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Un ambicioso plan de la empresa Mekorot para entrar en el negocio de la desalinización ha llevado a la compañía estatal de agua a tener masivas deudas y a retirarse de modo humillante del negocio.
La compañía acumuló una deuda de 1.200 millones de shekels (330 millones de dólares) después de una década de problemas técnicos y demoras en la construcción de una planta de desalinización gigante en Ashdod.
La planta, valuada por 1.600 millones de shekels comenzó a producir agua hace un año – casi cuatro años después de que se suponía que comenzaría sus operaciones, y todavía no funciona a plena capacidad y puede que nunca lo haga debido a una construcción e ingeniería defectuosas. Como resultado, se espera que la planta pierda unos 35 millones de shekels al año, en lugar de ganar dinero para Mekorot.
Incapaz de cumplir con los pagos de la deuda, a pesar de cientos de millones de shekels inyectados a la planta por su empresa matriz Mekorot, está técnicamente en mora. La compañía ha cancelado 400 millones de shekels del proyecto de Ashdod -su patrimonio total- a expensas de los contribuyentes.
La semana pasada, la junta directiva de Mekorot finalmente decidió poner fin a la fallida empresa y aprobó un plan para vender todos los proyectos que estaba realizando Mekorot Development & Enterprise, la filial que desarrolló la planta de Ashdod y fue responsable del desarrollo de nuevos negocios para la empresa.
Mientras tanto, Mekorot Development tendrá una advertencia de “continuidad” adjunta, lo que significa que sus auditores no confían en que pueda sobrevivir como negocio. Además, funcionarios de los ministerios de finanzas, energía y justicia se reunirán en breve para desarrollar una estrategia para reestructurar la deuda de Mekorot Development con sus dos prestamistas, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y un consorcio de prestamistas israelíes liderados por el Banco Hapoalim.
“Nuestra situación es terrible, no hay nada más que decir”, dijo una fuente gubernamental que pidió no ser identificada. “Es un día triste para el país. Es difícil ver un fracaso como éste en una empresa gubernamental”.
“Si el asunto está emergiendo ahora, sugiere que se cometió un crimen y si es así entonces tiene que haber una resolución”, dijo la fuente gubernamental. “Todo el mundo comete errores y si un gerente se equivoca, eso sucede… pero si la gerencia de Mekorot ocultó conscientemente algo y no reveló todo, eso es un crimen”.
08/05/2017 de AURORA DIGITAL.
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