sábado, 13 de mayo de 2023

#15. HISTORIA DE ISRAEL Y JUDA A TRAVES DE LOS PROFETAS: 1ª Reyes 2 - 6.

En la anterior lección pudimos ver en 1ª Reyes 1, a David siendo un anciano y que no entraba en calor de ninguna forma. También como su hijo Adonías también le usurpa el trono y finalmente la proclamación de Salomón como rey.

En esta semana se nos muere David y nos meteremos de lleno con el reinado de Salomón, hasta la construcción del Templo.



1ª Reyes 2:1-12.     Últimas instrucciones de David a Salomón. Muerte de David.

David se acercaba ya a su muerte y llamó a su hijo Salomón para darle sus últimas instrucciones:

2 «Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como hombre! 3 Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas, 4 y el Señor cumplirá esta promesa que me hizo: “Si tus descendientes cuidan su conducta y me son fieles con toda el alma y de todo corazón, nunca faltará un sucesor tuyo en el trono de Israel”.

Al igual que hizo Abrahán a Isaac, Israel a José o incluso Josué al pueblo de Israel, en esta ocasión David llamó a su hijo para recordarle lo que Dios mismo le dijo a él: que la bendición de Dios estará sobre él y su descendencia, mientras sigan siendo fiel cada uno de ellos, de todo corazón.

Luego Salomón no heredaría la bendición de Dios, por los hechos y el corazón de su padre David, sino por los suyos. ¿A qué te recuerda esto? Lo podemos debatir juntos.

Algunos comentaristas enlazan estos versículos con el Salmo 37. Cuando yo leí ese Salmo, no pude evitar visualizar la escena: David hablando a su hijo Salomón con sumo cuidado. Ese mismo Salmo nos vale a nosotros. Hay mucha profundidad y sabiduría en él.

Sigue el capítulo con toda una serie de consejos, donde le dice como actuar con Joab, con los hijos de Barzilay de Gallad, con Simí hijo de Guerá. Consejos importantes que le permitirán poder gobernar con libertad. Asuntos de palacio, de gobierno y todo eso.

10 David murió y fue sepultado en la ciudad que lleva su nombre. 11 Había reinado siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén, así que en total reinó en Israel cuarenta años. 12 Lo sucedió en el trono su hijo Salomón, y así se consolidó firmemente su reino.

David terminó sus días felizmente. Reino unos 40 años y Salomón lo sucedió sobre un reino firme y consolidado. Muy diferente al que David heredó de las manos de Saúl.




1ª Reyes 2:13-46.     Salomón consolida el reino.

Recordemos que Adonías seguía vivo gracias a Salomón, tras su intento de usurpar el reino a David. Bien, pues ahora tenemos la continuación de esta historia.

Adonías fue a ver Betsabé (la madre de Salomón) para hacerle una petición atrevida y nada honesta, por las implicaciones que podría tener para el Rey Salomón.

Se sabe que en Oriente, las madres de los reyes reinantes eran consideradas personas de mucha dignidad y muy influyentes y por eso Adonías la utilizó.

13 Adonías hijo de Jaguit fue a ver a Betsabé, madre de Salomón, y Betsabé le preguntó: ¿Vienes en son de paz? Sí, respondió él; 14 tengo algo que comunicarle. Habla, contestó ella. 15 Como usted sabe, dijo Adonías, el reino me pertenecía, y todos los israelitas esperaban que yo llegara a ser rey. Pero ahora el reino ha pasado a mi hermano, que lo ha recibido por voluntad del Señor.

16 Pues bien, tengo una petición que hacerle, y espero que me la conceda. Continúa, dijo ella. 17 Por favor, pídale usted al rey Salomón que me dé como esposa a Abisag la sunamita; a usted no se lo negará.

18 Muy bien, contestó Betsabé; le hablaré al rey en tu favor.

Bien, “la caña ya estaba echada”. Adonías había manipulado hábilmente a Betsabé. Era la madre del rey, con fácil acceso a él y ella no pensó en lo que le estaba pidiendo.

Según las costumbres orientales, estaba claro que Adonías buscaba ser rey al pedir a Abisag la sunamita como su esposa y de concederlo, Salomón ya no podría estar seguro mientras viviera.

Adonías todavía contaba con serios apoyos dentro de palacio, como el sacerdote Abiatar y Joab hijo de Sarvia. Una vez más me acuerdo de todo lo que le profetizó Natán a David.

20 Quiero pedirte un pequeño favor, dijo ella. Te ruego que no me lo niegues. Dime de qué se trata, madre mía. A ti no puedo negarte nada. 21 Ella continuó: Concédele a tu hermano Adonías casarse con Abisag la sunamita.

22 Pero ¿cómo puedes pedirme semejante cosa? respondió el rey a su madre. Es mi hermano mayor, y cuenta con el apoyo del sacerdote Abiatar y de Joab hijo de Sarvia. ¡Realmente me estás pidiendo que le ceda el trono!

Ceder a esa mujer sería un paso más para legitimar a Adonías. No tuvo suficiente con usurpar el trono a su padre, sino que estaba volviendo de nuevo a ello, poco a poco.

23 Dicho esto, el rey Salomón juró por el Señor: «¡Que Dios me castigue sin piedad si no hago que Adonías pague con su vida por esa petición! 24 El Señor me ha establecido firmemente en el trono de mi padre, y conforme a su promesa me ha dado una dinastía. Por tanto, tan cierto como que él vive, ¡juro que hoy mismo Adonías morirá!»

En seguida mandó a matar a Adonías y al sacerdote Abiatar le mandó que volviera a sus tierras en Anatot. No lo mató de momento, pero con su salida se cumplió definitivamente la palabra de Dios en Silo contra la familia de Elí. ¿Lo recuerdas? No lo dice expresamente el texto, pero podríamos pensar que tampoco le quedó mucho tiempo de vida.

Y la limpieza no se quedó ahí, porque llegó hasta el final. David le aconsejó bien.

28 Joab había conspirado con Adonías, aunque no con Absalón, así que al oír que Adonías había muerto, fue a refugiarse en el santuario del Señor, agarrándose de los cuernos del altar.

Le informaron de ello a Salomón y mandó a Benaías hijo de Joyadá que matara a Joab. Benaías le dijo a Joab que saliera del santuario, para darle una “sorpresa”, pero Joab sabía de que trataba y no quiso salir.

30 Benaías fue al santuario del Señor y le dijo a Joab: El rey te ordena que salgas. ¡No! respondió Joab. ¡De aquí solo me sacarán muerto! Benaías fue y le contó al rey lo que había dicho Joab. 31 ¡Pues dale gusto! ordenó el rey. ¡Mátalo y entiérralo! De ese modo me absolverás a mí y a mi familia de la sangre inocente que derramó Joab.

32 El Señor hará recaer sobre su cabeza la sangre que derramó, porque a espaldas de mi padre atacó Joab a Abner hijo de Ner, que era comandante del ejército de Israel, y a Amasá hijo de Jéter, que era comandante del ejército de Judá. Así mató a filo de espada a dos hombres que eran mejores y más justos que él. 33 ¡Que la culpa de esas muertes recaiga para siempre sobre la cabeza de Joab y de sus descendientes! ¡Pero que la paz del Señor permanezca para siempre con David y sus descendientes, y con su linaje y su trono!

Benaías mato a Joab tal cual mandó Salomón y lo enterró en su hacienda. A continuación Salomón puso a Benaías en el lugar de Joab y al Sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.

El palacio se estaba quedando más "limpio que una patena". David también la avisó sobre Simí.

36 Luego mandó llamar a Simí y le dijo: Constrúyete una casa en Jerusalén, y quédate allí. No salgas a ninguna parte, 37 porque el día que salgas y cruces el arroyo de Cedrón, podrás darte por muerto. Y la culpa será tuya.

38 De acuerdo, le respondió Simí al rey. Yo estoy para servir a Su Majestad, y acataré sus órdenes.

Simí cumplió el mandato durante 3 años, pero se le escaparon un par de esclavos a Gat y fue tras ellos para recuperarlos, con tal “mala suerte” que tuvo que cruzar el arroyo de Cedrón y toda Jerusalén. Las cosas que pasan.

41 Al oír Salomón que Simí había ido de Jerusalén a Gat y había regresado, 42 lo mandó llamar y le dijo: Yo te hice jurar por el Señor, y te advertí: “El día que salgas a cualquier lugar, podrás darte por muerto”. Y tú dijiste que estabas de acuerdo y que obedecerías. 43 ¿Por qué, pues, no cumpliste con tu juramento al Señor ni obedeciste la orden que te di?

44 El rey también le dijo a Simí: Tú bien sabes cuánto daño le hiciste a mi padre David; ahora el Señor se vengará de ti por tu maldad. 45 En cambio, yo seré bendecido, y el trono de David permanecerá firme para siempre en presencia del Señor. 46 Acto seguido, el rey le dio la orden a Benaías hijo de Joyadá, y este fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón.

Dicho y hecho, porque Benaías también lo mató, según lo dispuesto por Salomón, por no haber cumplido su promesa y andar por ahí sin permiso.

Cumplió con todo lo que su padre David le dijo y así consiguió consolidar su reino. Lo tuvo que hacer, no porque quisiera, sino todos ellos eran claramente enemigos del reino.

¿Qué nos enseña todo esto? No a que afilemos nuestras espadas, sino a que no podemos dejar de actuar, cuando el mal está entre nosotros. No actuar es aceptarlo y permitir la destrucción de todo.




1ª Reyes 3:1-15.     Salomón pide sabiduría.

Durante la conquista de la tierra por Josué hasta Salomón, alrededor de ellos habían otros pueblos y reinos, principalmente por el sur como Egipto y por el norte como los hititas y los asirios entre otros. A esos pueblos y todos los demás se debían tener en cuenta, bien con alianzas o bien luchando contra ellos para mantener el reino.

Durante su reinado, Salomón hizo pactos y alianzas con varios de ellos y en el primer versículo dice que hizo alianza con Egipto casándose con la hija del faraón.

Se puede pensar que Egipto no estaba pasando por un buen momento, luego la alianza con Egipto beneficiaba a ambos reinos y es curioso que quien escribió este capítulo, tampoco viera con malos ojos esta unión en casamiento, cuando estaba prohibido unirse a las mujeres cananeas desde el principio. Privilegios de reyes...

Por aquel entonces no había un templo para Dios y el pueblo seguí ofreciendo sacrificios en los lugares altos, en los mismos lugares donde se hacían los sacrificios paganos. ¿Cómo era posible? Lo podemos comentar juntos.

3 Salomón amaba al Señor y cumplía los decretos de su padre David. Sin embargo, también iba a los santuarios paganos para ofrecer sacrificios y quemar incienso. 4 Como en Gabaón estaba el santuario pagano más importante, Salomón acostumbraba ir allá para ofrecer sacrificios. Allí ofreció mil holocaustos; 5 y allí mismo se le apareció el Señor en un sueño, y le dijo: Pídeme lo que quieras.

6 Salomón respondió: Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad y justicia, y con un corazón recto. Y, como hoy se puede ver, has reafirmado tu gran amor al concederle que un hijo suyo lo suceda en el trono. 7 »Ahora, Señor mi Dios, me has hecho rey en lugar de mi padre David. No soy más que un muchacho, y apenas sé cómo comportarme. 8 Sin embargo, aquí me tienes, un siervo tuyo en medio del pueblo que has escogido, un pueblo tan numeroso que es imposible contarlo.

9 Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?»

Esto me recuerda un poco a Aladino, cuando el Genio de la lámpara le concede 3 deseos, pero en este caso a Salomón le basta con uno sólo.

10 Al Señor le agradó que Salomón hubiera hecho esa petición, 11 de modo que le dijo: Como has pedido esto, y no larga vida ni riquezas para ti, ni has pedido la muerte de tus enemigos, sino discernimiento para administrar justicia, 12 voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después.

13 Además, aunque no me lo has pedido, te daré tantas riquezas y esplendor que en toda tu vida ningún rey podrá compararse contigo. 14 Si andas por mis sendas y obedeces mis decretos y mandamientos, como lo hizo tu padre David, te daré una larga vida.

Cuando despertó del sueño empezó ya a actuar con sabiduría: Regresó a Jerusalén, se presentó ante el arca del pacto y ofreció holocaustos y sacrificios. Y para finalizar un banquete para toda la corte.




1ª Reyes 3:16-28.     Un gobernante sabio.

Aquí tenemos un ejemplo de la sabiduría de Salomón. Tuvo que impartir justicia y bajo unas circunstancias muy difíciles, que de no tener sabiduría de Dios, no hubiera podido actuar correctamente.

16 Tiempo después, dos prostitutas fueron a presentarse ante el rey.

17 Una de ellas le dijo: Su Majestad, esta mujer y yo vivimos en la misma casa. Mientras ella estaba allí conmigo, yo di a luz, 18 y a los tres días también ella dio a luz. No había en la casa nadie más que nosotras dos. 19 Pues bien, una noche esta mujer se acostó encima de su hijo, y el niño murió. 20 Pero ella se levantó a medianoche, mientras yo dormía, y, tomando a mi hijo, lo acostó junto a ella y puso a su hijo muerto a mi lado. 21 Cuando amaneció, me levanté para amamantar a mi hijo, ¡y me di cuenta de que estaba muerto! Pero, al clarear el día, lo observé bien y pude ver que no era el hijo que yo había dado a luz.

22 ¡No es cierto! exclamó la otra mujer. ¡El niño que está vivo es el mío, y el muerto es el tuyo! ¡Mientes! insistió la primera. El niño muerto es el tuyo, y el que está vivo es el mío. Y se pusieron a discutir delante del rey.

23 El rey deliberó: «Una dice: “El niño que está vivo es el mío, y el muerto es el tuyo”. Y la otra dice: “¡No es cierto! El niño muerto es el tuyo, y el que está vivo es el mío”». 24 Entonces ordenó: Tráiganme una espada. Cuando se la trajeron, 25 dijo: Partan en dos al niño que está vivo, y denle una mitad a esta y la otra mitad a aquella.

26 La verdadera madre, angustiada por su hijo, le dijo al rey: ¡Por favor, Su Majestad! ¡Dele usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate! En cambio, la otra exclamó: ¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!

27 Entonces el rey ordenó: No lo maten. Entréguenle a la primera el niño que está vivo, pues ella es la madre. 28 Cuando todos los israelitas se enteraron de la sentencia que el rey había pronunciado, sintieron un gran respeto por él, pues vieron que tenía sabiduría de Dios para administrar justicia.

El texto no da pie a comentario alguno. Se explica muy bien por sí mismo y ahí vemos el egoísmo humano, la mentira y la sabiduría de Salomón en todo ello.




1ª Reyes 4:1-19.     Administración del reino.

Salomón nombró nuevos cargos y de todo ello se habla en estos primeros versículos. También nombró 12 gobernadores, los cuales debían abastecer al rey al rey y su corte durante 1 mes al año cada uno.

Hoy en día pagamos muchos impuestos, sin embargo en aquella época también se pagaba mucho, para mantener el sistema de gobierno y de defensa.




1ª Reyes 5.     Preparativos para la construcción del templo.

Tanto David como Salomón mantuvieron muy buenas relaciones diplomáticas con los fenicios. El rey de Tiro le mandó a su embajador y Salomón le respondió.

3 «Tú bien sabes que, debido a las guerras en que mi padre David se vio envuelto, no le fue posible construir un templo en honor del Señor su Dios. Tuvo que esperar hasta que el Señor sometiera a sus enemigos bajo su dominio. 4 Pues bien, ahora el Señor mi Dios me ha dado paz por todas partes, de modo que no me amenazan ni adversarios ni calamidades. 5 Por lo tanto me propongo construir un templo en honor del Señor mi Dios, pues él le prometió a mi padre David: “Tu hijo, a quien pondré en el trono como sucesor tuyo, construirá el templo en mi honor”.

6 »Ahora, pues, ordena que se talen para mí cedros del Líbano. Mis obreros trabajarán con los tuyos, y yo te pagaré el salario que determines para tus obreros. Tú sabes que no hay entre nosotros quien sepa talar madera tan bien como los sidonios».

Al rey de Tiro le pareció bien y respondió.

8 Entonces Hiram envió a Salomón este mensaje: «He recibido tu petición. Yo te proporcionaré toda la madera de cedro y de pino que quieras.

9 Mis obreros la transportarán desde el Líbano hasta el mar. Allí haré que la aten en forma de balsas para llevarla flotando hasta donde me indiques, y allí se desatará para que la recojas. Tú, por tu parte, tendrás a bien proporcionarle alimento a mi corte».

Así que Hirán de Tiro proveía de toda la madera de cedro y pino que necesitaba Salomón para el templo y él pagaba enviando para su corte trigo y aceite de oliva. Ambos pueblos hicieron un tratado de paz.

Salomón empleó a 30.000 trabajadores para traer la madera del Líbano, enviando 10.000 cada mes y trabajando 1 de cada 3 meses. También disponía de 70.000 cargadores y de 80.000 canteros. Además había 3.700 capataces al frente de la obra. Vació en un momento las oficinas del paro...

17 Para echar los cimientos del templo, el rey mandó que sacaran de la cantera grandes bloques de piedra de la mejor calidad. 18 Los obreros de Salomón e Hiram, junto con los que habían llegado de Guebal, tallaron la madera y labraron la piedra para la construcción del templo.




1ª Reyes 6.     Salomón construye el templo.

1 Salomón comenzó a construir el templo del Señor en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de zif, que es el mes segundo. Habían transcurrido cuatrocientos ochenta años desde que los israelitas salieron de Egipto.

Y por fin se empieza a construir el templo. Habían transcurrido 480 años desde la salida de Egipto. La Biblia está repleta de datos, fechas, reseñas, que permiten con no poca dificultad poner en orden la historia del pueblo de Israel en combinación con la historia universal.

El templo que Salomón construyó a Dios medía 27 metros de largo, por 9 metros de ancho y 13'5 metros de alto.

El vestíbulo de la nave central medía también 9 metros de ancho y avanzaba sobre el frente del templo 4'5 metros.

Alrededor del templo y contra las paredes de la nave central construyó un anexo con celdas laterales.

Debemos recordar que las construcciones de hace 3.000 años eran bastante más sencillas y era muy difícil construir edificios de 13,5 metros de altura (el equivalente a un bloque con 4-5 plantas), sin tener ningún tipo de anexo como apoyo. De ahí seguramente esas construcciones laterales de apoyo a la nave central.

7 En la construcción del templo solo se emplearon piedras de cantera ya labradas, así que durante las obras no se oyó el ruido de martillos ni de piquetas, ni de ninguna otra herramienta.

El templo era por tanto sagrado ya desde su propia construcción. Supongo que no sería imaginable ver trabajadores fumando en la obra, comiendo un bocadillo de jamón con una cerveza, trabajar sin camiseta, etc. Debía ser un lugar sagrado desde la primera piedra.

11 La palabra del Señor vino a Salomón y le dio este mensaje: 12 «Ya que estás construyendo este templo, quiero decirte que, si andas según mis decretos, y obedeces mis leyes y todos mis mandamientos, yo cumpliré por medio de ti la promesa que le hice a tu padre David. 13 Entonces viviré entre los israelitas, y no abandonaré a mi pueblo Israel».

Supervisó todos los detalles de la obra y entonces decidió llevar el arca al lugar santísimo del templo.

19 Salomón dispuso el Lugar Santísimo del templo para que se colocara allí el arca del pacto del Señor. 20 El interior de este santuario, que medía nueve metros de largo por nueve metros de alto, lo recubrió de oro puro, y también recubrió de cedro el altar. 21 Además, Salomón recubrió de oro puro el interior del templo, y tendió cadenas de oro a lo largo del frente del Lugar Santísimo, el cual estaba recubierto de oro. 22 En efecto, recubrió de oro todo el santuario interior, y así mismo el altar que estaba delante de este.

Mando esculpir 2 querubines inmensos de madera de cedro, que luego mando cubrir de oro puro. El oro estaba presente en todo y en todas partes. Sobre las paredes de dentro y de fuera talló figuras de querubines, palmeras y flores.

Para la entrada al lugar santísimo construyó 2 puertas de madera de olivo, donde igualmente talló figuras de querubines, palmeras y flores. Y ambas puertas fueron luego cubiertas de oro.

37 Los cimientos del templo del Señor se habían echado en el mes de zif del cuarto año del reinado de Salomón, 38 y en el mes de bul del año undécimo, es decir, en el mes octavo de ese año, se terminó de construir el templo siguiendo al pie de la letra todos los detalles del diseño. Siete años le llevó a Salomón la construcción del templo.

Siete años duró la construcción del templo para Dios. Se piensa que fue construido en el Monte Moriá, al norte y a continuación de la Ciudad de David, es decir, de Jerusalén.

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Te animo a que leas los capítulos del 7 al 11 de 1ª Reyes. Con ellos terminaremos con el reinado de Salomón. Nos quedan muchas cosas por delante, antes de la rebelión de Israel.

¡Se leen en un momento!

¡¡¡Bendiciones!!!


14/05/2023
Escuela BIBLICA DOMINICAL.





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