Foto: Haim Zach GPO
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, lanzó un duro ataque contra la política de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, destacando que la reluctancia de las potencias mundiales a bombardear los campos de concentración nazis desde 1942 costó la vida a cuatro millones de judíos y a otros millones de personas.
Citando documentos de la ONU, recientemente publicados, que muestran que los Aliados estaban al tanto de la magnitud del Holocausto en 1942, unos dos años antes de lo que se suponía anteriormente, Netanyahu manifestó en un discurso ofrecido con motivo Día del Holocausto que esta nueva investigación implica “un significado terrible”.
“Si las potencias en 1942 hubieran actuado en contra de los campos de la muerte – y todo lo que se necesitaba era un repetido bombardeo de los campos- si hubieran actuado entonces, se podrían haber salvado cuatro millones de judíos y millones de otras personas”, expresó durante la ceremonia oficial que marca el inicio de la jornada conmemorativa.
“Las potencias sabían, y no actuaron”, enfatizó en la Plaza Gueto de Varsovia del Museo del Holocausto-Yad Vashem en Jerusalén.
“Cuando crímenes terribles se cometían contra los judíos, cuando nuestros hermanos y hermanas estaban siendo enviados a los hornos”, continuó, “las potencias lo sabían y no actuaron”.
El primer ministro destacó que el Holocausto fue posible gracias a tres factores: el gran odio hacia los judíos, la indiferencia mundial a los horrores, y “la terrible debilidad de nuestro pueblo en la Diáspora”.
El antisemitismo no ha desaparecido, y “sería ingenuo pensar” que lo hará en un futuro previsible, aseveró. Se ha visto exacerbado por “el odio de Oriente”, dirigido por Irán y el Estado Islámico, agregó.
El discurso marcó un gran contraste con el del presidente Reuven Rivlin, que habló justo antes de Netanyahu, y advirtió en contra de ver el antisemitismo donde no existe.
La indiferencia mundial persiste, también, apuntó Netanyahu, como lo demuestran los horrores en Biafra, Camboya, Ruanda, Sudán y Siria. Un “rayo de luz”, puntualizó, ha sido la respuesta decidida del presidente estadounidense Donald Trump a los ataques químicos del presidente sirio, Bashar Assad, contra su propio pueblo.
Lo que había cambiado, sin embargo, es que la nación judía tiene ahora un Israel fuerte para protegerlo. “Los débiles no tienen muchas posibilidades de sobrevivir”, expresó. “El fuerte sobrevive; los débiles son exterminados… nuestro pueblo aprendió eso en el Holocausto”.
La lección para Israel, resaltó, “es que tenemos que ser capaces de defendernos, por nosotros mismos, contra cualquier amenaza, contra cualquier enemigo”.
Advirtió que “los que tratan de asesinarnos se ponen ellos mismos en la línea de fuego”.
Esta posición, afirmó, “no era una provocación ni una exageración; es la única manera de garantizar verdaderamente nuestro futuro”.
Y ese imperativo, Netanyahu subrayó, “es la principal obligación… de todos los primeros ministros de Israel”.
24/04/2017 en AURORA DIGITAL.
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