lunes, 10 de marzo de 2014

MITOS Y REALIDADES. #121. El trato a los judios en los países árabes o islámicos.

MITO:
«Las naciones árabes modernas son sólo antiisraelíes y nunca han sido antijudías».


 
REALIDAD:

Los líderes árabes han hecho obvia en repetidas ocasiones su animosidad hacia los judíos y el judaísmo. Por ejemplo, el 23 de noviembre de 1937, el rey Ibn Saud de Arabia Saudita le dijo al coronel británico H.R.P. Dickson:

«nuestro odio por los judíos se remonta a la condenación que Dios les impuso por su persecución y rechazo de Isa (Jesús) y su subsecuente rechazo de Su profeta escogido». Y añadió, «que para los musulmanes, matar un judío, o para él ser muerto por un judío, les garantiza una inmediata entrada en el cielo y en la augusta presencia del Dios Omnipotente».
 
 

Cuando Hitler introdujo las leyes raciales en Nuremberg en 1935, recibió telegramas de felicitación de todos los rincones del mundo árabe. Más tarde, durante la guerra, uno de sus más ardientes partidarios fue el Muftí de Jerusalén. 
 
      Hitler.           Muftí de Jerusalén.

A los judíos nunca se les permitió vivir en Jordania. La Ley Civil No. 6, que gobernaba la Cisjordania ocupada por Jordania, declara explícitamente: «cualquier hombre será súbdito jordano si no fuera judío».

Los países árabes se preocupan de que aun a los escolares se les inculque odio a los judíos. El ministro de educación sirio escribió en 1968: «el odio que inculcamos en las mentes de nuestros hijos desde su nacimiento es sagrado». 
Tras la guerra de los Seis Días en 1967, los israelíes encontraron libros de texto de las escuelas públicas que habían sido usados para educar a niños árabes en Cisjordania. Estaban repletos de descripciones racistas y odiosas a los judíos:

«Los judíos están esparcidos hasta los confines de la tierra, donde viven exiliados y despreciados, puesto que, por su naturaleza, son viles, codiciosos y enemigos de la humanidad; por su naturaleza están tentados a robar tierras como consuelo para su desgracia».

Analice las siguientes oraciones:
1. El mercader mismo viajó al continente africano.
2. Expulsaremos a todos los judíos de los países árabes.

«Los judíos de nuestro tiempo son descendientes de los judíos que perjudicaron al profeta Mahoma. Le traicionaron, rompieron el tratado con él y se aliaron con sus enemigos para combatirle…»

«Los judíos fueron perseguidos y despreciados en Europa debido a su corrupción, su ruindad y su traición».


Según un estudio de los libros de texto sirios, «el sistema educativo sirio extiende el odio a Israel y al sionismo al antisemitismo dirigido a todos los judíos. Ese antisemitismo evoca antiguos motivos islámicos para describir la permanente y traicionera naturaleza de los judíos. Su conclusión inevitable es que todos los judíos deben ser aniquilados». Para citar un ejemplo, un texto escolar de onceno grado afirma que los judíos odiaban a los musulmanes y eran movidos por la envidia para incitar la hostilidad contra ellos:

Los judíos no escatiman esfuerzos para engañarnos, negar a nuestro profeta, incitar contra nosotros y distorsionar las sagradas escrituras.

Los judíos cooperan con politeístas e infieles contra los musulmanes porque saben que el Islam revela sus mañas y sus rasgos abyectos.


Una traducción árabe del Mein Kampf de Adolf Hitler ha sido distribuida en Jerusalén Oriental y en los territorios controlados por la Autoridad Palestina (ATP) y se convirtió en un bestseller.

Ocasionalmente, el antisemitismo árabe aflora en Naciones Unidas. En marzo de 1991, por ejemplo, un delegado sirio ante la Comisión de Derechos Humanos de NU leyó una declaración en que recomendaba a los miembros de la comisión «un valioso libro» llamado The Matzoh of Zion, escrito por el ministro de defensa sirio Mustafá Tlas. El libro justifica las acusaciones de asesinato rituales presentadas contra los judíos en el libelo sangriento de Damasco de 1840. (La frase «libelo sangriento» se refiere a las acusaciones de que los judíos mataban a niños cristianos para usar su sangre en el ritual de hacer el pan ázimo de la Pascua).

El rey Faisal de Arabia Saudita profirió una calumnia semejante en una entrevista en 1972:

Israel ha tenido intenciones maliciosas desde tiempos antiguos. Su objetivo es la destrucción de todas las otras religiones… Consideran que las otras religiones son inferiores a la suya y que otros pueblos están por debajo de su nivel. Y en cuanto al tema de la venganza: ellos tienen un cierto día en el cual mezclan la sangre de no judíos con su pan y se lo comen. Sucedió que hace dos años, mientras yo estaba en París de visita, la policía descubrió cinco niños asesinados, a quienes les habían sacado la sangre, y resultó que algunos judíos los habían asesinado a fin de tomarles la sangre y mezclarla con el pan que comen ese día. Esto muestra hasta donde llega su odio y malicia hacia los pueblos no judíos.


El 11 de noviembre de 1999, durante una visita a Gaza con la primera dama Hillary Rodham Clinton, Suha Arafat, esposa del presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat, dijo: «nuestro pueblo ha sido sujeto a diario y extenso uso de gases venenosos por las fuerzas israelíes, lo cual ha conducido a un incremento de los casos de cáncer entre las mujeres y los niños». Otros funcionarios palestinos han hecho semejantes acusaciones falsas.
 

La prensa árabe o musulmana, que está casi exclusivamente controlada por los gobiernos en cada nación del Oriente Medio, publica regularmente artículos y caricaturas antisemitas. En la actualidad, sigue siendo común encontrar publicaciones antisemitas en Egipto. Por ejemplo, Al-Ahram, el periódico de la clase gobernante, publicó un artículo que le da antecedentes «históricos» a la tradición del libelo sangriento, al tiempo que acusa a Israel de usar la sangre de niños palestinos para hornear sus panes en el tiempo presente. Artículos antisemitas aparecen con regularidad en la prensa de Jordania y Siria. Muchos de los ataques se refieren a desmentidos del Holocausto, su «explotación» por el sionismo, y la comparación del sionismo y de Israel con el nazismo.

En noviembre del 2001, una escena satírica fue transmitida en la segunda estación más popular del mundo árabe, en que aparecía un personaje que intentaba ser Ariel Sharón bebiendo la sangre de niños árabes con una grotesca apariencia de judío ortodoxo. La estación televisiva Abu Dhabi también transmitió una escena en la cual aparece Drácula dándole un mordisco a Sharón, pero [Drácula] muere porque la sangre de Sharón está contaminada. La cadena ignoró las protestas de que estos programas eran antisemitas.

Los medios de difusión de la Autoridad Palestina también han contenido material inflamatorio y antisemita. Un sermón del viernes en la mezquita Zayeb bin Sultán Aal Nahyan de Gaza, que clamaba por el asesinato de judíos y norteamericanos, fue transmitido en vivo por la televisión de la Autoridad Palestina.

No tengan ninguna misericordia de los judíos, no importa donde estén, en cualquier país. Combátanlos, dondequiera que estén. Dondequiera que se los encuentren, mátenlos. Dondequiera que ustedes estén, maten a los judíos y a los [norte]americanos que son como ellos y todos los que están a favor de ellos en una trinchera contra los árabes y los musulmanes porque ellos establecieron a Israel aquí, en el palpitante corazón del mundo árabe, en Palestina…

Incluso los crucigramas palestinos se usan para deslegitimar a Israel y atacar a los judíos, ofreciendo pistas, por ejemplo, que el rasgo característico del judío es «traición».

«El presidente sirio Bashar Assad ofreció el sábado (5 de mayo) una vívida, aunque vil, demostración de por qué él y su gobierno son indignos del respeto o de buenas relaciones con Estados Unidos o con cualquier otro país democrático. Al saludar al papa Juan Pablo II en Damasco, el Sr. Assad lanzó un ataque contra los judíos que puede catalogarse como el discurso más ignorante y crudo que se haya pronunciado ante el Papa en sus dos décadas de viajes alrededor del mundo. Al comparar el sufrimiento de los palestinos con los de Jesucristo, Assad dijo que los judíos “intentaron matar los principios de todas las religiones con la misma mentalidad con la cual traicionaron a Jesucristo y de la misma manera que intentaron traicionar y matar al profeta Mahoma”. Con ese libelo, el presidente sirio mancilló tanto a su país como al Papa…»
Editorial del Washington Post (8 de mayo de 2001).






     Fuente:
     Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.


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