¿Quién fue el profeta Amós? A modo de introducción podemos decir que fue uno de los grandes profetas del siglo VIII a.C. (antes de Cristo).
Según podemos ver en el primer versículo del libro que él era un pastor que vivía en Tecoa. Una ciudad situada dentro del reino de Judea.
1 Estas son las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa. Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá y Jeroboán, hijo de Joás, era rey de Israel.
Aunque vivía en Tecoa (una ciudad situada entre Hebrón y Jerusalén), profetizó principalmente en el reino de Israel (el del norte) y fue durante el reinado de Jeroboán II.
Por los datos que ofrece este primer versículo, se piensa que su Ministerio empezó sobre el 760 a.C. El texto también nos indica que hubo un terremoto en la zona 2 años después y también en Amós 8:9 nos habla sobre un eclipse.
Pues se tienen evidencias arqueológicas de un terremoto registrado en la ciudad de Jazor a mitad del siglo VIII a.C. (una de las ciudades fortificadas al norte del Mar de Galilea) y de un eclipse en el año 763 a.C. La arqueología bíblica siempre en apoyo al texto de la Biblia.
Según se desprende de Amós 7:10-13, es probable que su Ministerio se centrara en Betel, junto al Santuario Religioso principal existente allí en Israel.
Recientemente estuvimos viendo juntos el reinado de Jeroboán II en 2ª Reyes 14:23-29 y su expansión. Esta pequeña expansión del reino de Israel permitió recuperar algunas ciudades al este del río Jordán y por el sur se expandió hasta llegar al mar de Arabá, es decir, al mar Rojo, según vemos en 2ª Reyes 14:25.
25 Él fue quien restableció las fronteras de Israel desde Lebó Jamat hasta el mar del Arabá, según la palabra que el Señor, Dios de Israel, había dado a conocer por medio de su siervo Jonás, hijo de Amitay, el profeta de Gat Jefer.
La debilidad de los reinos de alrededor y sobre todo los grandes imperios de Asiria, Babilonia y Egipto, permitieron este tiempo de paz y riqueza momentánea con Jeroboán II.
Una riqueza efímera, porque muy pocos años después se cumpliría la profecía de destrucción y deportación del reino del norte que Amós les anunció, al igual que otros profetas que también estudiaremos.
Amós fue un hombre sencillo y él no quería verse como profeta. Quizás para huir de la ostentación que podrían tener otros profetas del reino de Israel. Lo podemos ver en Amós 7:14-15, cuando el sacerdote Amasías lo acusó de traicionar al rey de Israel.
14 Amós respondió a Amasías: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy pastor y cultivo higos silvestres. 15 Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”.
Sin embargo, llegó el día que Dios lo transformó y lo sacó para ser su mensajero en el reino del norte. Él siempre usa a quien quiere en cada momento, para llevar a cabo su misión. Y a diferencia del profeta Jonás, no se tomó otro barco para salir huyendo, sino que le obedeció.
Los éxitos militares del rey Jeroboán II aumentaron las riquezas del reino, e igualmente la desigualdad entre los diferentes estratos sociales. Los ricos eran cada vez más ricos y los pobres cada más oprimidos por los ricos. No sólo opresión social, sino corrupción en todos los niveles, aún en la Justicia como se puede ver en Amós 2:6-7 y 5:7-12.
Pero incluso la corrupción llegó a la vida religiosa. El culto estaba contagiado de prácticas paganas, lo cual hizo perder así su autenticidad. Veamos que decía Dios de todo ello en Amós 5:21-23.
21 «Detesto y aborrezco sus fiestas religiosas; no me agradan sus cultos solemnes.22 Aunque me traigan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré; no prestaré atención a los sacrificios de comunión de novillos cebados.23 Aleja de mí el bullicio de tus canciones; no quiero oír la música de tus liras.
El libro empieza con el anuncio del castigo a los pueblos y naciones de alrededor y a la propia Judea e Israel.
El profeta proclama que Dios no permanecerá indiferente a los pecados cometidos por su pueblo, sino que por ser el pueblo elegido, mayor debe ser su compromiso y también mayor la sanción por parte de Dios, que al resto de los pueblos. Lo podemos ver en Amós 3:1-2.
1 Escuchen, israelitas, esta palabra que el Señor pronuncia contra ustedes, contra toda la familia que saqué de Egipto:2 «Solo a ustedes los he escogido entre todas las familias de la tierra. Por tanto, les haré pagar todas sus perversidades».
Dios insiste que no permanecerá indiferente a sus pecados y que el juicio y su castigo son inevitables.
Lejos de querer su destrucción definitiva, Dios ofrece igualmente el camino de la reconstrucción de su pueblo, pero en su mensaje muestra que el castigo de ninguna manera se podrá evitar.
A continuación ofrecemos algunas fechas que aunque aproximadas, nos muestran la cronología de los acontecimientos más importantes para entender ese momento.
- 930 a.C. División del reino en dos.
- 875 – 797 a.C. Ministerio de Elías y Eliseo en el reino de Israel.
- 760 – 750 a.C. Ministerio de Amós en el reino de Israel.
- 753 – 715 a.C. Ministerio de Oseas en el reino de Israel.
- 742 – 681 a.C. Ministerio de Miqueas e Isaías en el reino de Judea.
- 722 a.C. Exilio de los habitantes de Israel.
- 586 a.C. Caída y destrucción de Jerusalén y del reino de Judea.
Para terminar esta breve introducción, ofrecemos una breve sinopsis del libro de Amós.
- Introducción (Amós 1:1-2).
- Juicios a las naciones circundantes (Amós 1:3 – 2:16).
- Juicios al pueblo de Dios (Amós 3:1 - 5:17).
- Anuncio del exilio (Amós 5:18 – 6:14).
- Visiones de Amós (Amós 7:1 -9:10).
- La esperanza de la restauración futura de Israel (Amós 9:11-15).
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El próximo día entraremos de lleno en el libro de Amós. Veremos los 2 primeros capítulos de este interesante profeta de Tecoa.
¡¡¡Bendiciones!!!
18/02/2024 ESCUELA BIBLICA DOMINICAL.
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