La semana pasada pudimos ver toda limpieza que Jehú hizo, pero igualmente como eliminó a toda la familia de Acab y los adoradores de Baal, tal y le fue ordenado por Dios. Pero esto sirvió para volverse a Dios, sino que por el contrario prefirió adorar al becerro de oro, igual que Jeroboam.
Siendo así, el reino de Israel (el del norte), siguió de espaldas a Dios y directos al precipicio, como veremos más adelante en Reyes.
Hoy seguiremos estudiaremos los capítulos del 11 al 13, para detenernos un momento para ver de forma rápida al profeta Jonás, porque ya lo