Roxana Levinson / Diario Judío México – El Congreso norteamericano prepara una enmienda a la ley de Prevención de Financiamiento de Hezbollah, para aumentar la presión financiera sobre la organización, que de todos modos enfrenta serios problemas económicos. Esto también afectaría a grupos aliados, como Amal – del presidente del Parlamento – y a su canal de televisión.
El congreso de Estados Unidos se prepara para enmendar la Ley de Prevención de Financiamiento de Hezbollah (HIFPA) de 2015. De acuerdo con el diario libanés Annahar – que cita una fuente diplomática estadounidense – se trata de un nuevo intento de ir contra el grupo libanés respaldado por Irán, como parte de una estrategia más amplia dirigida contra Teherán y sus filiales y aliados regionales.
Aunque algunos informes en Beirut indican que las correcciones a la Ley de Prevención de Financiamiento de Hezbollah serán aprobada por el Congreso pronto, la fuente citada por Annahar asegura que las discusiones sobre el nuevo proyecto de ley están ganando impulso, pero “puede tomar varios meses” antes de que las enmiendas sean ratificadas.
Estas enmiendas amplían la lista de entidades que pueden enfrentar sanciones por proporcionar apoyo a Hezbollah y alienta significativamente la información sobre las actividades financieras de las entidades afiliadas al partido e incluso a sus aliados políticos.
Según un borrador de la ley de 2017 obtenida por Annahar, la ley será reformada para incluir nuevas entidades en el informe que será emitido por el secretario del Tesoro sobre el patrimonio neto estimado de los miembros de Hezbollah. El informe, que describe “cómo se adquirieron los fondos de cada individuo y cómo se han utilizado”, agregará a los miembros del Movimiento Amal – del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri – y a “otras entidades asociadas que el secretario determine apropiadas”.
Además de vigilar de cerca las finanzas de Hezbollah, la nueva ley amplía las sanciones y las lleva más allá de los bancos centrales e instituciones financieras extranjeras. Estos incluyen “cualquier agencia o institución de un estado extranjero” que “hubiera ayudado, patrocinado o proporcionado sustancialmente material financiero, o apoyo tecnológico, bienes o servicios, armas o material relacionado a Hezbollah o una entidad de su propiedad o controlada por Hezbollah; O ha actuado o pretendido actuar por o en nombre de Hezbollah“.
Estas enmiendas dejan mucho espacio para la especulación sobre quién podría ser el blanco de las sanciones estadounidenses, según un alto banquero libanés, quien subrayó que las entidades libanesas “no deberían sacar conclusiones” sobre quién cae bajo estas nuevas designaciones.
El banquero, que habló con Annahar bajo condición de anonimato, dijo que las instituciones libanesas deben buscar aclaraciones sobre estas enmiendas “intencionalmente vagas” y que por lo tanto implican que las entidades sujetas a sanciones son sólo aquellas claramente identificadas por las autoridades estadounidenses.
De lo contrario – explicó la fuente – el Líbano corre el riesgo de renovar las tensiones entre las corporaciones libanesas y las instituciones financieras, por una parte, y Hezbollah, por otra, en caso de que estas sanciones ampliadas sean ratificadas.
Las tensiones sobre las sanciones de Estados Unidos surgieron por primera vez en enero de 2016 cuando se conocieron informes de que los bancos se preparaban para cerrar cientos de cuentas relacionadas con Hezbollah, en cumplimiento de las sanciones estadounidenses. Dichos informes siguieron al cierre de unas 100 cuentas en poder de individuos que figuraban en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de conformidad con la ley norteamericana.
Fuente: Itongadol/AJN
16/04/2017 en DIARIO JUDIO.
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