Entre un popurrí de banderas y marionetas gigantes, unos diez mil cristianos sionistas de diversos países participaron en una festiva marcha por las calles de Jerusalén, para sumarse a Sucot -la celebración judía de los Tabernáculos- y expresar su apoyo al Estado de Israel.
«Los peregrinos vienen de todo el mundo para adorar al Señor, orar por la paz de Jerusalén y bendecir a Israel en este tiempo de restauración», indica en un comunicado la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, que organiza el evento.
Esta marcha, que se celebra cada año desde 1980, estuvo animada por bandas musicales que veían a los participantes, portando coloridos trajes tradicionales y banderas de decenas de países, desfilar por las calles de Jerusalén.
La celebración cristiana de la Fiesta de los Tabernáculos se realiza durante la fiesta judía de Sucot, que exalta las cosechas y conmemora el éxodo bíblico de los judíos hasta la tierra prometida tras liberarse de la esclavitud en Egipto.
Este año, el Sucot se inició en el atardecer del domingo 9 de octubre y se extiende durante una semana.
«Es una celebración de unidad, alegría, descanso y restauración», explica la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, que aboga por «la perspectiva bíblica de reconocer la mano de Dios en la restauración moderna de Israel».
La Embajada Cristiana Internacional fue fundada en 1980 por cristianos evangélicos para expresar su apoyo a Israel, que ese mismo año votó una ley en la que declaraba a Jerusalén como su capital «eterna e indivisible», incluyendo la parte este de la ciudad, que liberó de la ocupación jordana en 1967 .
Paralelamente, las autoridades israelíes desplegaron un operativo policial para garantizar la seguridad durante el desfile, ante la espiral de ataques terroristas, enfrentamientos y violentos disturbios palestinos, sobre todo en la parte este de Jerusalén y en Judea y Samaria (Cisjordania).
(Con información de EFE)
14/10/2022 en AURORA
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