El proyecto East-Med ha sido descrito como potencialmente el oleoducto submarino más largo y más profundo del mundo. Y podría ser un golpe de suerte para Israel, siempre y cuando el respaldo llegue.
Por: Steve Leibowitz
Cuando Israel, Italia, Grecia y Chipre anunciaron el mega proyecto del gasoducto East-Med la semana pasada, se encontró con un cierto escepticismo por ser inverosímil y prohibitivamente caro. Esto a pesar del hecho de que la Unión Europea ha tomado la idea en serio y acordó donar $ 100 millones para producir un estudio de factibilidad para el proyecto que podría transformar a Israel en un actor importante en el campo de la energía mundial, así como también para reformar la relación de Israel con Europa.
Israel ya se ha convertido en un jugador “emergente” en los últimos años, debido al descubrimiento y desarrollo del campo de gas Leviathan de Noble Energy en la costa de Haifa, que estará disponible a fines de 2019. Antes de convertirse en un importante productor de gas y exportador, Israel ya tiene acuerdos vigentes para uso doméstico y acuerdos para vender gas a Egipto y Jordania.
Italia y Grecia están ahora a bordo del proyecto del gasoducto, conectando los campos de gas actuales y futuros de Israel y Chipre a Europa. Pero el gasoducto East-Med requiere una gran inversión, así como la paciencia para soportar los posibles retrasos debido a los desafíos de ingeniería. Una vez que se complete el estudio de factibilidad dentro de aproximadamente un año, los empresarios, corporaciones e ingenieros podrán evaluar la factibilidad comercial y técnica de esta visión.
El ministro de Energía israelí, Yuval Steinitz, negoció el acuerdo y ve el potencial para una ganancia financiera inesperada. También afirmó que el gasoducto sería un activo estratégico que se puede utilizar para moderar la influencia diplomática árabe en Europa.
“La exportación de gas a Europa puede hasta cierto punto ser un contrapeso para el poder árabe”, dijo Steineitz poco después de que se anunció el acuerdo.
El gasoducto podría “elevar” las relaciones con Europa
Para Israel, el gasoducto crea una importante asociación diplomática y económica. Desde una perspectiva europea, es una oportunidad para diversificar el suministro y reducir la dependencia de Rusia y el petróleo árabe. Los combustibles fósiles están comenzando a mostrar un agotamiento en Noruega, y las únicas otras fuentes de gas de Europa son Rusia, Qatar y Argelia.
Eli Groner, ex director general de la Oficina del Primer Ministro, quien hasta su renuncia a principios de este año fue el coordinador del proyecto del campo de gas Leviathan del gobierno israelí, dijo a JNS que el gasoducto tiene el potencial de convertirse en un factor importante para Israel, económicamente y diplomáticamente.
Groner, quien estaba al tanto de la planificación del proyecto liderado por el Ministerio de Energía, dijo que “si el gasoducto llega a buen término, es la primera vez que Israel se unirá a la Unión Europea en cualquier proyecto de infraestructura importante”.
Según Groner, el proyecto “elevará la relación de Israel con Europa para reflejar su nueva posición como un poder energético legítimo”.
Agregó que el campo de gas Leviathan parece estar programado para comenzar a bombear en línea el próximo año, “lo que convierte a Israel en un exportador neto de gas natural en muy poco tiempo”.
También podría tensar las relaciones con Rusia
El ex viceministro israelí de Asuntos Exteriores, Danny Ayalon, dijo a JNS que el proyecto del gasoducto es “un cambio de juego geopolítico importante que eleva el estatus de Israel”.
Ayalon, fundador de la organización “La verdad sobre Israel”, explicó que “el descubrimiento de un importante hallazgo de gas natural en Israel ya elevaba nuestra posición en la política energética. Este sistema de entrega a Europa nos ubicará en una categoría completamente diferente”.
Al considerar que el desarrollo es un “golpe de suerte” potencial para Israel, Ayalon predice que los hallazgos y el gasoducto fortalecerán un shekel ya fuerte, aumentarán el crecimiento económico y disminuirán la inflación y el desempleo.
Sin embargo, sigue dudando de que el acuerdo reduzca la hostilidad antiisraelí o sirva para contrarrestar el BDS en Europa, diciendo que “puede mejorar las relaciones con los gobiernos europeos que se vuelven algo dependientes del gas israelí, pero eso no cambiará las opiniones sobre el conflicto árabe-israelí”.
En una nota de advertencia, Ayalon señaló que el gasoducto podría dañar las relaciones con Rusia, que es un importante proveedor de gas natural para Europa.
“El oleoducto más ambicioso del mundo”
El proyecto East-Med ha sido descrito en los medios de comunicación como potencialmente el oleoducto submarino más largo y más profundo del mundo. Está previsto que el gasoducto comience en el mar Mediterráneo, a unos 170 kilómetros (105 millas) de la costa sur de Chipre y se extienda por 2.200 kilómetros (1.350 millas), incluida la península griega, antes de llegar a Otranto, Italia. Cuando se complete, el gasoducto tendrá la capacidad de transportar hasta 20 mil millones de metros cúbicos (706 mil millones de pies cúbicos) de gas por año.
Israel ha descubierto más de 900 mil millones de metros cúbicos de gas en alta mar. El campo de gas de Afrodita de Chipre tiene 128 mil millones de metros cúbicos adicionales, y se espera que tanto las aguas israelíes como las chipriotas tengan más reservas, que se estima en 122 trillones de pies cúbicos de recursos no descubiertos en la Cuenca del Levante. El gasoducto propuesto East-Med podría transportar hasta 16 mil millones de metros cúbicos de gas por año.
A pesar del dinero semilla europeo y los beneficios sustanciales para Israel y el sur de Europa, las perspectivas de que el proyecto del oleoducto se convierta en una realidad aún no son ciertas.
Steinitz, de Israel, describió el proyecto como “factible, pero con desafíos técnicos debido a las profundidades oceánicas involucradas”. Puso el precio estimado para el gasoducto en $ 7,36 mil millones, pero hasta que Europa complete su estudio de factibilidad, los números de Steinitz son una “estimación” a lo mejor.
“Nadie sabe realmente cuánto tomaría construir el East-Med o su costo real. Si bien es el gasoducto más ambicioso del mundo, existe un gran potencial económico y diplomático”, dijo Groner. “El mayor desafío será localizar a las partes interesadas que estén dispuestas a invertir. Eso sigue siendo un gran desafío importante”.
Los inversionistas, señaló, planearían recuperar su inversión cobrando por el transporte del gas a través del gasoducto.
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01/12/2018 en ISRAEL NOTICIAS
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