La cuestión de la demarcación de las fronteras marítimas del Líbano ha vuelto en los últimos días al centro del escenario.
Esta vez no son las fronteras marítimas con Israel, sino las fronteras marítimas con Siria. Mientras que en el sur, frente a Israel, el Líbano está endureciendo posiciones e imponiendo demandas territoriales inaceptables que frustran las negociaciones entre los dos países; en el norte, Siria comenzó a buscar y perforar gas en el Bloque 1 a lo largo de la frontera marítima con Líbano luego de firmar un acuerdo con la empresa rusa "Capital".
El problema es que el Bloque 1 de Siria se superpone con el Bloque 1 y el Bloque 2 en el lado libanés. El Líbano ya perdió en la carrera por las fuentes de energía en alta mar con Chipre e Israel, después de que ambos firmaron previamente un acuerdo que regulaba la frontera marítima entre ellos en 2010, debido a una disputa sobre el yacimiento de gas Afrodita. El acuerdo no incluye al Líbano, que se opuso a este en ese momento.
En 2011, Líbano demarcó unilateralmente sus fronteras marítimas con Siria, una determinación rechazada por el régimen de Assad, que en 2014 presentó una denuncia formal contra Líbano ante las Naciones Unidas. Por lo tanto, no existe un registro fronterizo formal u ordenado entre Líbano y Siria y ningún gobierno libanés se ha atrevido a exigir que Siria regule el tema.
Laury Haytayan, director de Medio Oriente del Instituto para la Gestión de Recursos Naturales con sede en Nueva York, pidió al gobierno libanés que anuncie su posición sobre el tema y exija aclaraciones a Siria sobre la extracción de gas para proteger sus derechos. Agregó que el Líbano también podría exigir que Rusia medie en el asunto si no quiere entablar negociaciones directas con Siria.
En el contexto del ensordecedor silencio oficial del gobierno libanés sobre el asunto y la indiferencia del presidente Michel Aoun por el tema, el jefe del Partido de las Fuerzas Libanesas (cristianos) Samir Geagea pidió a las fuerzas políticas libanesas que actúen urgentemente contra el régimen sirio de Assad, oponiéndose a la anexión de aguas territoriales libanesas. En tanto que, Siria se dispone a tomar una sección de unos 750 kilómetros cuadrados de las aguas económicas del Líbano.
Gibran Basil, el aliado político de Hezbolá que encabeza el Movimiento Nacional Libre, afirmó en su cuenta de Twitter que durante sus años como ministro de Energía y ministro de Relaciones Exteriores (2010-2017), trató de contactar a funcionarios en Líbano y Siria para resolver el problema de fronteras marítimas entre los dos países, pero “nadie escuchó y no hubo respuesta de Beirut”.
Al parecer, todo el mundo se beneficia de la situación actual y, por tanto, nadie escucha y nadie responde. El régimen sirio se beneficia, Hezbolá se beneficia y los rusos se benefician. Como es habitual, los únicos que no se benefician son el “Estado del Líbano” y todos sus ciudadanos. ¿Por qué el gobierno libanés guardó silencio en el pasado? ¿Por qué el gobierno libanés permanece en silencio en el presente? Además, ¿por qué el gobierno libanés permanecerá en silencio en el futuro? Porque Hezbolá lo controla. Si los intereses del "Estado de Hezbolá" son que continúen las búsquedas y las perforaciones, entonces los intereses del Estado libanés y la población en general no son relevantes.
Fuente: Alma Research and Education Center.
24/04/2021 en AURORA
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