jueves, 9 de febrero de 2017

Irán siente el cambio de política estadounidense

Ayatolá Khamenei. Foto: Wikipedia

Heshmat Alavi 
El líder supremo iraní Ali Khamenei, conocido por dirigir un régimen basado en el mantra de “Muerte a América”, ha estado cautelosamente en silencio desde que el presidente estadounidense Donald Trump tomó el timón en la Casa Blanca.

Con el reciente lanzamiento de misiles balísticos de mediano alcance, que implica un retroceso severo, tanto político como sustancial, el líder del régimen, que tiene la última palabra sobre seguridad nacional y asuntos exteriores, mantiene un perfil bajo.

La nueva Casa Blanca rechazó una serie de medidas con las que Teherán no ha estado acostumbrado, sobre todo después de haber disfrutado de ocho años de la política de apaciguamiento del gobierno de Obama.

Las tensiones se intensificaron la semana pasada después de la confirmación de la prueba de misiles de Irán, provocando que el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Michael Flynn, usara su primera aparición pública para dar una firme advertencia, poniendo a Teherán “en aviso”. Trump ha sido muy activo, y sus advertencias a Irán marcan un alto contraste entre él y su predecesor. “Irán está jugando con fuego. No aprecia lo ´bueno´ que fue el presidente Obama para con él. ¡No conmigo!”

Su administración no perdió tiempo aplicando sanciones económicas dirigidas a 25 individuos y entidades iraníes involucrados en el programa de misiles de Irán, al tiempo que sugiere la posibilidad de más sanciones por venir.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, calificó a Irán de “principal patrocinador estatal del terrorismo” en su primera visita al extranjero.

Ante este panorama, Khamenei permaneció en silencio. Y este es un momento en el que sus Guardias Revolucionarios y Basijis paramilitares están más necesitados de su así llamada guía.

Estas son todas las señales de que el establishment del régimen iraní fue capturado desprevenido con la nueva administración. Con su misil balístico, Teherán estaba probando la nueva administración de Trump. Pero los mullahs están lamentando ahora una medida tan mal calculada.

Irán entiende muy bien que la “era dorada” de Obama, como una figura cercana al ex presidente iraní Ali Akbar Hashemi Rafsanjani lo dijo, ha terminado.

A medida que la administración Trump sopesa varias medidas con respecto a Irán, hay algunas cuestiones que vale la pena tener en cuenta. Los últimos 16 años han demostrado que la intervención militar extranjera y el enfoque de apaciguamiento / compromiso / acercamiento han fracasado miserablemente. Y sin embargo, hay una tercera opción para que los Estados Unidos consideren: estar al lado del pueblo iraní en su lucha por establecer la libertad y la democracia en su país.

Teniendo en cuenta el importante papel en la represión interna de las Guardias Revolucionarias Iraníes, la intervención militar extranjera de Irán y más significativamente la participación en la guerra Siria y el programa nuclear de Irán y el impulso de misiles balísticos, el primer y muy efectivo paso adelante en esta hoja de ruta es la lista negra de esta organización terrorista.

Con este fin, todos los acuerdos y el comercio con las empresas afiliadas a la Guardia Revolucionaria deberán ser prohibidos.

Después de que Obama le dio la espalda al pueblo iraní en 2009 y lo vendió a los mullahs, el gobierno de Trump, colocando a la Guardia Revolucionaria en su mira, envía un mensaje al pueblo iraní de que esta nueva administración está hombro con hombro en sus esfuerzos por ser libre.

Fuente: Diario saudita Al Arabiya



08/02/2017 en AURORA DIGITAL. 




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