La organización terrorista islámica Hamás lanzó una represión sin precedentes contra los jihadistas en la Franja de Gaza, arrestando a cerca de 550 sospechosos y partidarios del grupo Estado Islámico, algunos de ellos responsables de los recientes disparos de cohetes contra Israel.
Según un reporte del diario saudita Asharq al Awsat, editado en Londres, Hamás, que gobierna con puño de hierro la Franja, está tomando medidas para combatir a los elementos salafistas radicales dentro su territorio, en el marco de un acuerdo alcanzado con Egipto.
Las fuerzas de seguridad de Hamás han llevado a cabo cientos de arrestos en los últimos días; y los tribunales militares de la organización islamista acusan a los jihadistas de producir y lanzar cohetes contra Israel con la intención de “tratar de incitar un conflicto” entre el Estado judío y Hamás.
El informe sobre los arrestos masivo tiene lugar horas después de que un cohete disparado desde la Franja de Gaza explotara en un terreno abierto al sur de la ciudad de Ashkelon. El ataque no provocó heridos ni daños materiales, según el portavoz militar. Se trató del segundo ataque de ese tipo en una semana.
Las sirenas antiaéreas no fueron activadas porque los sistemas de alerta temprano calcularon la trayectoria del proyectil y estimaron que caería en un área despoblada.
Ninguno de los grupos terroristas palestinos de Gaza se atribuyó el ataque.
El lunes pasado, un cohete fue lanzado desde Gaza sobre el Consejo Regional Shaar Hanegev. El proyectil cayó a campo abierto.
Horas más tarde, aviones de combate de la Fuerza Aérea atacaron en represalia varios blancos en la Franja de Gaza. Cuatro palestinos de Gaza resultaron con heridas moderadas, según los reportes locales.
El 6 de febrero pasado, un cohete disparado desde el norte de Gaza explotó en un terreno abierto del Consejo Regional Costa de Ashkelon.
02/03/2017 en AURORA DIGITAL.
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