Durante una amplia búsqueda llevada a cabo en los Altos del Golán y las Granjas de Shebaa -territorios sirios y libaneses respectivamente ocupados por Israel- los ingenieros militares israelíes constataron con sorpresa que los artefactos explosivos colocados por Hezbolá eran muy sofisticados y potentes.
“En relación a las bombas utilizadas el año pasado por Hezbolá, éstas son totalmente diferentes”, dijeron los ingenieros militares israelíes.
Según ellos, estas bombas recordaron a los soldados israelíes los años duros que sufrieron en la frontera con el Líbano.
“La potencia de destrucción de las nuevas bombas es más elevada que la de las bombas convencionales”, precisó un oficial superior de la unidad de ingenieros del Ejército israelí, citado por el diario Maariv.
Él dijo que era muy complicado destruir o desarmar esas bombas debido a “la dificultad de conocer todos sus aspectos”.
“La amenaza no se limita a la frontera del Sur del Líbano, sino que hoy estamos preocupados por la frontera siria y estamos obligados a llevar a cabo búsquedas en los lugares sospechosos”, afirmó.
“Nos hemos visto obligados a multiplicar nuestras patrullas en las zonas que nos parecen sensibles, lo cual no se puede hacer sin correr un peligro”, dijo el militar israelí.
Durante una reciente entrevista con el diario libanés As Safir, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, reveló que Hezbolá había sido el autor de un ataque con bomba contra una patrulla israelí a mediados de marzo en la región fronteriza de la Shebaa. Esta explosión causó la muerte de un oficial israelí y heridas a tres soldados.
Otras dos bombas no reivindicadas fueron igualmente dirigidas en estos meses contra paracaidistas israelíes en el Golán y provocaron heridas a cuatro israelíes, incluyendo un alto oficial.
Estos ataques con bomba fueron una respuesta a un anterior bombardeo aéreo israelí en el Valle de la Bekaa, región libanesa fronteriza con Siria.
“En relación a las bombas utilizadas el año pasado por Hezbolá, éstas son totalmente diferentes”, dijeron los ingenieros militares israelíes.
Según ellos, estas bombas recordaron a los soldados israelíes los años duros que sufrieron en la frontera con el Líbano.
“La potencia de destrucción de las nuevas bombas es más elevada que la de las bombas convencionales”, precisó un oficial superior de la unidad de ingenieros del Ejército israelí, citado por el diario Maariv.
Él dijo que era muy complicado destruir o desarmar esas bombas debido a “la dificultad de conocer todos sus aspectos”.
“La amenaza no se limita a la frontera del Sur del Líbano, sino que hoy estamos preocupados por la frontera siria y estamos obligados a llevar a cabo búsquedas en los lugares sospechosos”, afirmó.
“Nos hemos visto obligados a multiplicar nuestras patrullas en las zonas que nos parecen sensibles, lo cual no se puede hacer sin correr un peligro”, dijo el militar israelí.
Durante una reciente entrevista con el diario libanés As Safir, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, reveló que Hezbolá había sido el autor de un ataque con bomba contra una patrulla israelí a mediados de marzo en la región fronteriza de la Shebaa. Esta explosión causó la muerte de un oficial israelí y heridas a tres soldados.
Otras dos bombas no reivindicadas fueron igualmente dirigidas en estos meses contra paracaidistas israelíes en el Golán y provocaron heridas a cuatro israelíes, incluyendo un alto oficial.
Estos ataques con bomba fueron una respuesta a un anterior bombardeo aéreo israelí en el Valle de la Bekaa, región libanesa fronteriza con Siria.
30/04/2014 en
http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?fromval=1&cid=23&frid=23&eid=60300
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