viernes, 19 de agosto de 2022

Erdogan: ¿Volviendo a su antiguo yo?

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, criticó duramente a Israel a principios de esta semana por dañar a civiles en Gaza, incluidos "bebés recién nacidos", y dijo que [la mezquita de] al-Aqsa es una línea roja para los musulmanes.
Por la Dra. Gallia Lindenstrauss y Remi Daniel

Recep Tayyip Erdogan Foto: Kremlin.ru CC BY 4.0 vía Wikimedia Commons

Aunque Erdogan ya ha hecho muchos comentarios similares en el pasado. en el contexto de las operaciones militares de Israel en Gaza, así como cuando aumentaron las tensiones en Jerusalén, esta declaración contrasta con su relativa moderación durante el Ramadán de este año.

Al mismo tiempo, en comparación con la respuesta turca a la Operación Guardián de las Murallas, cuando Erdogan movilizó los mecanismos del gobierno turco contra Israel, esta vez la respuesta fue relativamente limitada, con una breve declaración de Erdogan en un discurso sobre otros temas internacionales y dos anuncios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.

La preocupación de que una operación en Gaza provoque una nueva crisis en las relaciones entre Israel y Turquía fue, de hecho, una de las razones por las que Israel vaciló en responder a las propuestas de normalización de la parte turca en los últimos dos años.

Por su parte, Erdogan, a pesar de su condena a Israel, no cuestionó ni dudó del proceso de mejora de las relaciones con Israel, que también presentó como una forma de reflejar la posición turca hacia los israelíes y con ello proteger los derechos de los palestinos.

La declaración de Erdogan se puede explicar de la siguiente manera:

Primero, las redes sociales y tradicionales de Turquía abundaron con imágenes difíciles de Gaza, y en su retórica Erdogan expresó la amplia empatía del público turco por los palestinos.

El tema de Jerusalén y el destino de la Franja de Gaza son temas en los que Erdogan ha invertido mucho en la última década y con los que siente una conexión y una responsabilidad especiales.

A sus ojos, cualquier calentamiento en estos ámbitos requiere una respuesta, lo que también le beneficia en el ámbito interno.

En segundo lugar, en lo que respecta a Erdogan, los beneficios de la normalización con Israel quizás no coincidan con sus expectativas hasta el momento: ni la falta de apoyo suficiente de Israel a las posiciones de Turquía en Washington, ni la (no) realización de la esperanza de Erdogan de construir un gasoducto entre Israel y Turquía.

A pesar de la declaración actual de Erdogan; el hecho de que la operación en Gaza fuera muy breve probablemente moderará sus efectos en las relaciones entre los países.

El nombramiento recientemente anunciado de un agregado económico israelí en Turquía y el crecimiento de las exportaciones turcas a Israel y del turismo israelí a Turquía sugieren que el presidente turco también tiene motivos de satisfacción.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies


13/08/2022 en AURORA





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