jueves, 15 de febrero de 2018

Judeófobos


Judeófobos, laméntense, y con motivos sobrados. Los judíos somos eternos, ustedes no. Los judíos estuvimos, estamos y vamos a estar, y ustedes se lamentaron, se lamentan y se van a lamentar. Los judíos somos para siempre. De vos, judeófobo simple de la calle, nadie se va a acordar. El judío seguirá, vos sos una ráfaga leve. El judío permanecerá, vos serás polvo de la historia.

Laméntese, judeófobos. Dicen que somos los más poderosos, que dominamos, que somos ricos. Etc., etc., etc. Sí. Somos poderosos, y eso les duele. Dominamos, no en el sentido conspirativo colectivista que ustedes insinúan, sino por capacidades personales. Somos ricos, no por robar, sino por genios individuales que saben hacer negocios. Les duele, lo entiendo. Ustedes no son tan poderosos, no dominan, no son tan ricos. Qué feo ser ustedes por favor. Mientras los judíos triunfan, ustedes vomitan odio en el nauseabundo retrete del fracaso al que pertenecen y se auto-condenan a pertenecer por odiar a los mejores. Qué horrorosa existencia sobrellevan envidiando a quienes los superan ampliamente.

No lo pueden creer. Están asados. Ustedes son grupúsculos de baja estofa, y nosotros tenemos un hermoso y ejemplar país. Nos quieren muertos, pero tenemos al mejor ejército del mundo que si se lo propone borra de un plumazo a los enemigos en cuestión de minutos. No pueden superarnos militarmente, y les duele. Mientras el Maguen David brilla en lo alto, ustedes se reducen a cenizas. ¿En serio quieren seguir viviendo? En el mundo estamos los judíos, y ustedes no lo soportan. Háganse el favor y váyanse a otro. Por ustedes mismos.

Horrible vivir rodeado de lo judío para ustedes. Porque hasta cuando quieren escupir judeofobia, es el judío quien les ha proveído la herramienta para hacerlo, y con una irónica sonrisa la realidad se burla de ustedes por enésima vez. Si quieren publicar su odio por redes sociales, los judíos millonarios han armado los portales y ganan plata porque ustedes son usuarios. Si quieren comunicarse entre ustedes, los judíos participan en la creación de la tecnología necesaria para hacerlo, y agigantan la obra judía dedicada al mundo. ¿Qué se siente saber que necesitan a los judíos para decir que odian a los judíos? ¿Qué se siente rendir inevitable pleitesía a los judíos cuando toman decisiones comerciales? Cada vez que ustedes apelan a algún recurso de la vida moderna, hay un judío agradecido ganando plata.

Se quieren matar, ¿no? Mátense. Porque los judíos no solamente continuarán, sino que continuarán siendo superiores. Las riendas del mundo están tomadas por judíos, y vuestra intolerancia no puede conducir a otro final feliz. Se van a consumir, y seguramente los judíos encontrarán el beneficio. No pueden enfrentarnos, porque van a terminar muertos. El que se mete con Israel es liquidado. El que se mete con los judíos, así le va. Están avisados. Por ende, en vez de una deshonrosa aniquilación a manos del judaísmo, tómenlo como el último consejo dado por lástima: les conviene matarse.

Sí, nos encanta la plata, y vamos por más. Sí, nos encanta el comercio, y nos deben mucho por ello. Pero, ¿sabés qué nos encanta también, judeófobo? Defendernos, cuidarnos entre nosotros, fortalecer la vida comunitaria, y crecer juntos. Cuando actuamos en bloque, olvidate. No tenés chance. ¿Y sabés cuándo actuamos más fuertemente en bloque? Cuando vos odias en público. ¿Sabés quién nos hace más fuertes? Vos. Qué paradoja tu odio. ¿Es un error decirte esto para que sepas cómo destruirnos dejándonos de odiar? No, por dos cosas. Primero, porque nuestra fortaleza seguirá independientemente de vos, que sos insignificante. Segundo, porque no importa que te lo revele: tu odio seguirá, porque ya sos el odio, y no te vas a desprender de tu necesidad primaria, pusilánime.

En fin, qué feo ser judeófobo. Y qué lindo, ¡Qué lindo es ser judío!


07/02/2018 en ENLACE JUDIO 





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