Diario Judío México - El primer ministro, Benjamín Netanyahu, blindó su liderazgo en el partido Likud, lo que refuerza su poder ante posibles disidencias internas y le da una posición de fuerza en las negociaciones para formar un eventual ejecutivo unitario con su rival, el centrista Benny Gantz, reticente a gobernar con él.
Netanyahu, a quien el presidente del Estado de Israel, Reuvén Rivlin, le encargó formar gobierno tras las elecciones del pasado 17 de septiembre, reunió anoche en Tel Aviv al Comité Central del Likud, que aprobó que continúe siendo el único candidato del partido que pueda optar al cargo de primer ministro.
Sin embargo, Netanyahu se ausentó del evento, en el que solo asistió una parte reducida de los 3.800 miembros que integran el órgano decisorio.
“El Likud será solo socio de un gobierno encabezado por el primer ministro Netanyahu, ya sea por un mandato entero o como parte de un mandato de rotación”, declaró el partido en su cuenta de Twitter.
Con esta declaración de fidelidad, no vinculante y de carácter simbólico, Netanyahu cierra filas ante hipotéticas oposiciones y busca perfilarse como líder indiscutible.
También parece una estrategia para ganar legitimidad ante las voces opositoras que exigen que de un paso a un costado de modo que se pueda formar un gobierno de unidad con la coalición Azul y Blanco (Kajol Laván) de Gantz, que ganó por la mínima diferencia de un voto frente al Likud (33-32) los comicios del pasado 17 de septiembre.
Gantz está dispuesto a alcanzar un pacto con el Likud, pero los contactos de sus equipos de negociación se han visto marcados hasta ahora por las disensiones y la imposibilidad de llegar a un acuerdo.
Asimismo, se niega a formar parte de un ejecutivo en el que figure Netanyahu si este es finalmente acusado de cohecho, fraude y abuso de confianza por tres casos de corrupción que se le imputan.
También rechaza la posición de bloque del Likud, que exige formar un gobierno unitario a Azul y Blanco que integre a sus socios habituales, los partidos de derecha y ultraortodoxos.
Con estos, Netanyahu forma una alianza conjunta de 55 escaños, insuficiente para garantizar una mayoría mínima de 61 diputados en un Parlamento de 120, por lo que necesita más apoyos.
Uno de los actores que recientemente ha intentado desbloquear el rompecabezas es el nacionalista secular Avigdor Liberman, líder de Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), que con sus ocho escaños puede decantar la balanza a favor de Netanyahu o Gantz.
Su propuesta de gobierno prevé que este tenga una presidencia rotativa entre ambos líderes, como sugirió Reuvén Rivlin y también sería tripartito e incluiría a Israel Nuestro Hogar.
Pero Liberman exige al Likud que se deshaga de sus socios de derechas y religiosos, por lo que Netanyahu rechazó la iniciativa y continúa el bloqueo político.
11/10/2019 en DIARIO JUDIO
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