sábado, 8 de marzo de 2014

A 40 años de la guerra árabe israelí de 1973.

El 6 de octubre de 1973, los ejércitos egipcio y sirio atacaban Israel, desencadenando así el cuarto conflicto árabe-israelí. Estos países intentaban borrar la derrota sufrida durante la guerra de los Seis Días en 1967 y recuperar una parte de los territorios entonces perdidos.

A pesar de la derrota final de los ejércitos árabes, el conflicto iba a permitir a Egipto, años después, recuperar una parte del estos territorios en el marco de una paz firmada bajo la tutela del imperialismo norteamericano. Pero este acuerdo no cambió nada la situación de los palestinos que vivían bajo el yugo israelí en los territorios ocupados o que se amontonaban en los campos de refugiados en los países vecinos.

Una guerra en germen en los conflictos precedentes.

La guerra que comenzó ese día era la consecuencia de la de 1967. Israel se había apoderado entonces de amplios territorios. El Sinaí y la ribera oriental del Canal de Suez, en adelante cerrado a la navegación, estaban ocupados por su ejército. Los altos del Golán habían sido arrebatados a Siria. La parte oriental de Jerusalén y la franja de Gaza estaban anexionadas. Una nueva ola de refugiados palestinos venía a engrosar la población de los campos donde se consumían los refugiados palestinos desde 1948.

Liberar los territorios palestinos ocupados no estaba en los planes de los dirigentes egipcios y sirios. Pensaban poder obligar a las grandes potencias, y especialmente a EE.UU, a presionar a Israel para obligarle a devolver una parte de los territorios perdidos en 1967. Éste era su único objetivo, aunque no ahorrasen discursos que ponían por delante los derechos del pueblo palestino a liberarse de Israel.

Los tres primeros días fueron un éxito para los ejércitos árabes. Las tropas egipcias franquearon el Canal de Suez, los blindados sirios avanzaron en el Golán, y un viento de pánico sopló en el Estado Mayor y el gobierno israelís. Pero el ejército israelí tomó rápidamente la ofensiva, al no imponer el alto el fuego las grandes potencias y la ONU, hecho con el que contaban los dirigentes árabes. Los EE.UU. optaron por volcar todo su peso del lado de sus aliados israelís y montaron un puente aéreo para abastecerles de armamentos con el fin de compensarles de las pérdidas de los primeros días. La URSS, aliada de los países árabes, hizo otro tanto por su parte, pero no fue suficiente para frenar el avance israelí. Solo cuando el ejército israelí atravesó el Canal de Suez, cercando a la tropas egipcias, la ONU impuso un alto el fuego el 22 de octubre.

Para los palestinos, siempre la misma opresión.

A pesar de la derrota final, esta guerra aportó un cierto prestigio a los dirigentes árabes que la habían llevado a cabo. Por primera vez, sus tropas habían hecho retroceder al ejército israelí. Los países árabes habían sido solidarios, contingentes de todos ellos habían llegado para reforzar las tropas egipcias y sirias. En Israel al contrario, el gobierno laborista fue acusado del desastre de los primeros días, lo que marcó una etapa hacia el paso del poder a la derecha años más tarde.

Pero para la población de los territorios ocupados por Israel, para los palestinos de Gaza o de Cisjordania, no cambió nada. Cuando la paz que permitió a Egipto recuperar el Sinaí fue firmada cinco años después con Israel, lo fue bajo la tutela del presidente norteamericano Jimmy Carter y a espaldas de los palestinos. La alianza con los EE.UU y la renuncia a enfrentarse al Estado de Israel fue entonces el precio pagado por el presidente egipcio Anuar El Sadat para obtener el restablecimiento de su soberanía sobre los territorios egipcios perdidos en 1967.

Respecto a liberar a los palestinos de la opresión del Estado israelí, de todas maneras, éste nunca había sido el objetivo de los dirigentes árabes.

A cuarenta años de la guerra del Ramadan (la denominación árabe) o del año del Yom Kipur (como la llaman los israelíes), los palestinos sufren más que nunca la ocupación israelí.



Publicado el 18/10/2013 en PALESTINA LIBRE.
http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=47131

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