sábado, 10 de febrero de 2024

#31. HISTORIA DE ISRAEL Y JUDA A TRAVES DE LOS PROFETAS: Los últimos días del reino de Israel hasta su destrucción y deportación por los Asirios.

¡Qué título más triste! Los días finales del reino de Israel. Y aunque el reino de Judá seguía aún en pie, no es que estuviera mucho mejor, pero eso lo veremos en su momento más adelante.

Destrucción de Samaria y deportación de toda Israel

La semana pasada hicimos una parada en Reyes para estudiar el libro de Jonás. Pudimos ver que era un profeta rebelde a Dios y los motivos por lo que fue. A mi modo de ver, el libro quiere mostrar la soberanía de Dios sobre todos y sobre todas las cosas, porque Él tenía que dar un mensaje a la ciudad asiria de Nínive y se tenía que dar por encima de todo y a pesar de los rebeldía de Jonás.

Hoy volvemos de nuevo al libro de Reyes. En concreto seguiremos en 2ª Reyes, desde el capítulo 14 hasta el 17, donde estudiaremos cómo el reino de Israel (el del norte) será destruido y deportado por los asirios (a donde fue Jonás a predicar), para no volver a saber nunca más de ellos.

Recordad que el reino de Israel estaba formado por 10 de las 12 tribus. Pues esas 10 tribus son las que se perdieron para siempre. En clase podremos comentar algunos detalles más de interés para todos.

Pero antes de empezar os quiero compartir un enlace de un vídeo que me llegó esta semana por YouTube. Si quieres, lo puedes ver completo porque es un breve paseo por el MUSEO DE ISRAEL que está en Jerusalén. 

Está presentado por el Dr. Adolfo Roitman que es el Curador y Director del Santuario del Libro, donde se exponen y cuidan los Rollos del Mar Muerto. Sólo por eso, para quienes nos gusta la historia y la arqueología bíblica, merece la pena verlo, pero más cuando hace referencia a Jazael, porque precisamente lo estudiamos hace sólo un par de semanas en la Escuela Dominical.




Si sólo quieres ver la referencia a Jazael, pásalo hasta llegar al minuto 21:15 y podrás ver lo que dice sobre la piedra encontrada y expuesta en el Museo de Israel. Habla sobre Jazael, diciendo que mató al rey de Israel y al rey de Judá que es de la casa de David. Un ejemplo de los muchos ya encontrado en la arqueología, que confirma la autenticidad histórica de la Biblia cada vez con más detalles como este.

Pero te reto a que encuentres la diferencia entre el texto de la estela (piedra) respecto a lo dice el texto bíblico, porque es interesante. Muestra el enfoque de la historia, cuando es escrita en la piedra por los vencedores. Siempre ha sido así y siempre será... Jajaja.





2ª Reyes 14:1-22.     Amasías rey de Judá.

Pasamos de nuevo al reino de Judá (del sur), pero realmente para ver como es derrotado por el reino de Israel.

3 Amasías hizo lo que agrada al Señor, aunque no como lo había hecho su antepasado David. En todo siguió el ejemplo de su padre Joás. 4 Sin embargo, no se quitaron los altares paganos, sino que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.

Otro rey más fue del agrado a Dios, pero que no fue como David y que tampoco quitó el culto pagano. Siendo así, fue un rey con un “suficiente raspado”, por no decir “suspenso” y para septiembre...

Nada más que se afianzó en el poder, mandó matar a los ministros que mataron a su padre el rey, pero se limitó a ello sin llegar a matar también a sus hijos, tal y como le mandó Dios, siguiendo lo descrito por la ley de Moisés.

Tuvo victorias en el sur contra Edom y luego continua la historia con la arrogancia de Amasías, que desafió al reino de Israel y sufrió las consecuencias.

8 Por aquel tiempo, Amasías envió mensajeros a Joás, hijo de Joacaz y nieto de Jehú, rey de Israel, con este reto: «¡Ven acá, para que nos enfrentemos!».

9 Pero Joás, rey de Israel, respondió a Amasías, rey de Judá: «El cardo del Líbano mandó este mensaje al cedro: “¡Entrega a tu hija como esposa a mi hijo!”. Pero luego pasaron por allí las fieras del Líbano y aplastaron el cardo. 10 De hecho, has derrotado a los edomitas y actúas con arrogancia. Está bien, jáctate si quieres, pero quédate en casa. ¿Para qué provocas una desgracia que significará tu perdición y la de Judá?».

Amasías se sentía seguro y como no hizo caso al aviso dado, obligó a que el reino de Israel marchara contra él. Lo capturaron, para luego ir a Jerusalén a destruirla, saquearla y llevarse rehenes a Samaria. Toda una humillación.

Más tarde en ese mismo texto nos explica que no sólo capturaron a Amasías, sino que lo mataron. La arrogancia de Amasías, destruyó al reino de Judá, de manos del reino hermano de Israel.

Al terminar de leer este texto toma mucho significado las palabras de Joás, rey de Israel: ¿Para qué provocas una desgracia que significará tu perdición y la de Judá?».

Pues como os decía al principio: “suspenso” y para septiembre...





2ª Reyes 14:23-29.     Jeroboán II, rey de Israel.

Seguimos de nuevo con el reino de Israel y tenemos a Jeroboán II. Reinó por 41 años y tranquilos porque como todos sus antecesores, también hizo lo malo ante los ojos de Dios.

24 Jeroboán hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

Sin embargo, consiguió extender su reino tanto por norte, como por el sur hasta el mar de Arabá. Y todo ello, según la palabra de Dios dada a través del profeta Jonás. El mismo que estudiamos la semana pasada.

2 Él fue quien restableció las fronteras de Israel desde Lebó Jamat hasta el mar del Arabá, según la palabra que el Señor, Dios de Israel, había dado a conocer por medio de su siervo Jonás, hijo de Amitay, el profeta de Gat Jefer.

Una vez más vemos la misericordia de Dios por su pueblo, porque sufrían amargamente sin ninguna ayuda por parte de nadie. Desde luego tampoco le podría venir desde el reino de Judá, por lo anteriormente visto. Pero es que Dios ya estaba viendo lo que se les venía encima con los Asirios.

Aun estando lejos el pueblo de Israel de Dios, les dice a través de su profeta Jonás, cómo no sólo mantenerse, sino cómo ampliar y extender un poquito más su reino. Cuanta paciencia nos muestra siempre Dios. ¿No crees?

26 Porque el Señor había visto que todos los habitantes de Israel, esclavos o libres, sufrían amargamente y no había nadie que los ayudara.

En el siguiente capítulo veremos unos cuantos reyes de forma rápida, porque el propio texto bíblico así los presenta. La descripción de cada uno de los reyes más corta que un anuncio de la tele.





2ª Reyes 15:1-7.     Uzías, rey de Judá.

El rey Uzías es también conocido como Azarías. Si al leerlo ves Azarías, no creas que es un error. Este rey fue también del agrado de Dios, pero tampoco quitó los altares paganos y permitió el paganismo.

Dios lo castigó con una enfermedad en la piel. No expone el motivo, sólo la enfermedad.

5 El Señor castigó al rey con una enfermedad de la piel hasta el día de su muerte. Y, como el rey Azarías tuvo que vivir aislado en una casa, su hijo Jotán quedó a cargo del palacio y del gobierno del país.

Volviendo al vídeo del principio, el Dr. Adolfo Roitman también habla en su exposición sobre el rey Uzías y de su enfermedad. La arqueología en Israel habla en cada momento de la Biblia. ¿No crees que es maravilloso?





2ª Reyes 15:8-12.     Zacarías, rey de Israel.

Este rey sólo estuvo reinando por seis meses. ¿Fue su reinado diferente?

9 Zacarías hizo lo malo ante los ojos del Señor, como lo hicieron sus antepasados, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

Me temo que no; el “copia y pega” de siempre, cuando de un rey de Israel se trataba.

Se produjo una nueva conspiración en palacio y en este caso Salún conspiró contra Zacarías. Lo ató y mató delante del pueblo. Así se cumplió la promesa hecha a Jehú, que su descendencia estará en el trono por 4 generaciones. Pues eso, Zacarías fue la cuarta.

12 De este modo, se cumplió la palabra que el Señor le había dado a conocer a Jehú: «Durante cuatro generaciones tus descendientes ocuparán el trono de Israel».





2ª Reyes 15:13-16.     Salún, rey de Israel.

Esta forma de tomar la corona no acaban nada bien, porque Salún reinó un sólo mes (como unas vacaciones de verano). Tenemos a Menajem que salió de Tirsá a Samaria y lo mató, para quedarse él en su lugar.

¿Y cómo fue Menajem? Pues bastante sanguinario; no hay duda.

16 Por aquel tiempo, Menajem atacó la ciudad de Tifsa. Como no le abrieron las puertas de la ciudad, mató a todos los que vivían allí y en los alrededores, comenzando por Tirsá, y les abrió el vientre a las mujeres embarazadas.





2ª Reyes 15:17-22.     Menajem, rey de Israel.

Con Menajem hubo un poco más de estabilidad, porque reinó 10 años. Y de nuevo lo de siempre.

18 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues durante toda su vida jamás se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

Empiezo a pensar que este es el texto que más repetido en la Biblia...

El Imperio Asirio es el gran imperio del momento de la zona y sigue su expansión al sur hasta llegar al reino de Israel. En el mapa se puede ver como el reino de Israel ya está conquistado y sólo queda en ese momento el reino de Judá.

La extensión del Imperio Asirio por esa época es la marcada en verde oscuro

Pues el reino de Israel fue invadido por Asiria y Menajem para ganarse el apoyo de Asiria y mantenerse en el trono tuvo que pagarle 1.000 talentos de plata. En el Antiguo Testamento 1 talento equivalía a 34 kilos, por tanto tuvo que dar a Asiria 34 toneladas de plata para mantener su trono. ¡Toda una fortuna!

Para poder responder tuvo que pedir a cada uno de los ricos de Israel 50 siclos de plata. Cada siclo equivalía a unos 14 gramos, luego los 50 siclos de plata equivaldrían a unos 700 gramos. Menos mal que todavía quedaban algunos ricos por allí. ¿Pero sería suficiente?

Los Asirios se retiraron, pero lamentablemente sólo de momento.





2ª Reyes 15:23-26.     Pecajías, rey de Israel.

Tras morir Menajem reinó su hijo Pecajías, pero su reinado duró tan sólo 2 años. Una nueva conspiración por parte de uno de sus oficiales, terminó con su reinado. ¿Y qué dice el texto de él?

24 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

Hacer lo malo ante los ojos de Dios seguía siendo lo normal. Pécaj que era uno de sus oficiales junto con 50 galaaditas atacó al rey, matándolo a él y muchos más en la corte en Samaria. Así usurpó el trono.

Me hace pensar como también en la vida cotidiana, cuando las cosas van de mal en peor, surgen los nervios, los enfrentamientos y la desesperación. Pues así se debían sentir en el reino de Israel: asediados, sin esperanza y viendo cómo se les acercaba el fin. Todo “porque hacían lo malo ante los ojos de Dios” y por eso perdieron su protección.





2ª Reyes 15:27-31.     Pécaj, rey de Israel.

Para ser un conspirador, pudo conservar por mucho tiempo el trono. Durante 20 reinó y ¿Cómo fue su reinado?

28 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel.

Otro más haciendo lo malo ante los ojos de Dios. El mismo rey de Asiria volvió a ir contra Israel y en esta ocasión para invadir el país. Se quedó con toda la zona norte y con toda la que estaba al este del río Jordán. Pero no sólo se conformó con conquistar, sino que deportó a la población a Asiria. 

29 En tiempos de Pécaj, rey de Israel, Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país y conquistó Iyón, Abel Betmacá, Janoa, Cedes, Jazor, Galaad y Galilea, incluyendo todo el territorio de Neftalí; además, deportó a los habitantes a Asiria.

En medio de todo este desconcierto y desgarramiento por perder todo ese territorio en manos de Asiria, Oseas mató a Pécaj. Conspiraron contra el conspirador, pero no fue para mejor. En breve veremos con Oseas el final del reino de Israel.





2ª Reyes 15:32-38.     Jotán, rey de Judá.

Volvemos brevemente al reino de Judá con Jotán. Reinó durante 25 y su reinado parece que fue bien respecto al del reino del norte.

34 Jotán hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su padre Uzías, 35 y fue él quien reconstruyó la puerta superior del Templo del Señor. Sin embargo, no se quitaron los altares paganos, sino que el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos.

Pero tampoco quitó los altares paganos y permitió la idolatría. Otro rey “políticamente correcto” que tampoco fue como David.

Además de reparar la puerta superior del Templo en Jerusalén y tener que soportar algunas incursiones de pueblos de alrededor, poco más tenemos aquí de este rey de Judá.





2ª Reyes 16.     Acaz, rey de Judá.

Acaz sucede a Jotán en el reino de Judá y fue por 16 años en Jerusalén. Pero Acaz no hizo lo que a Dios le agradaba, sino que siguió el ejemplo del reino de Israel.

3 Al contrario, siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel, y hasta sacrificó en el fuego a su hijo, según las repugnantes ceremonias de las naciones que el Señor había expulsado al paso de los israelitas. 4 También ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los altares paganos, en las colinas y bajo todo árbol frondoso.

¿Es que nadie le explicó a este hombre que lo que a Israel le estaba pasando era justo por no seguir a Dios? Habían adoptado el paganismo de los pueblos existentes durante la conquista con Josué de la Tierra Prometida. 

Tuvo que repeler incursiones de los pueblos de alrededor, incluyendo a la propia Israel. Se debió sentir inseguro al tener que frenar todas las incursiones de los pueblos que estaban a su alrededor y por eso tuvo que pedir ayuda a Asiria, que vio en ella una gran oportunidad.

7 Acaz envió entonces mensajeros a Tiglat Piléser, rey de Asiria, con este mensaje: «Ya que soy tu servidor y vasallo, ven y líbrame del poder del rey de Aram y del rey de Israel, que se han puesto en mi contra». 8 Acaz también juntó la plata y el oro que había en el Templo del Señor y en el tesoro del palacio real, y se lo envió todo al rey de Asiria como un regalo.

El rey asirio accedió y empezó por conquistar la ciudad de Damasco de la mano de los arameos. En agradecimiento Acaz fue a Damasco al encuentro del rey asirio.

Estando en Damasco al ver el altar que había en la ciudad mando al sacerdote Urías un plano detallado del altar que había visto para que hiciera uno igual y lo terminara antes de su vuelta a Jerusalén. El rey ofreció sobre él sus ofrendas y holocaustos. ¿Y que pasó con el altar original?

14 El altar de bronce, que estaba en la presencia del Señor, lo retiró de la parte delantera del edificio y lo situó en el lado norte del nuevo altar, ya que ahora quedaba entre el nuevo altar y el Templo del Señor.

¿Qué pretendía hacer con este nuevo altar si se seguían haciendo los mismos sacrificios? Llama la atención el seguidismo del sacerdote. No es propio de alguien que sigue los preceptos de Dios, permitir algo así. ¿No te parece?

15 Luego dio estas órdenes al sacerdote Urías: «Ofrece en este gran altar el holocausto matutino y la ofrenda vespertina, así como el holocausto y la ofrenda del rey, y también los holocaustos, las ofrendas y las ofrendas líquidas del pueblo en general. Rocía sobre este altar la sangre de todos los holocaustos y sacrificios. Pero el altar de bronce lo usaré yo para buscar orientación». 16 Y el sacerdote Urías hizo todo lo que el rey Acaz ordenó.

¿Hizo esto por congraciarse con los asirios? No se puede ceder tanto, a costa de en tus principios. Ya sabemos por qué no era del agrado de Dios.

17 El rey desmontó los paneles de las bases y les quitó los recipientes; además bajó la fuente que estaba encima de los bueyes de bronce y la instaló sobre un enlosado de piedra. 18 Luego, por deferencia al rey de Asiria, quitó del Templo del Señor el techado que se había construido allí para celebrar los sábados, así como la entrada exterior para el rey.





2ª Reyes 17:1-6.     Oseas, rey de Israel.

¿Mientras tanto que estaba pasando en el reino de Israel? Sus últimos días. Oseas reinó durante nueve años en Samaria. ¿Y qué pasó con este rey?

2 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no tanto como los reyes de Israel que lo habían precedido.

Parece que aun siendo malo, no lo fue tanto como sus predecesores. ¡Que lástima!

3 Salmanasar, rey de Asiria, atacó a Oseas, lo hizo su vasallo y le impuso tributo. 4 Más tarde, el rey de Asiria descubrió que Oseas lo traicionaba, pues este había enviado emisarios a So, rey de Egipto, y además había dejado de pagarle el tributo anual. Por eso el rey de Asiria mandó arrestarlo y lo metió en la cárcel.

No le quedó más remedio que pedir ayuda a Egipto, que era el otro gran imperio situado en el sur. Al enterarse los asirios de ello, no le quedó más remedio que terminar de invadirlos y deportarlos. Ir a Egipto son palabras mayores.

5 Después invadió el país entero, marchó contra Samaria y sitió la ciudad durante tres años. 6 En el año noveno del reinado de Oseas, el rey de Asiria, después de conquistar Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, en Gozán (que está junto al río Jabor) y en las ciudades de los medos.

¿Y por qué pasó todo esto contra el reino de Israel? No hay duda que fue porque hicieron lo malo ante los ojos de Dios, desde Jeroboán (primer rey del reino de Israel) hasta Oseas (el último). La infidelidad a Dios tiene sus consecuencias.





2ª Reyes 17:7-23.     El pecado de Israel.

7 Todo esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios, que los había sacado de Egipto, librándolos del poder del faraón, rey de Egipto. Adoraron a otros dioses 8 y siguieron las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado delante de ellos, como también las prácticas que introdujeron los reyes de Israel.

9 Además, los israelitas hacían cosas en secreto contra el Señor su Dios y, dondequiera que habitaban, se construían altares paganos. Desde las torres de vigilancia hasta las ciudades fortificadas, 10 y en cada colina y bajo todo árbol frondoso, erigieron piedras sagradas e imágenes de la diosa Aserá.

11 En todos los altares paganos quemaron incienso, siguiendo el ejemplo de las naciones que el Señor había expulsado delante de ellos. Fueron tantas las maldades que cometieron que provocaron la ira del Señor. 12 Rindieron culto a los ídolos, aunque el Señor se lo había prohibido categóricamente.

13 Por eso el Señor dio esta advertencia a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y videntes: «¡Vuélvanse de sus malos caminos! Cumplan mis mandamientos y estatutos; obedezcan todas las leyes que ordené a sus antepasados y que les di a conocer a ustedes por medio de mis siervos los profetas».

14 Con todo, no hicieron caso, sino que fueron tan tercos como lo habían sido sus antepasados, que no confiaron en el Señor su Dios. 15 Rechazaron los estatutos y mandatos del Señor y el pacto que él había hecho con sus antepasados. Se fueron tras ídolos inútiles, de modo que se volvieron inútiles ellos mismos; y aunque el Señor lo había prohibido, siguieron las costumbres de las naciones vecinas.

16 Abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios y se hicieron dos ídolos fundidos en forma de becerro y una imagen de la diosa Aserá. Se postraron ante todos los astros del cielo y adoraron a Baal; 17 sacrificaron en el fuego a sus hijos e hijas; practicaron la adivinación y la agorería; en fin, se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocando así su ira.

18 Por lo tanto, el Señor se enojó mucho contra Israel y lo arrojó de su presencia. Solo quedó la tribu de Judá. 19 Pero aun Judá dejó de cumplir los mandamientos del Señor su Dios y siguió las costumbres que introdujo Israel. 20 Por eso el Señor rechazó a todos los israelitas: los afligió y los entregó en manos de invasores, hasta que los arrojó de su presencia.

21 Cuando él arrancó de la familia de David a los israelitas, estos hicieron rey a Jeroboán, hijo de Nabat. Jeroboán, por su parte, los alejó del camino del Señor y los hizo cometer un gran pecado. 22 De hecho, los israelitas imitaron todos los pecados de Jeroboán y no se apartaron de ellos.

23 Finalmente, el Señor arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así, pues, fueron desterrados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado.

Ese fue el pecado de Israel contra Dios. Podemos comentarlo juntos.





2ª Reyes 17:24-41.     Repoblación de Samaria.

Pues una vez que el reino fue destruido y la población deportada a Asiria, la nueva tierra conquistada debía ser repoblada.

24 Para reemplazar a los israelitas en los poblados de Samaria, el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, Cuta, Ava, Jamat y Sefarvayin. Estos tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus poblados.

Es lo que se hacía normalmente cuando se conquistaban tierras por los imperios existente. De esa forma se aseguraban la continuidad de los tributos y una población amoldada a los criterios del emperador.

Como era de esperar esa nueva población no adoró a Dios. Así que Él envió leones para causar dolor y muerte a los nuevos pobladores y avisaron al rey de Asiria de ello.

26 Entonces dieron este informe al rey de Asiria: «La gente que usted deportó y estableció en los poblados de Samaria no sabe lo que requiere el dios de ese país. Por esta razón, él les ha enviado leones, para que los maten».

Era común en las culturas de ese tiempo creer en los dioses del lugar, es decir, de los dioses de elementos cotidianos de la naturaleza y el espacio como el agua, del sol, la luna, la fertilidad entre otros y por eso llegaron a estar preocupados los nuevos pobladores de la tierra por ello. No conocían al dios de esa tierra...

27 El rey de Asiria dio esta orden: «Hagan que regrese a vivir en Samaria uno de los sacerdotes que ustedes capturaron allí, y que enseñe a la población lo que requiere el dios de ese país». 28 Así que uno de los sacerdotes que habían sido deportados de Samaria fue a vivir a Betel y comenzó a enseñarles cómo adorar al Señor.

El rey de Asiria reaccionó mandando de vuelta a 1 de los sacerdotes deportados. Pensó que así el problema quedaba resuelto.

29 Sin embargo, todos esos pueblos se fabricaron sus propios dioses en las ciudades donde vivían, y los colocaron en los altares paganos que habían construido los samaritanos.

Pues como era de esperar, si a los Israelitas ya les costaba seguir a Dios, lo que allí se estaba formando era un pueblo totalmente pagano.

30 Los de Babilonia hicieron a Sucot Benot; los de Cuta, a Nergal; los de Jamat, a Asimá, 31 y los de Ava, a Nibjaz y a Tartac. Los de Sefarvayin quemaban a sus hijos como sacrificio a Adramélec y a Anamélec, dioses de Sefarvayin; 32 adoraban también al Señor, pero de entre ellos mismos nombraron sacerdotes a toda clase de gente para que oficiaran en los altares paganos. 33 Aunque adoraban al Señor, servían también a sus propios dioses, según las costumbres de las naciones de donde habían sido deportados.

¿Y qué pasó con el puedo de Israel que fue deportado a diferentes zonas del Imperio Asirio? Pues nunca más se supo de él. Seguramente los que no pudieron escapar, fueron asimilados perdiendo su cultura y el poco conocimiento de la Ley de Dios.

Se sabe que mucho entraron en el reino de Judá, porque la arqueología ha podido comprobar un importante crecimiento de la población en Jerusalén por esa época.

Sabemos que estamos en el mundo, pero no pertenecemos a él. Debemos permanecer en el conocimiento de Dios, para no perecer y ser asimilados (engullidos) por este mundo de maldad, que está lejos y de espaldas a Dios. Es una de las enseñanzas que podemos aprender.

34 Hasta el día de hoy persisten en sus antiguas costumbres. No adoran al Señor ni obedecen sus estatutos ni sus ordenanzas, ni las leyes y mandamientos que el Señor ordenó a los descendientes de Jacob, a quien le dio el nombre de Israel.

35 Cuando el Señor hizo un pacto con los israelitas, les ordenó: «No adoren a otros dioses ni se inclinen delante de ellos; no les sirvan ni les ofrezcan sacrificios.

36 Adoren solo al Señor, que los sacó de Egipto con gran despliegue de fuerza y poder. Ante él deben inclinarse y ofrecerle sacrificios.

37 Tengan cuidado de cumplir siempre los estatutos y ordenanzas, leyes y mandamientos que él les dio por escrito. No adoren a otros dioses.

38 No olviden el pacto que él ha hecho con ustedes. Por tanto, no adoren a otros dioses, 39 sino solo al Señor su Dios. Y él los librará del poder de todos sus enemigos».

40 Sin embargo, no hicieron caso, sino que persistieron en sus antiguas costumbres. 41 Aquellos pueblos adoraban al Señor, y al mismo tiempo servían a sus propios ídolos. Hasta el día de hoy sus hijos y sus descendientes siguen actuando como sus antepasados.

Todo esto fue visto y escrito desde el reino de Judá y de alguna forma están certificando con estos versículos que los nuevos habitantes en Samaria y sus alrededores, ya no son sus hermanos. Cosa que no lo deben olvidar.

De hecho, durante el tiempo de Jesús tenemos a los "samaritanos" más o menos habitando en toda esa misma tierra. Los judíos en ese tiempo preferían bordear toda Samaria en lugar de cruzarla y así se puede ver en los Evangelios perfectamente.

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El próximo día iremos un poquito atrás y dejaremos el libro de Reyes para estudiar el libro de Amós. ¡¡¡Bendiciones!!!


11/02/2024 ESCUELA BIBLICA DOMINICAL





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