Los habitantes del territorio gobernado por Hamás necesitan trabajar, mientras la organización terrorista parece tener otras preocupaciones más que las de la población que dicen representar.
Hay más de dos millones de gazatíes que necesitan subsistir. Luego de que la organización terrorista Hamás arrebatara el poder local en 2007, la situación de los ciudadanos es desesperante. Es que el bloqueo egipcio e israelí hacen que se paralice la economía local, por lo que la dependencia de los permisos de trabajo que el Estado judío les pueda ofrecer pasa a ser absoluta. Esta termina siendo la única forma de que puedan llevar un plato de comida a sus casas todos los días. Porque viviendo bajo el régimen del terrorismo, Israel es para los gazatíes un rayo de luz y esperanza en medio de tanta oscuridad.
La seguridad israelí permitió el ingreso de 7.000 comerciantes en septiembre, aunque solo se emitieron 4.500 autorizaciones. Sin embargo, son decenas de miles los habitantes del territorio gobernado por Hamás, que hacen filas con la esperanza de poder conseguir un permiso.
Desde el lado israelí, esto no es un capricho. Es que se trata de mantener la seguridad nacional del peligro que representa el terrorismo gobernante en Gaza. Sin embargo, de todas formas se prioriza la ayuda a través de estos permisos, aunque algunos lo quieran ver como una forma de castigo.
Israel y Hamás se enfrentaron en cuatro guerras desde el 2008. La última ocurrió en mayo de este año. El levantamiento de las restricciones está directamente asociado a la situación de calma. Todo pende de un hilo cuando se trata de negociar con terroristas.
Internamente, para Hamás pareciera que sus gobernados no tienen mayores problemas. Actúan como si desconocieran las penurias cotidianas que viven los gazatíes. Es que mientras discuten qué harán una vez que la milicia «libere» Palestina, los locales necesitan sobrevivir en el día a día.
07/10/2021 en AURORA
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