"Si se firma un acuerdo, no obliga a Israel. Actuaremos para evitar que Irán se convierta en un estado nuclear", señaló el primer ministro.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, aseguró hoy que la «oferta final» que la Unión Europea (UE) ha hecho a Irán para retomar el pacto nuclear es «inaceptable» porque no evita que la república islámica se convierta en un «estado nuclear».
«Israel no está en contra de cualquier acuerdo. Estamos en contra de este acuerdo porque es malo. No se puede aceptar como está escrito ahora mismo», aseveró Lapid en una rueda de prensa con medios extranjeros en Jerusalén, cuando el anuncio de un nuevo pacto atómico con Irán parece inminente.
Sobre la «oferta final de tómalo o déjalo» que la UE -que negocia directamente con Irán en nombre de las potencias G5+1 (EE.UU, el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China)- plantó la semana pasada, Lapid afirmó que el país persa «vuelve a hacer demandas, mientras que los negociadores están listos para hacer concesiones nuevamente».
«No es la primera vez que sucede. Los países occidentales trazan una línea roja, los iraníes la ignoran y la línea roja se mueve», lamentó el primer ministro israelí, quien en la última semana ha hablado por teléfono sobre el asunto con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el canciller alemán, Olaf Scholz; además de mantener «un diálogo cercano y casi diario con Reino Unido».
«Les dije que estas negociaciones han llegado al punto en que deben detenerse y decir basta», apuntó el primer ministro de Israel, país que ve en Irán no solo como su mayor enemigo, sino como una amenaza existencial.
En este último esfuerzo diplomático por frenar el acuerdo nuclear con Irán, el Ejecutivo israelí ha enviado esta semana a Washington a abordar el asunto tanto a su asesor de seguridad, Eyal Hulata, como al ministro de Defensa, Benny Gantz; para reunirse con sus homólogos estadounidenses, Jake Sullivan y Lloyd Austin, respectivamente.
«Tenemos un diálogo abierto con la administración estadounidense sobre todos los asuntos en desacuerdo», indicó Lapid, que alabó al presidente Joe Biden como «uno de los mejores amigos de Israel», aunque admitió que tienen puntos de vista diferentes sobre cómo abordar las negociaciones nucleares.
Lapid insistió en que el actual borrador de acuerdo supone que Irán reciba por levantamiento de sanciones hasta 100.000 millones de dólares anuales, que «se utilizarán para socavar la estabilidad en la región y sembrar el terror en todo el mundo».
Según Israel, Irán utiliza cada año más de mil millones de dólares en financiar a sus proxys en la región; que identifica como los movimientos islámicos de Hizbulá en el Líbano; Hamás y la Yihad Islámica en los territorios palestinos; además de las milicias de los hutíes en Yemen y milicias propias que operan en Siria.
El primer ministro señaló que el levantamiento de las sanciones a la banca e instituciones financieras implica que Irán no tendrá obstáculos para lavar dinero y recordó que el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, dijo esta misma semana que el país no ha dado «explicaciones creíbles» sobre su programa nuclear ni sobre dónde están los restos del material atómico detectado.
«Hemos dejado claro a todos: si se firma un acuerdo, no obliga a Israel. Actuaremos para evitar que Irán se convierta en un estado nuclear. No estamos preparados para vivir con una amenaza nuclear sobre nuestras cabezas de un régimen islamista extremista y violento. No dejaremos que suceda», aseveró Lapid, quien reclamó la necesidad de una amenaza militar realista sobre la mesa para disuadir a Irán.
Con información de EFE
24/08/2022 en AURORA
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