MITO:
«El trato de los palestinos en Israel es semejante al trato de los negros en la Suráfrica del apartheid».
REALIDAD:
Aun antes de que el Estado de Israel se estableciera, los líderes judíos procuraron conscientemente evitar la situación que prevalecía en Suráfrica. Como David Ben-Gurión le dijo al nacionalista palestino Musa Alami en 1934: No queremos crear una situación semejante a la que existe en Suráfrica, donde los blancos son los amos y señores, y los negros son los obreros. Si no hacemos toda clase de trabajos, fáciles y difíciles, calificados y no calificados, si nos convertimos meramente en propietarios, luego ésta no será nuestra patria.
«El trato de los palestinos en Israel es semejante al trato de los negros en la Suráfrica del apartheid».
REALIDAD:
Aun antes de que el Estado de Israel se estableciera, los líderes judíos procuraron conscientemente evitar la situación que prevalecía en Suráfrica. Como David Ben-Gurión le dijo al nacionalista palestino Musa Alami en 1934: No queremos crear una situación semejante a la que existe en Suráfrica, donde los blancos son los amos y señores, y los negros son los obreros. Si no hacemos toda clase de trabajos, fáciles y difíciles, calificados y no calificados, si nos convertimos meramente en propietarios, luego ésta no será nuestra patria.
En la actualidad, dentro de Israel, los judíos son mayoría, pero la minoría árabe disfruta de la plena ciudadanía y de iguales derechos… Los árabes están representados en el Knesset, y han servido en el gabinete, y en algos puestos del ministerio de relaciones exteriores (por ej. el embajador en Finlandia) y en el Tribunal Supremo.
Bajo el apartheid, los negros sudafricanos no podían votar y no eran ciudadanos del país en el cual ellos constituían una abrumadora mayoría de la población. Las leyes dictaban dónde podían vivir, trabajar y viajar. Y, en Suráfrica, el gobierno mataba a los negros que protestaban contra sus políticas. A diferencia de eso, Israel permite libertad de movimiento, de reunión y de expresión. Algunos de los más acerbos críticos del gobierno son árabes israelíes miembros del Knesset.
La situación de los palestinos en los territorios es diferente. La seguridad de la nación, y una violenta insurrección en los territorios, obligó a Israel a imponer restricciones a los residentes árabes de la Cisjordania y la Franja de Gaza que no eran necesarias dentro de las fronteras de Israel previas a 1967. Los palestinos de los territorios, habitualmente, cuestionan el derecho de Israel a existir, mientras los negros no buscaban la destrucción de Suráfrica, sólo del régimen del apartheid.
Si Israel fuese a darles a los palestinos plena ciudadanía, eso significaría que los territorios habrían sido anexados. Ningún gobierno israelí se ha preparado para dar ese paso. Por el contrario, mediante negociaciones, Israel convino en darles a los palestinos creciente autoridad sobre sus propios asuntos. Es probable que un último arreglo les permita a la mayoría de los palestinos convertirse en ciudadanos de su propio Estado.
Bajo el apartheid, los negros sudafricanos no podían votar y no eran ciudadanos del país en el cual ellos constituían una abrumadora mayoría de la población. Las leyes dictaban dónde podían vivir, trabajar y viajar. Y, en Suráfrica, el gobierno mataba a los negros que protestaban contra sus políticas. A diferencia de eso, Israel permite libertad de movimiento, de reunión y de expresión. Algunos de los más acerbos críticos del gobierno son árabes israelíes miembros del Knesset.
La situación de los palestinos en los territorios es diferente. La seguridad de la nación, y una violenta insurrección en los territorios, obligó a Israel a imponer restricciones a los residentes árabes de la Cisjordania y la Franja de Gaza que no eran necesarias dentro de las fronteras de Israel previas a 1967. Los palestinos de los territorios, habitualmente, cuestionan el derecho de Israel a existir, mientras los negros no buscaban la destrucción de Suráfrica, sólo del régimen del apartheid.
Si Israel fuese a darles a los palestinos plena ciudadanía, eso significaría que los territorios habrían sido anexados. Ningún gobierno israelí se ha preparado para dar ese paso. Por el contrario, mediante negociaciones, Israel convino en darles a los palestinos creciente autoridad sobre sus propios asuntos. Es probable que un último arreglo les permita a la mayoría de los palestinos convertirse en ciudadanos de su propio Estado.
«Hay aún otra cuestión que surge del desastre de las naciones y que sigue sin resolverse hasta este día, y cuya profunda tragedia sólo un judío puede comprender. Ésta es la cuestión africana. Sólo recuerden todos esos terribles episodios del tráfico de esclavos, de seres humanos que, meramente porque eran negros, eran robados como ganado, aprisionados, capturados y vendidos. Sus hijos crecían en tierras extrañas, objeto del desprecio y de la hostilidad porque el color de su piel era diferente. Yo no me avergüenzo de decir, aunque pueda exponerme al ridículo al decirlo, que una vez que haya presenciado la redención de los judíos, mi pueblo, me gustaría ayudar también a la redención de los africanos». Theodor Herzl.
Theodor Herzl.
Fuente:
Extracto del libro Mitos y Realidades de la Jewish Virtual Library.
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