sábado, 23 de marzo de 2024

#36. HISTORIA DE ISRAEL Y JUDA A TRAVES DE LOS PROFETAS: Oseas 1-2.

El rechazo de Israel representado por los tres hijos de Oseas.


Al llegar a la profecía de Oseas nos encontramos con uno de los grandes libros de la Biblia y con un hombre que fue un notable profeta.

El bosquejo del libro es muy simple, tiene dos divisiones principales. En los primeros tres capítulos de Oseas tenemos un énfasis en el aspecto personal, porque se incluye la historia del profeta y Gomer, su esposa infiel. La segunda parte es profética y se extiende desde el capítulo 4 hasta el 14. En esta sección vemos al Señor frente a la nación infiel de Israel.




Oseas 1.     El matrimonio de Oseas y Gomer, la ramera.

1 Esta es la palabra del SEÑOR que vino a Oseas, hijo de Beerí, durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y durante el reinado de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel.

2 Cuando el SEÑOR comenzó a hablar por medio de Oseas le dijo: «Ve y toma por esposa una prostituta y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo. ¡Se ha apartado del SEÑOR!».

Lo que el Señor le pidió al profeta fue algo muy llamativo. Cuando Dios le dijo a Oseas "ve", no estaba simplemente dándole permiso para casarse con Gomer; fue un mandato para que así lo hiciera.

El Señor le dejó en claro a Oseas que Él iba a usar esta experiencia en la vida del profeta, como así lo expresa el versículo 2: porque la tierra se prostituye apartándose del Señor. Él estaba comparando ahora aquello que era adulterio físico, con aquello que era adulterio espiritual.

3 Oseas fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblayin, la cual concibió y dio a luz un hijo. 4 Entonces el SEÑOR dijo: «Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco haré que la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezreel. Así pondré fin al dominio del reino de Israel. 5 Ese día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel».

Aquí podemos ver que no sólo el matrimonio, sino también los hijos iban a presentar una verdadera lección espiritual para la nación de Israel.

Ahora, Jezreel era el nombre del hijo, y significaba "Dios esparcirá". Esta ciudad era el sitio de la casa del asesinato de Acaz, 2 Reyes 10. Jehu hizo como Dios le ordeno y acabó con la casa de Acaz pero lo hizo con una intensidad y alcance que atrae la condenación de Dios. En este pasaje, Dios estaba diciendo que dispersaría al reino del norte.

6 Ella volvió a concebir y dio a luz una niña. Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre Lorrujama, porque no volveré a mostrar amor al reino de Israel, sino que le negaré el perdón.

A esta niña Dios la llamó "Lo-ruhama", que significaba "indigna de compasión", Dios le estaba diciendo al pueblo del reino del norte: "No conoceréis mi compasión".

7 En cambio, mostraré mi amor al pueblo de Judá y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada, ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del SEÑOR su Dios».

¿Por qué perdonaría Él a Judá y no a Israel? Bueno, por causa de David. Dios había dicho que, por David, Él no dividiría el reino bajo el reinado de Salomón. Una y otra vez Él dijo que, por amor a David, salvaría al reino del sur, o de Judá.

8 Cuando ella dejó de amamantar a Lorrujama, volvió a concebir y tuvo otro hijo. 9 Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre: Loamí, porque ustedes no son mi pueblo y yo no soy su Dios.

El tercer hijo fue llamado Lo-ammi, que significaba "pueblo ajeno". Dios le estaba diciendo a la nación de Israel: "No sois mi pueblo y yo no seré vuestro Dios".

10 Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó Loamí, se les llamará “hijos del Dios viviente”.

Este pueblo sería diezmado una y otra vez por las persecuciones y las guerras. Sin embargo, aquí tenemos una extraordinaria profecía que anunció que Dios iba a aumentar su número.

En aquel día habrá un gran retorno hacia Dios. Dios no ha finalizado con Israel y ese hecho resulta evidente cuando usted lee la totalidad de la Palabra de Dios

11 El pueblo de Judá se reunirá con el pueblo de Israel y nombrarán un solo jefe; resurgirán en su país, porque grande será el día de Jezreel.

Este versículo anunció que la nación se reuniría. Y añade que nombrarán un solo jefe. Ese jefe mencionado en la profecía de Oseas será, por supuesto, el Mesías.




Oseas 2.     Castigo y restauración de Israel.

Este capítulo se inicia con la quinta y muy notable profecía sobre la nación de Israel. En los últimos dos versículos del capítulo precedente vimos que (1) Israel experimentará un gran incremento de población; (2) que en la nación habrá un gran retorno a Dios; (3) que los reino del norte y del sur se reunificarán para que las doce tribus formen otra vez una sola nación; (4) que nombrarán ellos mismos a un líder que será el Mesías; y (5) leamos el versículo 1 de este segundo capítulo de Oseas:

1 Llamen a sus hermanos Amí y a sus hermanas Rujam.

Pueblo mío corresponde a "Ammi" y Compadecida a "Ruhamah". Dios le estaba diciendo a la nación de Israel que iba a llegar el día en que Él diría "Vosotros sois mi pueblo".

2 ¡Acusen a su madre! ¡Acúsenla! ¡Porque ella no es mi esposa ni yo su marido! ¡Que se quite del rostro el maquillaje de prostituta y de entre los pechos los adornos de su adulterio!

Aquí leemos la frase: Acusen a vuestra madre. Este verbo conlleva la idea de una gran discusión o disensión, porque Gomer, como Israel, fue infiel y volvió a practicar la prostitución. Dios estaba aplicando el pecado de Gomer a la nación.

Dios le estaba diciendo a su pueblo que vuelvan a Él, que se aparte de su idolatría.

3 De lo contrario, la desnudaré por completo; la dejaré como el día en que nació. La pondré como un desierto: la convertiré en tierra seca y la mataré de sed. 4 No tendré compasión de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

Dios dijo no tendré misericordia de sus hijos. Estaba aplicando a los individuos que componían la nación. En esta época en la historia de Israel, toda la nación se había entregado a la idolatría. Dios dijo que no tendría misericordia de los israelitas, porque los consideraba hijos de prostitución.

10 Voy a exhibir su desvergüenza a la vista de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

13 La llamaré a cuentas por los días en que quemaba incienso a sus baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes», afirma el SEÑOR.

Estos pasajes presentan el olvidarse de Dios como el peor pecado que existe. Dios advierte a su pueblo, que nadie los libraría de su juicio.

14 Por eso, ahora voy a seducirla, la llevaré al desierto y le hablaré con ternura. 15 Allí le devolveré sus viñedo y convertiré el valle de Acor en una puerta de Esperanza. Allí responderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto.

El valle de Acor significa literalmente el valle de los problemas.

El relato retrocede al incidente registrado en Josué 7. Recordemos que cuando los israelitas entraron en la tierra prometida, se enfrentaron a varios enemigos. El primer enemigo fue Jericó; Jericó.

Dios les dio la victoria sobre esa ciudad. Después realizaron un ataque contra la ciudad de Hai, Dios había instruido a los hombres en el sentido de no tomar ninguna de las cosas impuras en la destrucción de Jericó, pero uno de ellos desobedeció. (Tomó un buen manto babilónico, 200 monedas de plata y un lingote de oro de medio kilo). Y el resultado fue que el ejército sufrió en Hai una gran derrota.

Entonces Josué se postró ante Dios y clamó ante Él. El Señor le dijo: "Levántate, Israel ha pecado. Debes tratar ese pecado antes de poder obtener una victoria".

Así que tuvieron que identificar al que había pecado y finalmente descubrieron que había sido Acán. Así que Acán y su propiedad fueron llevados al valle de Acor, donde fueron destruidos y enterrados.

A partir de aquel momento, Israel alcanzó victorias.

Dice este versículo 15 Y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. En efecto, Dios estaba diciendo: "Juzgaré vuestro pecado, y después de haberlo hecho, habrá una esperanza gloriosa y maravillosa para vosotros en el futuro."

17 Quitaré de tus labios el nombre de tus baales y nunca más volverás a invocarlos.

19 Te haré mi esposa para siempre. Te haré mi esposa con derecho y justicia, en gran amor y compasión.

Según esta profecía, olvidarían incluso el nombre de Baal, porque se apartarían de la idolatría. Que volverían a Dios y añade con gran amor y compasión.

Qué bueno es Dios, siempre está con los brazos abiertos para perdonarnos por su gran amor para con nosotros sus hijos, aunque a veces no lo merezcamos.

21 En aquel día yo responderé», afirma el SEÑOR, «yo responderé al cielo y el cielo responderá a la tierra.

La frase En aquel día es una expresión técnica que se refiere a los últimos días en lo que concierne a la nación de Israel, el período de la gran tribulación, y la venida de Cristo para establecer Su reino sobre la tierra.

23 Yo la sembraré para mí en la tierra; mostraré mi amor a Lorrujama. A Loamí lo llamaré Amí; y él me dirá: “Tú eres mi Dios”»

Este versículo final contiene un juego de palabras utilizando los nombres de los hijos de Gomer.

No solo se trata de que Dios los reunirá. Ya no serán más como Lo-ruhama, aquella hija de la prostitución que no recibió compasión.

Dios tendrá misericordia de ellos. En nuestro tiempo podríamos describir a Israel en su conjunto como Lo-ammi, que significaba que ellos no son el pueblo de Dios.

En aquel día futuro Dios dirá Tu eres mi pueblo y ellos dirán ¡Dios mío!


***

El próximo domingo seguiremos con los siguientes capítulos del libro de Oseas.

Bendiciones.


24/03/2024
Escuela Bíblica Dominical, por Roland,





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