Foto: Biblioteca Nacional de Israel
Un telegrama de Heinrich Himmler al gran mufti de Jerusalén se ha encontrado en los archivos de la Biblioteca Nacional de Israel.
Se cree que se envió en 1943, contiene una promesa por el segundo de Hitler a Haj Amin al-Husseini, el Mufti de
Jerusalén (máxima autoridad musulmana de la Palestina del Mandato Británico) de que el Reich alemán apoya a los árabes de Palestina y su lucha contra los “intrusos judíos”.
Jerusalén (máxima autoridad musulmana de la Palestina del Mandato Británico) de que el Reich alemán apoya a los árabes de Palestina y su lucha contra los “intrusos judíos”.
Publicado en el sitio web de la biblioteca, el telegrama señala que la lucha contra el mundo judío ha sido un principio de los nacionalsocialistas alemanes desde el principio y que el régimen siempre ha seguido “con particular simpatía” la lucha de los “amantes de la libertad” árabes, especialmente aquellos en Palestina que luchan contra los judíos.
“El reconocimiento conjunto del enemigo y la lucha contra él es lo que construye la base sólida entre los nacionalsocialistas de la Gran Alemania y los musulmanes amantes de la libertad del mundo”, escribió Himmler.
El telegrama concluye con unos cálidos saludos en el “desgraciado” aniversario de la Declaración de Balfour y los mejores deseos para la continuación de la lucha.
La Declaración Balfour, firmada el 2 de noviembre de 1917 por el entonces secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Arthur James Balfour, anunció la intención del gobierno británico de facilitar “un hogar nacional para el pueblo judío” en la Tierra de Israel.
Esta declaración fue vista como el reconocimiento oficial de Gran Bretaña al movimiento sionista, en vísperas de la conquista británica del entonces territorio otomano de Palestina.
El mufti Husseini huyó de Palestina en 1937 tras la emisión de una orden británica para su detención por su participación en la revuelta árabe, que comenzó el año anterior.
Se fugó a Irak a través de Líbano, donde se unió con un grupo pro-nazi tras un breve golpe militar contra el régimen pro-británico en Bagdad en 1941, y luego huyó de nuevo, llegando a Berlín más tarde ese mismo año.
En Berlín, tuvo una reunión de 90 minutos con Hitler, se presentó como representante de todos los árabes y de todos los musulmanes.
Cuando se conocieron, ambos hombres creían que Alemania iba a ganar la guerra y sus discusiones se centraron en cómo los árabes podrían jugar un papel en una victoria alemana.
El mufti buscó el apoyo nazi para la independencia árabe de las potencias coloniales y quiso sacar a los británicos y franceses del Medio Oriente. También quería que los nazis prometieran que no enviarían judíos a Palestina.
“El mufti no logró la mayoría de sus objetivos”, dijo Esther Webman, investigadora principal del Instituto Dayan para los Estudios de Oriente Medio y África de la Universidad de Tel Aviv. “La Alemania nazi no declaró su apoyo a la idea de la independencia árabe y la dirección nazi la explotó sólo para alcanzar sus propios objetivos. Además, sus esfuerzos para agitar a los árabes del Medio Oriente contra sus gobernantes coloniales durante la Segunda Guerra Mundial no tuvieron éxito. Su logro significativo fue su éxito, en una serie de casos, en prevenir que los judíos vayan a Palestina durante la guerra”.
30/03/2017 en AURORA DIGITAL.
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