotético nuevo arreglo buscaría bloquear esa actividad nuclear también “a largo plazo”, además de “acabar con las actividades (de misiles) balísticos” de Irán y buscar “una solución política para contener a Irán en la región”, en países como “Yemen, Siria, Irak y el Líbano”, explicó Macron.
“No deberíamos romper el acuerdo (de 2015) y no tener nada más”, argumentó el mandatario.
Macron intentaba así evitar que Trump cumpla sus amenazas de retirarse del acuerdo nuclear, que podrían materializarse en menos de un mes si sus aliados europeos no le convencen de lo contrario.
En enero, Trump dio un ultimátum a los países europeos firmantes del pacto de 2015 (Francia, Reino Unido y Alemania) para que negociaran con él un acuerdo paralelo que corrigiera los “defectos” del arreglo original.
Trump planea anunciar su decisión como tarde el 12 de mayo, fecha en la que tiene que informar al Congreso estadounidense sobre el grado de cumplimiento del pacto nuclear.
“Nadie sabe lo que voy a hacer el día 12. Aunque, señor presidente, usted sí sabe un poco”, le dijo Trump a Macron.
El líder estadounidense se mostró más escéptico que el francés sobre la posibilidad de volver a negociar con Irán, dado que su propuesta era llegar a un acuerdo paralelo con Europa para ponerse duros con Teherán, sin incluir al Gobierno iraní.
Pero tampoco descartó esa idea, y afirmó que está por ver “si es posible alcanzar un nuevo acuerdo (con Irán) que tenga cimientos sólidos, porque el de ahora tiene cimientos decadentes”.
Preguntado por la posibilidad de que Irán reanude su programa nuclear en caso de que EE.UU. se retire del acuerdo, Trump dijo: “Si (los iraníes) nos amenazan de cualquier forma, pagarán un precio como el que pocos países han pagado nunca”.
Otro de los objetivos de Macron en su visita era convencer a Trump de que mantenga la presencia militar estadounidense en Siria una vez derrotado el grupo jihadista Estado Islámico (EI).
Trump reiteró que quiere retirar de Siria a sus 2.000 soldados estadounidenses, pero coincidió con Macron en la necesidad de no dejar un vacío que pueda dar a Irán “vía libre” en el Mediterráneo.
“Volveremos a casa, pero queremos dejar una huella fuerte y duradera”, subrayó el presidente estadounidense.
Macron también buscaba convertir en permanente la exención que Trump concedió a la Unión Europea (UE) para librarla temporalmente de sus aranceles al acero y el aluminio, y que caduca el 1 de mayo.
“Entre aliados es imposible que haya una guerra comercial”, dijo el presidente francés al inicio de su reunión con Trump.
No está claro si Macron recibió garantías de su homólogo sobre ese tema, aunque Trump dijo que todo sería más fácil si la negociación fuera bilateral con Francia y no con la UE, cuyas barreras comerciales tachó de “inaceptables”.
Por lo demás, los dos líderes hicieron gala de su relación, tan cercana que ha llevado a Trump a convertir a Macron en el primer mandatario al que homenajea con una visita de Estado, que incluyó una lujosa cena horas después de su reunión.
“Es un honor llamarle mi amigo”, le dijo Trump a Macron en una visita plagada de gestos de amistad, unos más ortodoxos que otros.
El líder francés le dio un beso en la mejilla al estadounidense durante la conferencia de prensa, poco después de que Trump incendiara las redes sociales al quitarle la caspa del hombro a Macron en su reunión bilateral, para que estuviera “perfecto”.
El toque de glamur lo puso la primera dama estadounidense, Melania Trump, que para sus actividades junto a la esposa de Macron, Brigitte, llevó un traje de chaqueta blanco nuclear acompañado de un vistoso sombrero blanco de ala ancha, del diseñador francés Hervé Pierre. EFE
25/04/2018 en AURORA DIGITAL
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