Tras casi dos meses de silencio, en un discurso pronunciado el 3 de enero con motivo del cuarto aniversario de la eliminación de Soleimani, Nasrallah se refirió a los acontecimientos en la guerra en Gaza.
Fue un discurso comedido y de autojustificación, y se puede interpretar que Nasrallah no está interesado en una guerra en este momento.
Los puntos destacados en sus declaraciones fueron:
- Su promesa de responder a la eliminación de al Arouri en Beirut, que atribuye a Israel. Según Nasrallah, esto constituye un crimen que no puede perdonarse, especialmente cuando se comete en el Líbano. Sin embargo, no se comprometió con el momento y la naturaleza de la respuesta.
- Su necesidad de justificar el haberse unido a los combates para aplacar al pueblo libanés que se opone, enfatizando el hecho de que Hezbollah, como defensor del Líbano, sirve a los intereses de su pueblo. De hecho, la organización lleva a cabo «combates calculados» para no ampliar los límites de la campaña y paga por ello un alto precio en vista de la pérdida de muchos de sus operativos.
- Destaca los logros de Hamás el 7 de octubre y los del «Frente de la Resistencia», afirmando que están ganando la campaña, mientras Israel flaquea y no logra alcanzar los objetivos de la guerra. Acusó a Israel de haber sufrido grandes pérdidas alegando que, sin embargo, las ha ocultado al público.
- En su intento de influir en la moral de Israel presenta una larga lista de sus debilidades: el colapso de la disuasión; daños a la inteligencia y la supremacía aérea; la incapacidad de lograr una victoria rápida; el regreso de la cuestión palestina a la agenda internacional; el fracaso de los esfuerzos de normalización; el grave daño a la imagen internacional de Israel y el cese del apoyo a Israel; y la debilidad interna (pérdida de confianza pública en el liderazgo, faccionalismo, falta de seguridad personal entre la población, dificultades económicas, evacuación de las comunidades fronterizas y el deseo de muchos israelíes de abandonar el país).
- Un gran esfuerzo para eximir a Irán de toda responsabilidad por la activación de los elementos del «Frente de la Resistencia» que han elegido unirse a Hamás (Hezbollah, las milicias chiítas en Irak y Siria, y los hutíes). Según Nasrallah, Irán ayuda y apoya a estos elementos (ayuda financiera, armas, entrenamiento y asesoramiento estratégico), pero disfrutan de libertad de decisión y actúan con total independencia.
En resumen, en su discurso, Nasrallah ha tratado de exagerar los logros de Hamas y Hezbollah, mientras ignora los éxitos de Israel en la lucha y trata de sembrar el pánico entre la población israelí.
Sin embargo, en el proceso reveló sus dificultades derivadas de los resultados de la campaña en la frontera libanesa (pocos logros y grandes pérdidas), la presión interna e internacional ejercida sobre él y el deseo de evitar la expansión de la guerra.
Al mismo tiempo, trata de sacarse la responsabilidad de encima, en caso de que se desate una escalada mayor.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Por Orna Mizrahi
04/01/2024 en AURORA
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